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Raida Sumiaki el representante de Magic Floor, una empresa de gestión de eventos, se encontraba ahora reunido junto Masaya Kaburagi en un restaurante; estában en una habitación para ellos solos disfrutando de la comida, pero no solo se reunieron para pasar el rato hablando y comiendo, tampoco para brindar si no para hacer negocios.
—¡Oh!, ¡He conseguido los derechos!— exclamó el de cabello blanco y negro.— es mi primera gran propiedad intelectual en mucho tiempo.— se notaba la emoción en su voz. —¡El manga de Tokyo Blade, tan popular que puede resultar intimidatorio!
—Oh si, lo conozco, mi hija vio el anime y se enganchó.— comentó Kaburagi.—cuando dices para el teatro, ¿es una de esas obras en 2.5D?— curioseó, queriendo saber más de los planes de Raida.
—¡Si, si!— asintió en un tono enérgico.—¡Y además me he asegurado de un presupuesto enorme!— mencionó elevando su tono de voz para hacer contraste a su emoción de pasión. —¡Esta vez lo haremos a lo grande!— manifestó, prestadole más atención al tema de su proyecto que a la comida frente a el. —¡Además el escenario está en un sitio muy bueno!
Tenía en mente girar el escenario 360 grados, usar intensivamente el CG y dar vida a la atmósfera del manga. Él posee de buen equipo que le ayudaría a tener una mejor producción que las películas de Marvel.
—También he conseguido la ayuda de la compañía de teatro Lala Lai para esta adaptación escénica.— mencionó.
—Que apasionado, me impresiona que hayas convencido al viejo Kindaichi. — felicitó Kaburagi.
—Por supuesto, tengo que agradecérselo al presupuesto. Las fianzas son ajustadas en todo el mundo del teatro.—expuso el hombre más joven. — Ahora sobre el reparto. Creo que puedo conseguir a Akane Kurokawa y a Demian Myōi de Lala Lai.— cambió de tema.— Pero dado el público, los chicos y chicas lindas son imprescindibles, me veo en la necesidad de traer algún miembro de fuera.— alzó su celular y le mostró a Kaburagi el contacto del reconocido Keisuke Matsuoka, al parecer planeaba hablar con él para pedirle algo.
