𝐒𝐇𝐄 𝐈𝐒 𝐌𝐈𝐍𝐄 ┃ ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ

X.

𝟏𝟎
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—Por dios, gustav ¿por qué tan arreglado, rubio?—Preguntó idara.

—Saldré con leah.—Contestó arreglando un poco su chaqueta.

—Ya entiendo por que has estado saliendo, estás semanas.

—Gustav, ¿sabes dónde está georg?—Preguntó tom.

—Debe estar en su habitación, no sale de ahí por hablar con anisa.—Dijo tomando las llaves de su auto.—Nos vemos tortolitos, espero usen protección.

—No podremos hacer nada, con georg aquí rubio.—Dijo con obviedad.

—Nos vemos.—Se despidió yéndose.

—Bill y aura están en el cine, creo que voy a correr a georg.—Dijo tomando a la rubia de la cintura.

—No lo interrumpas, pronto saldrá de aquí, anisa regresa mañana.

Y como si lo hubieran invocado, el castaño bajó las escaleras con emoción.

—¡Anisa regresa mañana! ¿Por qué no me lo dijiste, rubia?

—Sorpresa.—Mencionó agitando sus manos.—Su vuelo llegará a las seis de la mañana, le gustan este tipo de perfumes.—Sacó un perfume de su bolso, y se lo lanzó guiñándole un ojo.

—Gracias.—Mencionó volviendo a subir.

—Ya quiero que llegue anisa y se lo lleve.—La volvió a tomar de la cintura y depositó un beso en sus labios.

—Como en ocho horas, se cumple tu deseo.

—Aprovecharé que sigue arriba.—Se refirió a georg, acorraló a la rubia contra la pared y la besó.—Lastima que solo serán besos.

—Aprovechalos, aura y bill, llegan en una hora.

—Entonces aprovecho. —Volvió a unir sus labios, en una profundo y apasionado beso.

(...)

—Buenos días.—Bajó idara algo adormilada, entró a la cocina y se encontró con tom, bill y aura, al parecer era la última en despertar.—Tan inocente que te conocí, bill.—Mencionó al ver a aura caminar.

El mencionado sólo se sonrojo.

—L-lo mismo digo.—Dijo en defensa.

—Yo no estoy coja, aún...—Dijo.

—Tu lo dijiste, aún.—Sus manos se enredaron en su cintura, y depósito un beso en si cuello.

Carajo, su voz ronca me hacía estremecer.

—Me encanta, como luce mi camisa en ti.

—Me gustaría haberla usado, por otra situación.—Le susurró al oído, el de rastas comprendió a lo que se refería y comenzó a jugar con su piercing.

Se escuchó como se abría la puerta principal.

Los cuatro salieron de la cocina, aura con ayuda de bill.

—Tan inocente que te veías, aura.—Mencionó la azabache al verla.—Debes contarme como fue.—Le susurró a la castaña.

—Lo haré.—Le dijo de la misma forma.

La azabache la abrazó con cuidado, saludandola.

—Por fin regresas.—La abrazó la rubia.

—Jane no me dejo regresar la semana pasada, tuve que hacer varios desfiles de moda y cuatro sesiones de fotos.—Dijo con cierto fastidio.—Aunque prefiero el modelaje, que estudiar educación preescolar.

—Igual lo hubiera preferido, estar entre demasiados niños es algo cansado.

—Además, no puedo cuidarme yo, no se que pasaría con esos niños si los dejan a mi cargo.

—¿Donde está gustav?—Pregunto el castaño.

—Debe de estar con leah.

—Mejor dicho, atrás de ti.—Mencionó el rubio detrás de georg.—Déjanos pasar, no eres fantasma.

Leah saludó a anisa.

—Que bueno que regresaste, esta noche vamos de fiesta, yo pago.—Propuso leah.

—Yo y aura no podremos ir, le duele un poco el cuerpo y me quedaré a cuidarla.

—Comprendo el punto.

(...)

Por la noche fueron al club.

Las chicas ya se encontraban bebiendo y bailando.

La rubia sintió como la tomaban de la cintura, así quedando frente a frente con esa persona.

—No me toques, imbécil.—Se separó de aquel chico

—Vamos a bailar, bonita.—Intentó acercarse de nuevo.

—Aléjate y no me toques.

—Déjala imbécil.—Interfirió anisa, leah se acercó a idara para que aquel chico no la volviera a tomar.

—Vamos linda, se buena y obedece.—Ignoró por completo a aquellas dos chicas y siguió insistiendo.

—No soy una animal, idiota. Yo no obedezco.

—No te hagas la difícil, linda.—La tomó con fuerza de la cintura y la besó, aquel chico la sujetaba con mucha firmeza, la rubia no podía soltarse de su agarre.

—¡Sueltame idiota!

Aquel chico no hacía caso, ignoraba por completo sus forcejeos, tomó una de sus muñecas con fuerza, está comenzó a arder....aún más que la primera vez.

Idara siguió forcejeando, logró zafarse, pero no pudo escapar, aquel chico la había golpeado, su nariz comenzó a sangrar y aquel chico la tomó de nuevo por la cintura con firmeza.

—Si no quisiste por las buenas, será por las malas linda.

La rubia sintió como la tomaban de la cintura, alejandola de aquel imbécil.

—¿Te lastimó?—La rubia solo asintió, gracias a las luces, tom pudo notar su muñeca y la sangre que salía de su nariz.

Miró al tipo con odio, gustav tomó a idara para que no cayera, debido a que esta se mostraba mareada y  leah limpio la sangre que salía de su nariz.

Tom se acercó a aquel tipo con enojo y lo golpeó.

—¡Ella es mía, imbécil! ¡Lastimaste  y tocaste lo que me pertenece!—En su mirada y su voz, podía notarse su enojo.

Aquel tipo sólo lo miraba con odio, se levantó del suelo he intento golpearlo, pero no lo consiguió, tom lo volvió a golpear, se subió sobre el y dio golpe tras golpe.

Aquel chico logró defenderse, pero la policía irrumpió en el club, llevándose a tom y a aquel chico.

Mierda.

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ISAOF:
¡Capítulo diez listo!

Me dio coraje con ese chico, hijo de la guayaba.

Espero que este capítulo haya sido de su agrado y si fue así, agradecería su voto y comentario.

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