𝐒𝐇𝐄 𝐈𝐒 𝐌𝐈𝐍𝐄 ┃ ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ

XIX.

𝟏𝟗
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Nos encontramos de regreso.

Entramos a la casa y encontramos a todos mirando la televisión.

—Suponíamos que tom te secuestró, id.—Dijo bill.

—No le metamos más ideas, cree que es una sugerencia.—Contestó la rubia.

Aura la guió hacia el sofá y la sentó entre ella y bill, el pelinegro la abrazó y la castaña igual.

—Siento que destruyeron tus entrañas, cuñada.

—Es una posibilidad.—Respondió.

Tom se sentó en el sofá y le prestó atención a la televisión.

—En otras noticias, un paparazzi declaró que no puede seguir callando.—Comenzaron a mostrar fotos de tom con otra chica.—Fotografió al artista, tom kaulitz junto a una mujer desconocida, el paparazzi declaró que no es la primera vez que los ve juntos, además de decir sobre sus citas desde hace ya más de siete meses.

Las lágrimas amenazaron con salir, tom solo me miraba, podía descifrar arrepentimiento...no debí caer.

Cada palabra era un golpe para mi corazón y una tortura para mi alama.

No podía creerlo, no de caer, sabía a lo que me enfrentaba, pero no pensé que sucedería, en realidad fui una estúpida.

—¿Enserio? ¡siete jodidos meses!

—Idara, yo te lo puedo explicar, lo que pas-
  
—Me importa un carajo lo que pasó, te dije hace tiempo, que no quería ser una más de tu historial..—Se quedó en silencio total.—Todos los regalos...¿Querías convencerme con cosas materiales?

—Idara yo te amo, lo lamento...enserio perdóname, la conocí en la gira y no se que sucedió...

—Sucedió que en ese entonces yo no existía...—Tomó su collar y lo arrancó de su cuello con fuerza, quitó el anillo de su dedo y entregó las joyas al de rastas.—No quiero estas cosas, no quiero nada que tenga que ver contigo.

—Idara, por favor perdóname.—Estaba a punto de ¿llorar? No lo sé.

—Fueron simples encuentros y besos, o te acostaste con ella, ¿lo disfrutaste? ¿Te gustó? ¡Respóndeme! ¡donde carajo estaba yo, en ese momento para ti!

El solo guardó silencio.

—Si...esa es la respuesta de tu silencio, un si.

Trató de irse pero tom la tomó del brazo, acto que a la rubia no le gustó, se separó y le dio una fuerte cachetada.

—Nada, absolutamente nada que ver, con el imbécil de tom kaulitz.—Salió furiosa de aquella casa.

Las lágrimas salieron sin fin, estaba rota por dentro, no era la primera vez que lo sentía, pero esta vez dolía con mucha más intensidad.

Bill salió de la casa y la abrazó, ella aceptó el abrazó.

—Nunca bill, jamás lastimes a aura así.

—Nunca lo haré, te lo prometo. Vamos yo te llevo a casa.

La rubia asintió, se subieron al auto de bill y fueron a la casa de idara y aura.

—Gracias por traerme.—Abrió la puerta para bajarse, pero bill le impidió que lo hiciera.

—No hagas lo mismo, que en tu relación con leonard, aura me contó como la pasaste y no quiero perder a mi mejor amiga.

—No te preocupes, ahora tengo más cabeza.

Bajó del auto y se adentró en su casa, fue a su habitación y se fue a su habitación.

Comenzó a llorar sin control, su pecho dolía mucho, se sentía estúpida por creerle.

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—Eres realmente una estúpida, ¿pensaste que te amaba tanto? —La rubia solo lloraba.—No amo a nadie más que a mi, todas desean estar conmigo y todos merecen una oportunidad.—La mano de la rubia estampó contra su mejilla.

—¡Me engañaste, otra vez! ¿Por qué...?¿Por qué me lastimas, por qué de nuevo?—Sin dudas estaba rota.

—Vamos linda, solo te quería en mi cama, pero tu me amas y no puedes dejarme.—Se acercó besando su cuello.

—¡No me toques!—Forcejeó.—¡Súeltame müller!—Logró empujarlo y le dio otra cachetada.

Leo la tomó por las muñecas presionandolas con fuerza, idara solo podía llorar.

—Que te quede claro, bonita.—Se acercó a su oído y comenzó a susurrarle.—Nunca más podrás ponerme un dedo encima, no te gustará  lo que haré..

—Súeltame, me lastimas...—Suplicaba.

Leo la soltó y salió de aquella casa, azotando la puerta con fuerza.

Cayó de rodillas y comenzó a llorar sin Consuelo.

—Primero eileen y ahora esto...¿que hice mal? ¿por qué me sucede tanta desgracia?

Miró sus rojas muñecas, al igual sus cicatrices.

Los recuerdos de aquellos aruñones y cortadas, todo por ese imbécil que la dejó marcada, tanto por dentro como por fuera.

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Miró sus brazos al recordar las cicatrices selladas del pasado, no quería abrirlas...no de nuevo.

—Eileen, te necesito...no quiero regresar a esa vida miserable, necesito de ti...

Solo puedo recordar la última vez que la miré y sus últimas palabras que escuché.

No saltes hermana.

Solo teníamos 14 años...

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ISAOF:
¡Capítulo diecinueve listo!

Hay muchas heridas del pasado por sanar...

Espero que este capítulo haya sido de su agrado y si fue así, agradecería su voto y comentario

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