Amor Eterno [Chestappen]

VI

Capitulo 6: ¿Qué pasó ayer?

Christian

Había terminado la clasificación, mis pilotos quedaron en buena posición, Checo tenía la pole era bueno para él, y más para red bull.

Las felicitaciones llegaban de todos lados, de la prensa, de los fans incluso de las otras escuderías, Toto fué el primero en felicitarme, Él me gustaba y lo sabía, así como al contrario yo le gustaba y lo sabía, no éramos nada por bien de los dos, no queríamos terminar odiandonos así que éramos una especie de amigos con derechos secretos, era un revoltijo lo nuestro aún así nos había estado funcionado supongo que dos años era bastante bueno.

No había visto a mis pilotos, secretamente yo les decía mis niños, verlos ganar y convivir con ellos tanto tiempo me hacía verlos como si fueran mis hijos, Toto siempre decía que eran nuestros hijos para molestarme.

Ví a lo lejos a Max, por la mala relación que tenía con su padre me miraba como uno, Para Checo era distinto ya que el si se llevaba muy bien con su padre así que el solo me apreciaba mucho, yo sabía que estos dos no se llevaban muy bien.

Cuando ví a Max pensé que a quien miraba mal era a Checo hasta que me dí cuenta de su mirada clavada en Lewis quien muy pacíficamente hablaba con su compañero de equipo , que raro, desde Antes de llegar habían estado muy raros, Max ya no se quejaba conmigo de Checo, tampoco los había visto pelear y ahora que Checo ganó la clasificación Max lo felicitó muy emocionado y no huyó frustrado como acostumbraba a hacerlo.

Le dije que no mirara a Hamilton así, y luego le pregunté si estaba enojado por su resultado puesto que lo notaba muy nervioso, me hablaron de la prensa y me fuí a atenderlos, fué la última vez que los ví.

Pasaron unas horas de que todos se habían ido, fuí a buscarlos a sus cuartos, Max no estaba y alguien lo vió salir de su habitación y Checo supuse que tampoco porque toqué varias veces su puerta y nunca obtuve respuesta alguna ¿Dónde estarán? No creo que juntos.

Pasaron muchas más horas, ya era de noche y aún no sabía nada de ellos, intenté llamar a sus teléfonos, estaba molesto, no tenían permiso de salir a divertirse, aún no, no antes de la carrera únicamente podían salir a comer.

Comencé a preocuparme cuando ya era media noche y seguía sin tener razón alguna de ellos, a la primer persona a quien llamé fué a Toto, el siempre estaba para mi y era en quien más confiaba.

-Hola Chris, que tal.

-Ayúdame por favor, no sé que hacer.

-¿Todo bien?, - Me preguntó preocupado

-No, no encuentro a mis pilotos.

-¿Cómo?  Christian son las 12:15 de la madrugada

-Ya lo sé, ¿por qué crees que estoy preocupado?

-Voy para allá

Llegó Toto y me abrazó buscando que me tranquilizara un poco, cosa que fácilmente consiguió, este hombre causaba muchas cosas en mi.

Después de pensar las cosas, decidí abrir las habitaciones en busca de alguna señal de su paradero, no encontré nada, pregunté a los trabajadores pero para mí desgracia, el turno ya había cambiado y pues nadie sabía nada.

El tiempo no dejaba de pasar y mi preocupación solo crecía, ¿Y si les pasó algo? Le decía a Toto mientras se me llenaban los ojos de lágrimas

-No creo, no son unos débiles que vaguen por ahí, si alguien les quisiera hacer algo estoy seguro de que les darían una paliza, relájate un poco, vamos a pensar que más podemos hacer.