𝐒𝐇𝐄 𝐈𝐒 𝐌𝐈𝐍𝐄 ┃ ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ

V.

𝐎𝟓
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—Me gusta esta idea.—Mencionó aura acercando su cuaderno, para que Idara mirara aquellas palabras.

—Es buena idea, ¿cuál será el título?

—Rebel Girl.

—Se escucha bien.

Hace un par de días, james les dijo que era momento de un nuevo álbum, idara y aura comenzaron a escribir varias canciones. Y que mejor idea, que una chica rebelde.

—El álbum se llamará igual, escribiremos canciones sobre la adolescencia rebelde.—Dijo aura con emoción.

—Es una gran idea, sin dudas.

—Tenemos que poneros a escribir ya, este álbum tiene que salir lo más pronto posible.

Y fue así.

Pasaron algunas semanas, las canciones se escribieron y grabaron, el álbum acababa de ser lanzado y fue un total éxito, los CD'S se vendieron en cuanto fueron lanzados.

—Felicidades, linda.

—Gracias, kaulitz.—Le correspondió con una sonrisa.

Bill se acercó a aura, con cierta timidez.

—Hola bill.—Mencionó con una sonrisa.

—Hola, quería felicitarte por éste nuevo logro.

—Muchas gracias, fue bastante cansado pero valió la pena.

Bill tenía una caja en sus manos.

—Tu me regalaste tu brazalete, yo haré lo mismo.—Abrió la caja, era un bello anillo de oro blanco, con piedras violetas.

Aura sonrió con emoción, bill colocó el anillo en su dedo índice.

Aura lo abrazó, bill estaba algo nervioso pero correspondió, sus brazos se posicionaron alrededor de la cintura de la femenina.

—Muchas gracias, billy.—Muchos lo llamaban así, pero el que ella lo hiciera, hacía que su corazón latiera muy rápido y sus nervios aumentaran.

Idara veía la escena orgullosa, su amiga al fin encontró lo que siempre buscaba, su primer amor.

—Desearía que estuviéramos en la misma situación.—Pensó en voz alta.

—Nada lo impide, linda.—Le susurró, causándole escalofríos.

Idara lo miró, era la primera vez que alguien la ponía nerviosa.

Su corazón estaba en su contra, latía con tanta fuerza y sus nervios solo harían que se muriera ahí mismo.

—Solo por publicidad, kaulitz.—Le dio la espalda de nuevo.

—Podemos hacerlo realidad.—Dejó un beso en su cuello.

Estaba claro, en cualquier momento se iba a desmayar.

—No solo ella recibió un regalo.

Idara lo miró confundida.

Tom sacó una caja, la cual contenía un collar sencillo, ese tipo de collares eran sus favoritos.

—Es muy lindo.

—Date la vuelta, te lo pondré.—Idara hizo caso, retiró su cabello, sosteniéndolo con su mano.

Tom colocó el collar con cuidado.

Al ponérselo, tom volvió a dejar un beso en su cuello.

La piel de Idara se erizó.