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Narra Reiko:
Los dos nos encontrábamos en el balcón, sin darme cuenta de lo que estaba haciendo, me giré hacia Aqua, encontrando consuelo en su presencia a pesar de que él permanecía estoico y malhumorado como siempre.
— si todavía no estas seguro, ¿por qué no intentemos salir primero?— pensé eso, sin darme cuenta de que no solo lo dije en mi mente y mis palabras flotaron en el aire.
Mi balbuceo fue lo suficiente fuerte como para que Aqua me escuchara.
Por una fracción de segundo, el tiempo pareció detenerse mientras Hoshino procesaba mi propuesta. Su ceño se frunció ligeramente, sus ojos se fijaron en los mios intensamente, buscando algún significado oculto en mis palabras. Y luego, lentamente, casi imperceptiblemente, su expresión se suavizó hasta convertirse en algo completamente distinto: algo cálido y acogedor que hizo que el corazón me diera un vuelco.
—¿qué dijiste?— preguntó Aqua sorprendido ante mí mención. No hizo aquel interrogatorio por que no me escuchó bien, de hecho me escuchó a la perfección; por la manera en la que lo pronunció creo que puede entender que él quería volver a escucharlo de mi.
Observé cómo la confusión cruzó por su rostro antes de convertirse en comprensión.
—yo...— las palabras se atoraron en mi garganta, tartamudeé poniendome nerviosa. Me aferré al barandal y me sudaron las palmas de las manos contra la frío metal.
—¿crees que puedas manejarme?— preguntó con voz seria y peligrosa, su tono me sedujo y me dí cuenta que había un desafío en sus palabras.
Se formó una tensión en el ambiente, y yo me sentía extrañada por el cambio de comportamiento y opinión de mi amigo, al principio actuó reservado y quería alejarme pero ahora creo que él me estaba dando una oportunidad para acercarme, como si se estuviera abriendo hacia mi.
Tal vez era mi imaginación pero parecía que Aqua era dos personas en un mismo cuerpo, y ahora su personalidad que actúa como un adulto amargado se había ido, dejando de que él se sintiera como el adolescente que desea experimentar diferentes cosas.
Después de indagar en mis pensamientos finalmente hablé. —¿a que te refieres con eso?— solté con duda, una parte de mi ya había captado sus intenciones pero otra me dijo que podía estar equivocada.
Actué con inocencia y timidez, aparté la mirada y lentamente me alejé de mi amigo.
Cuando retrocedí, Aqua aprovechó y comenzó a acercarse a mí, lentamente, vacilante, se inclinó hacia adelante, me arrinconó contra la pared, atrapándome entre su fuerte cuerpo y el frío metal de la barandilla. El barandal de metal detrás de mi espalda se volvió más caliente bajo la intensidad de nuestra cercanía.
Su lenguaje corporal exudaba confianza y dominio, mientras que yo me sentía pequeña a un lado de él, bajé la mirada para evitar el contacto pero Aqua con una de sus manos me sujetó de la barbilla, obligándome a mirarlo mientras que la otra la recargó en la pared del balcón, justo a un costado de mi.
Su mirada mantuvo la mía cautiva, pude notar en sus ojos que él también se sentia de la misma manera que yo.
Hoshino apretó un poco su agarre en mi barbilla para acortar la distancia entre nosotros hasta que nuestras respiraciones prácticamente chocaron, su aliento se mezcló con el mio en una danza tentadora.
Con la mano que tenía sobre mi rostro, él mueve su mano y la pasa por mi mejilla, trazando un camino ardiente hacia mis labios.
—quiero probarlos...— comenta Aqua con su mirada fija en mi boca.
Mientras él continuaba explorando mi boca con la yema del dedo, yo era incapaz de resistir la atracción de este nuevo deseo. Hoshino observó cómo yo los separaba ligeramente, invitándolo a tener más de mi.
Por una vez, ninguno de los dos habló; en cambio, nos comunicamos únicamente a través del tacto y el contacto visual.
No hacían falta palabras cuando todo lo que sentíamos estaba escrito claramente en nuestros rostros y en nuestras acciones.
No sabía a lo que los dos estábamos jugando, pero quemaba, no de una mala forma si no de una que disfrutaba.
Aqua es alguien que me intrigaba y tenía mucha curiosidad por él, su personalidad y sus sentimientos, quiero decifrarlos por que tengo el presentimiento de que él no es solo un adolescente común.
En ese momento no sabía por qué me estaba dejando llevar, tampoco sabía si él me gustaba o solo es alguien que me entretenía, pero esto no pudo pasar a más ya que hubo una interrupción.
Se escuchó en la planta baja el sonido de la puerta abrirse y de unos pasos entrar a la casa.—¡Aqua, ya estoy en casa!— exclamó Miyako, avisando sobre su llegada.
Él y yo nos quedamos quietos por unos segundos.
—¿Estás ahí?— cuestionó Miyako al no escuchar respuesta de su hijo adoptivo.
Él solo se alejó de mi, recuperó la compostura al igual que esa parte de él que lo convertía en alguien de edad adulta, claro hablando de personalidad.
—¡si!— respondió él para luego posar su mirada en mi.—y Reiko vino, dijo que te buscaba.— le hizo saber a Miyako que él estaba acompañado por mi.
La forma en la que me miró fue como si esto fuera un error, sus ojos transmitían arrepentimiento y duda al igual que su voz y expresiones. Estaba claro que él haría como si nada hubiera pasado por qué después de todo...no pasó nada.
Si a Aqua no le importó "esto" tampoco tendría que importarme a mi ni recordarlo, lo dejé pasar y concentré mis pensamientos en la razón por la cual había venido hasta acá desde el principio.
Comencé a caminar alejándome de Aqua, dejándolo solo en el balcón y mientras me dirigia hacia donde estaba Miyako comencé a pensar...
«Jamás podremos cruzar esta línea de amistad invisible que hay entre nosotros.»
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Esta es la continuación del final del capítulo 12 de la primera temporada.
En septiembre comenzaré a publicar los capítulos de la segunda temporada.