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Después de la muerte de Ai, la vida de muchos no fue igual. Reiko sintió que había perdido a la chica que fue como su segunda madre, tal vez por la cercanía de ese entonces, o cuando Ai cuidaba de Ruby y Aqua también la cuidaba a ella, la mimaba y jugaba con ella, le cantaba y la hacia dormir. La imagen de Ai le recordaba a su madre, que también fue idol como la chica de Strawberry Productions, ambas estaban muertas ahora, y el recuerdo de ellas vivía en el fondo del corazón de Rei. Tal vez no consideró a los gemelos como sus hermanos, los veía como mejores amigos, pero aquello se había desvanecido al pasar los años, la distancia los separó. También notó que para su padre fue una dura pérdida la muerte de Ai, se había vuelto una amiga muy cercana de él y simplemente un día, la vida de Ai llegó a su fin y él no pudo despedirse de ella.
Los dos no volvieron a tener contacto con los gemelos, o con Miyako y Saito, ni mucho menos con la empresa. El tiempo pasó y ella creció sola junto a su padre, viviendo en una enorme casa, pero se sentía vacía, como si no hubiera mucho amor en ese hogar, tal vez su padre se quedó pero no siempre estaba presente, viajaba la mayor parte del tiempo, cuando Reiko aún no era la suficiente grande como para cuidarse sola, Keisuke la llevaba con él para así poder cuidarla. Cuando ella cumplió 13 años, decidió quedarse en Japón, pues a los lugares donde viajaba ella no encontraba las mismas oportunidades de cumplir sus sueños que en su ciudad natal.
Y a partir de ese entonces, Reiko vivió sola, su padre la visitaba cuando tenía disponibilidad por el trabajo, por lo que cuando estaba ausente ella le escribía y hablaba con él pero entre más tiempo pasaba, él respondía con menos frecuencia, después pasaba más de un mes sin aparecer o saber algo de él. Suplantaba el amor, su presencia con dinero y cosas materiales.
A los 14 años ingresó a una escuela artística para futuras estrellas en el mundo del entretenimiento, era una empresa donde había diversas artes escénicas, desde baile, canto y actuación, hasta tocar un instrumento musical.
Su padre siempre la apoyó en lo que ella quería, por lo que no le importaba pagar un alto precio para ver a su hija cumpliendo sus sueños, él hacia lo que podía, la visitaba cuándo tenía tiempo, se quedaba con ella y esperaba que la vida de Reiko fuera buena.
