Under Your Eyes. "SeongJoong" [Finalizada]

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Parte de la vida es saber cómo enfrentar los momentos difíciles en nuestro día con día.

Seonghwa estaba listo para su próximo regreso a clases en un nuevo grado más superior, los jóvenes eran mucho más maduros a esa edad, muchos compendian los prejuicios que había entre los demás y el no discriminar tanto por su color de piel, discapacidad y orientación sexual, habían estándares con grupos diferentes que separaban a cada persona pero eso no impedía la sana convivencia entre todos. En cuanto escucho eso de su hermano se emocionó, la preparatoria podría ser diferente e incluso mucho mejor a cómo imaginaba.

La madre del menor se levantó temprano por la mañana ese día para consentir a sus hijos tanto el primero para uno como el regreso para el otro, era una preparatoria bastante liberal con los atuendos, podrías utilizar cualquiera que desearas y dictará tu corazón, no había necesidad de irte formal todos los días como otros lugares. Esa mañana Mingi se iba normal, camiseta lisa de manga corta con algún estampado callejero, sus pantalones ajustados, chaqueta de cuero negro y cabello desordenado haciéndolo ver cool, aunque sus cabellos terminarían algo mal cuando se quitará el casco, entre los demás alumnos el solía ser uno de los populares, algo bastantemente contrario para el menor, jamás sería popular, mucho menos con su condición.

— Mis pequeños, les he preparado algo de desayunar, este día es muy importante para los dos, y quiero que estén bien alimentados durante el transcurso del día — Confesó su madre observando cómo Mingi ayudaba al menor a bajar las escaleras, ante todo debía llevar su bastón a cualquier lado cuando tuvieran que salir, no quería tener otro accidente grave como el de la otra vez.

— Muchas gracias mamá — Agradeció el menor sonriéndole a su madre con bastante alegría en sus mejillas levemente rosas.

Caminaron pasos hasta la mesa donde su madre se encontraba sirviendo el desayuno junto a sus acompañamientos correspondientes, algo de jugo, tostadas, mermelada, y lo típico del desayuno, huevo estilo coreano, se veía preciosa la presentación angel los ojos del mayor, mientras él dudaba por comérselo debido a la presentación su hermano ya estaba terminando de comer, él tenía mucha más prisa que su persona, después de todo era su primer día.

—  ¡Esto está delicioso! — Mingi saboreo la comida de su madre antes de terminar su plato, se estaba haciendo algo tarde para irse.

Mingi por su parte no deseaba llevarse a su hermano, no por qué no quisiera que fuera con él, al contrario, pero admitamoslo, jamás había viajado en una motocicleta, conocía lo asustadizo que edad, terminaría por querer bajarse y tambaleaba la motocicleta, terminarían por tener un accidente, no quería lastimarlo.

— Nos vemos allá, pequeño — Desordeno los cabellos de su hermano menor y salió por la puerta que llevaba hacia el garaje.

El regreso a clases era diferente para él, no había grandes sorpresas, aún faltaba un año para terminarla por completo e irse a la universidad, para muchos podría parecer un transcurso muy largo pero realmente no lo era, cómo muchos decían, los días pasaban demasiado rápido, cuando menos te das cuenta ya te encuentras cursando un semestre de la universidad, pero por su parte iba a ser un poco más distinto, planeaba trabajar para ayudarle a su madre con la casa, no quería dejarla abajo, mucho menos cuando su hermano se encontrará escalando cada vez más algo en sus estudios.

Arrancó la motocicleta hacia la universidad, quedaba un poco lejos en el transcurso, debido a la distancia debía viajar a una velocidad moderada así llegaba mucho antes que su madre y también al mismo tiempo que sus compañeros, mejores amigos desde hace mucho tiempo. Aún no podía procesar la idea de que su hermano tuviera una cita con uno de sus mejores amigos, conocía a su familia y no le resultaba correcto que hicieras esa clase de cosas.

Se le vino a la mente al mismo instante aquella estruendosa pelea que había tenido con su padre cuando lo miro llevar a casa a su madre, la rabia le invadía como un océano simplemente aumentando en cuanto a intensidad. Pero en cambio de convertirse en rencor fue convirtiéndose en odio poco a poco, su cabeza comenzó a doler un poco, en ocasiones solía tener esos episodios de recuerdos constantes, cuando era más pequeño tenía algunos problemas para saber que era real y ficticio, tuvo que pasar mucho tiempo para cambiar ese aspecto.

Aceleró a la motocicleta apenas el semáforo cambió a rojo pensando que es color verde e inmediatamente dio continuidad a su camino acelerando, al cruce un automóvil al mismo tiempo manejo en dirección contraria, la anatomía de Mingi pudo sentirla como se elevaba un poco sobre el aire ante el impacto que logró recibir por parte del vehículo haciéndolo caer contra el pavimento, su motocicleta se arrastró a unos cuantos metros más y Mingi se golpeó su cabeza con todo y casco sobre una pared, sentía un dolor incontrolable apoderarse de cada extensión de su cuerpo, de entre el mismo casco escurrieron unas pequeñas gotas de sangre desde sus patillas hasta su mejilla, mientras sus otro hilo de saliva caía directamente desde su frente hasta la punta de su nariz, quedando inconsciente por el impacto.

Seonghwa era transportado hasta la universidad en el automóvil de su madre, tenía un cierto olor particular, podía olfatear un perfume bastante conocido para su persona, era algo extraño, una sensación desconocida estrujaba su pecho casi al instante, trago algo de saliva debido al recuerdo de esa sensación, podría tener discapacidad visual pero reconocía perfectamente mediante su olfato aquella fragancia, su ceño se frunció al imaginar de quién podría tratarse, mordió su propio belfo inferior así evitaba decir algo, últimamente había estado comportándose más valiente que antes, no tenía miedo de expresarse hacia las demás personas ahora, no como antes.

Antes de llegar a la universidad la madre de Seonghwa recibió una llamada, el timbre de voz lo mantuvo alerta, llevando su mirada hasta donde estaba su madre un poco curioso por la llamada. En ese instante escuchó por parte de su madre un sollozo, en cuanto soltó el teléfono comenzó a llorar, el menos estaba un poco confundido sobre la situación ¿Que había sucedido?

— Mamá, mamá ¿Que paso? ¿Por qué estás llorando? — Hizo el comentario el menor mirando en otra dirección, normal realmente eso.

— Mi-mingi.. — Su voz sonaba entrecortada, tratando de arrancar el vehículo para irse directamente al hospital donde se encontraba su hijo mayor. — Está en el hospital.. Sufrió un accidente.. — Sollozo, manejando a una velocidad sobrepasando los límite para ir al hospital lo más rápido que podía.

En ese instante sintió que todo el mundo se.le derrumbó, la persona que más quería había sufrido un accidente, su hermano mayor, la persona que siempre lo había defendido, comprendido, apoyado hasta ahora, el que siempre estaba con él, aquella noticia dió comienzo a un llanto por parte del menor..