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La mañana siguiente Seonghwa despertó, el sonido de los pájaros cantándole al hermoso sol inundó el silencio que permanecía en el interior de su habitación, sus ojos fueron abriéndose para ir recibiendo aquella visión tan hermosa del mundo, se sentía como un recién nacido, disfrutando los hermosos placeres del universo, como lo era ese día. Ayer cuando llego a casa después de tener una cita con su ahora novio su madre al enterarse que podía ver no podía dejar de llorar, estaba muy feliz aunque supiera que no era para siempre. Habían tenido una pequeña conversación al respecto.

Día anterior por la noche.

— Seonghwa ¿Cómo es eso que puedes ver? ¿Te hiciste una cirugía y no nos dijiste? — Su madre estaba muy confundida pero también muy alegre de saber que su pequeño podía ver claramente, lo contenta que estaba nadie se lo podía quitar, era un milagro.

— No mamá, el ya había vivido esto antes, en dos ocasiones, HongJoong me comentó que la primera vez fue cuando estaba en su casa, aquel día que fuiste a recogerlo por qué estaba lloviendo, la segunda ocasión fue con su mejor amigo Yeosang, logro verlo después de que el le comento al respecto de su relación hace una semana. — Mingi tomaba la mano de su hermano con mucha fuerza, a veces su madre era un poco sobreprotectora pero era tan comprensiva.

Los pequeños ojos rasgados de su madre no pudieron evitar comenzar a llorar, se sentía tan emocionada, contenta, feliz de que su hijo pudiera verla con claridad, como si nada del accidente hubiera sucedido, las pálidas manos femeninas con algunas manchas sobre su dorso sujetaron las manos de sus dos pequeños unidas.

— Estoy feliz, muy contenta de enterarme sobre esto, es un milagro mi pequeño, todos los días no dejaba de rezarle a dios para que pudiera regresar la vista, pasó mucho tiempo pero el ha notado lo bondadoso que eres, y lo especial también. — En sus labios se mostró una sonrisa, pero no era cualquier sonrisa, su sonrisa estaba mucho más allá de estar alegre, sus ojos brillaban, el bello amor de una madre se reflejó esa noche cuando depositó un beso sobre la frente de cada uno. — Los amo tanto mis pequeños. — Aunque ya eran grandes para ser pequeños, siempre lo serían para ella, eran su mundo, y siempre sería así.

Fin del recuerdo.

En los labios de Seonghwa se dibujó una sonrisa, levantó ambos brazos para estirarse un poco sobre la comodidad de aquella cama, ahora veía con claridad cada rincón de su habitación, podía cambiarse como el quisieras utilizar los colores que se le plazca, sin la necesidad de que su madre subiera y ayudará a vestirlo, ahora podía hacerlo todo, siempre se había cambiado solo, pero el escoger su vestimenta, entre otras cosas eran obra de su madre. Ya no más.

Tomo lo primero que se encontró, una camiseta de manga corta a cuadros rosas, una banda sobre la cabeza del mismo color y unos pantalones ajustados de mezclilla, si, ahora era un nuevo Seonghwa su cabello lo hacía ver fantástico esa mañana, rosas como el algodón de azúcar. Tocaba ir al instituto para unas pruebas finales que debían de completar, Seonghwa estaba a punto de pasar al último año de preparatoria, aquellas pruebas consistían en hacer servicio comunitario, pasar unos exámenes de nivel y participar en una carrera de relevos, Seonghwa no era muy bueno corriendo, desde que sucedió lo de su condición jamás lo hacia intentado, siempre lo excluían de esas actividades, para mayor precisión, por supuesto, por ello muchos maestros eran bastantes amables con él, pero ahora todo era normal, podía sobresalir con sus calificaciones o eso les mostraría a sus profesores ahora. ¿Estará dios de su lado? Eso esperaba, su madre estaba esperanzada por ello, y él, tenía esa gotita de esperanza en su corazón.

Seonghwa se acercó hasta el alhajero que tenía aún costado de su cama y tomó entre sus manos una cadena con la imagen de un santo (El que ustedes prefieran) y se lo colocó alrededor del cuello, cerró sus ojos, juntó ambas manos y rezo un momento antes de salir hacia el primer piso de su hogar, abajo le estaba esperando Mingi acompañado por su novio y su madre, los tres comiendo cómodamente en la mesa del comedor.

— ¡Seonghwa! Anda ven, quiero que conozcas a mi novio, no tuviste la oportunidad de conocerlo ahora que puedes ver. — Yunho le dibujó una sonrisa radiante al hermano de su ahora novio, moviendo una de sus manos de un lado hacia el otro en modo de saludo.

— Mucho gusto Seonghwa, es encantador conocerte, espero nos llevemos muy bien, quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que necesites ¿De acuerdo? — Extendió una de sus manos en dirección hacia el menor. El por su parte sujeto su mano con alegría y asintió.

— ¡Mucho gusto! Claro que sí, cuenta conmigo para lo que necesites, igual, por favor trata muy bien a mi hermano, es el mejor del mundo — En los labios del menor se formó una especie de mochin adorable, poniendo ojitos tristes aunque solo era una actuación.

— Por supuesto que sí, y tienes razón, es lo mejor. — echo un vistazo a su novio y le sonrió, Mingi igual devolvió esa sonrisa y se acercó a su lado rodeando sobre los hombros a su novio.

— Nosotros iremos al cine dentro de un rato, Seonghwa, HongJoong me dijo que te esperara en el parque cerca de casa ¿Quieres que te acompañemos? No conoces bien el camino y puede ser peligroso.— Advirtió su hermano mayor mientras deposita un beso sobre la frente de su novio.

Seonghwa negó, estaba decidido a querer explorar el mundo como se debía, hacerlo todo por su cuenta podría ser un nuevo reto, pero estaba dispuesto a enfrentar las consecuencias. Esa tarde de domingo quería explorar un poquito al respecto, aún faltaban muchas horas para ir al instituto y llevar a cabo esas prácticas, quería ver a su novio antes.

Under Your Eyes. "SeongJoong" [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora