Slytherin

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- ¡Tenemos a Potter! ¡Tenemos a Potter!

Era el grito que se oía por todo el GC, proveniente de la mesa de Slytherin. Los gemelos estaban como locos gritando y aplaudiendo, siendo seguido rápidamente por Draco, Theo, Goyle y los estudiantes que aún no eran seleccionados.

La mesa de Slytherin aplaudió con fuerza al entender las palabras del sombrero, y se hicieron a un lado para que Harry pueda sentarse en donde le correspondía.

Y así siguió la selección, quedaban 5 niños y McGonagall siguió llamando.

A Lisa Turpin le toco Ravenclaw, le seguía Ron Weasley quien, para sorpresa de todos, fue a parar a Hufflepuff. Nombro a Blaise Zabini y este fue seleccionado para Slytherin.

Todos estaban un poco confusos, McGonagall ya había cerrado el pergamino y aún quedaban 2 personas esperando.

- Profesora McGonagall, puede volver a abrir el pergamino, se olvidó de mi.

Dijo una melodiosa voz desde al frente, McGonagall fruncio un poco el ceño y volvió a abrir el pergamino. Fue grande su sorpresa al ver que algunas palabras brillaban en el fondo, se aclaro la garganta y dijo.

- ¡Gaunt, Dafne!

En ese momento Dafne sonrio mientras observaba lo pálido que estaba Dumbledore y se sentó.

- Hola heredera de Slytherin, ¿lista para tomar lo que te corresponde? Tu y el joven Prince van a generar bastantes cambios en nuestra sociedad. Sin entretenerte más, tu casa elegida es...

- ¡Slytherin! ¡Su princesa a llegado!

Dafne sonrió y se quito el sombrero para luego dirigirse hacia Slytherin.

- Pensé que usarías el nombre muggle, ahora que les dirás a los que hablaste en el tren.

Fue el "reclamo" de Harry mientras le sonreía a Dafne.

- Solo tenemos que explicarles a los gemelos y Neville. No hable con nadie más en todo el trayecto.

Dijo sonriendo la pelinegra, se sentó alado de Draco y se colgó en su brazo.

- Me extrañaste Dragón, espero que si. Todavía tenemos muchas cosas que hablar.

Dijo sonriendo como Bellatrix haciendo que el peliblanco tuviera una cara de fastidio inmensa.

- No fastidies.

- ¡Draco no me quiere!

Dijo gritando.

- Tsk, cállate. Si te quiero pero cállate.

En ese momento un hombre corpulento se encontraba en el banco para ser seleccionado.

- ¡Gryffindor!

La mesa de los leones aplaudió, al igual que Ravenclaw y Hufflepuff. Debido a la rivalidad entre los leones y las serpientes nadie aplaudió por el recién llegado.

Harry por curiosidad regreso a ver al nuevo león y de la nada de empezó a reír.

Su risa heló la sangre de todas las serpientes.

- Hey, Draco, Daf. Miren al nuevo león.

Ambos volvieron a ver y también se pudieron a reír, pues era alguien muy conocido por ellos.

Nuevo viaje, nueva historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora