Amor Eterno [Chestappen]

XXV

Capitulo 25: ¿Papá?/ Miami día 3

Checo

-¿Ya acabaste?- me preguntó un lindo e impaciente rubio hincado en la cama con una almohada entre las piernas

-No... Aún no, pero ya casi

-Ahm ¡no! ¡Ya ven! Deja eso ahí y atiéndeme a mí.

-Espera un poco Maxito ya casi amor, ya casi queda listo, solo unos detalles más de configuración y listo.

Max me había pedido que le ayudara a configurar el nuevo teléfono, a él todo ese tipo de cosas le daban flojera y a mi se me daba bien.

-Ya solo hago esto, esto así y esto aquí... Y listo, ya está amor, ten- dije entregándole el teléfono ya completamente configurado y listo para usarse

-Si, ya deja eso por allá y ven- dijo jalandome con ambas manos hacia él para hacerme caer de rodillas sobre la cama y comenzar a quitarme la playera y después tumbarme sobre esta recargando un poco mi espalda en la cabecera, para después escabullirse entre mis piernas quedando su cabeza a la altura de la mía y comenzar a llenarme primero de besos suaves, gentiles y dulces y con el tiempo irlos intensificando más y más al mismo tiempo que bajaban hacia mi mandíbula, cuello y casi llegaban a mi pecho, mientras que intervenía un poco con su lengua y dientes.

-Ahh Maxie- aquella sensación era simplemente maravillosa, el estaba muy concentrado en su trabajo y a mi solo me quedaba quedarme quieto, esperando que terminara el solo de satisfacer su insaciable deseo, para después poder yo darme gusto con su linda sumisión.

-mmm, yo, te necesito tanto y quiero que- fué interrumpido con el sonido de mi celular sonando, el cual lo desconcentró en gran manera

-¿Ahhg ahora que mierda?- se quejó molesto antes de tomar mi teléfono, dispuesto a rechazar la llamada

-oh es Christian, mejor contesta- me dió el celular aún sonando

-¿Si?
...

La llamada con Christian no fué de mucha importancia sin embargo si de larga duración, buen momento para llamar y comenzar a preguntar que como estábamos, que si nos estábamos divirtiendo, que si estábamos comiendo bien, y bla bla bla, también me platicó de como andaban él y Toto disfrutando de sus últimos días "totalmente juntos" ya que por la directa competencia entre equipos cualquier interacción de ellos se podría dar a un escándalo, aunque eran considerados buenos amigos por parte de la prensa quienes alguna vez los habían sorprendido hablando a solas

Y por más que yo intentaba evadir amablemente la plática no desistió en ningún momento y no fué hasta que yo luchaba con todas mis fuerzas por no quedarme dormido escuchándolo hablar, emitiendo únicamente débiles sonidos de afirmación en medio de la plática que se despidió y colgó el teléfono, nadamás apagué la luz, y abracé a aquel lindo rubio que llevaba ya un buen rato dormido sobre mi pecho en la misma posición en la que estábamos hasta antes de la llamada.

-Descansa mi vida- dije depositando un suave beso sobre su cabeza para después quedarme completamente dormido.
...

Max

Abrí un poco mis ojos, cegado un poco por la luz mañanera, aún seguía sobre Checo quien aún dormía muy tranquilo, sin embargo ahora estaba volteado, con mi espalda sobre su pecho y sentía una leve presión sobre mi abdomen bajo

En eso escuché unos pequeños pasos corriendo, aproximándose a la habitación dejando ir toda mi esperanza de poder dormir un poco más

-¡papi!- dijeron al mismo tiempo el par de pequeños, un niño de probablemente unos 4 o 5 años, de cabello castaño claro y ojos azules subiendo rápido a la cama para acurrucarse a un lado de Checo, abrazándolo, mientras que la más pequeña, una chiquita de aproximadamente unos 2-3 años de cabello rubio oscuro, ojos cafés claro, casi ámbar y unas preciosas pecas adornando su rostro iba hasta mis brazos.