𝐒𝐇𝐄 𝐈𝐒 𝐌𝐈𝐍𝐄 ┃ ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ

XXIII.

𝟐𝟑
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—La artista idara weber, al parecer sufrió un grave accidente después de dar su presentación. Se le vio al guitarrista tom kaulitz, llevarla en brazos hasta la entrada del hospital, donde rápidamente fue atendida.

Ya se estaban tardando, se veían muy silenciosos que llegué a suponer que no sabían nada.

—Por la información recaudada hasta el momento, sabemos que la joven artista ya se encuentra bien.

—Era de esperarse, ¿no?

—Pensé que no sabían, los paparazzis han estado muy silenciosos, pero al parecer no.

—Es otra de las cosas que te preocupa, ¿verdad?—Preguntó con preocupación en su tono.

Idara asintió.

—Quiero proteger a mi bebé, pero si los paparazzis siempre están ahí... no se que hacer.

—Este es el precio de la fama, id. Sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar, no te voy a dejar sola, saldremos adelante juntas.

—En algún momento se van a enterar, no podré ocultar la verdad para siempre, pero no me importa, solo quiero que nazca.

Que cambio de humor tan repentino.

🎸

Han pasado cuatro meses después de todo lo anterior, tom ha intentado hablar conmigo, pero yo no lo permito.

Siempre le dejaba en claro que con un perdón, aunque se arrodillara, no iba a volver con el.

Me encontraba cambiando mi ropa, debía ir con el médico, he estado comprando ropa más grande de la habitual, mi vientre ya se notaba y sin duda alguna sabrían de mi embarazo.

Aura me esperaba abajo, bajé de las escaleras y fuimos a ver a mi médico.

Al llegar tuvimos demasiado cuidado, los paparazzis me han estado siguiendo más de lo habitual, están comenzando a sospechar.

—Bien, recuéstate para realizar el ultrasonido.

Sentí el frío gel por mi vientre, aquella herramienta se deslizó por éste.

—La pequeña bebé, está bien y muy sana.

Un segundo,"la" bebé?

—Puedo afirmar que es una niña, aún es pronto, pero al parecer es de desarrollo rápido.

Idara esbozo una sonrisa, aura derramaba unas cuantas lágrimas de la emoción.

Su pequeña eileen.

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Idara lloraba sobre el pecho de su hermana, ya no estaba con ella, pero no podía aceptar ese hecho.

No quería aceptarlo, le arrebataron a su hermana, todo por ese maldito incendio.

—Eileen... hermana, debiste salir de ese lugar con vida, eras la única que me quedaba...

Eileen Weber, melliza de idara, no eran muy parecidas en físico, pero se puede denominar que se adoraban la una a la otra, siempre estaban juntas, nunca hacían nada sin la otra. Ambas hermanas perdieron a sus padres cuando tan solo tenían tres años, james las acogió, no las adoptó del todo pero si las crió, el fue testigo del amor que se tenían entre ellas, su lema siempre era "juntas hasta el final, somos tu y yo, contra el destino que atormentó nuestras vidas."

Días después, eileen fue sepultada, idara no se separaba de aquella lápida de mármol negro, lloraba sobre ella y repetía los momentos felices que vivió con su fallecida hermana.

Idara no podía con tanto sufrimiento, su hermana murió y su novio la engañaba mientras ella estaba destrozada.

Ambas, siempre se escribían cartas aunque estuvieran una a lado de la otra, sus regalos consistían en éstas que guardaban sus aventuras y tristezas.

Mi adorada hermana idara, adoro tu sonrisa, adoro compañía, adoro que seas mi hermana, le agradezco a mamá por traerte junto a mi, gracias a ti conozco el valor del verdadero cariño, aprecio y amor, gracias a ti sigo con vida. Enserio es gracias a ti, te adoro hermana y adoro que lo seas, mi querida hermana idara.

Esa fue su última carta, el último recuerdo que tenía de ella, igual la única carta que pudo seguir con ella, las demás solo eran cenizas.

—Recuerdas esa vez, cuando me resbale y caímos las dos juntas...—Decía entre sollozos.—O aquella vez cuando éramos niñas, tu muñeca se había perdido y yo te hice una nueva.

Las lágrimas se apoderaron de su ser, no podía parar de sollozar y llorar, no podía separase de aquella lápida.

✒

—Eileen es una nombre hermoso, id.—Dijo aura sacándola de sus pensamientos.

Idara sonrió al escucharla, ella sabía sobre su pasado, ella lo había vivido.

Gracias a aura, idara aún conservaba esa carta.

—Está muy sana, nacerá con muy buena salud si sigue así.

El médico le entregó una ecografía a la rubia, ella la tomó con un brillo en sus ojos.

(...)

—Id, bill me invitó a salir, pero no quiero dejarte sola, ¿qué respondo?

—Sal con el, hace meses que no sales junto a él por mi embarazo, aura no detengas tu relación por mi.

—Entonces... iré con el, pero no saldrás de aquí, debes cuidarte.

—Si jefa, no saldré.

—Más te vale.—Dijo.

Por la noche, bill recogió a aura, estaba segura de que no iba a llegar a dormir.

Escuché como tocaban la puerta, supuse que aura había olvidado algo.

Al abrir la puerta lo miré, después de meses volví a ver, después de tanto ignorar sus llamadas y mensajes, volví a ver ese rostro que hace mi corazón latía con rapidez.

Después de tiempo, lo volvía a ver de nuevo.

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ISAOF:
¡Capítulo veintitrés listo!

Ya sabemos que es el bebé, al igual sabemos aún más sobre el pasado de Idara.

Espero que este capítulo haya sido de su agrado y si fue así, agradecería su voto y comentario.

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