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Después de haberse enterado del accidente que su hijo no alcanzo el tiempo para dejar a su pequeño hijo en la preparatoria, Yeosang observó como el automóvil donde su amigo viajaba se iba dejándolo solamente parado frente a la entrada, un poco desconcertado por la situación frunció el ceño confundido, el timbre sonó sacándolo de sus pensamientos por unos instantes, aquella burbuja donde se había instalado momentos antes se había deshecho explotando frente a sus ojos, el señor de cabello blanco que se encargaba de guiar a los alumnos al interior del dichoso instituto estaba llamando al menor para que pudiera entrar con comodidad, espero unos instantes más a su mejor amigo a ver si aparecía por algún lado, había una mínima posibilidad de que se hubiera bajado unas cuadras después, pero esa posibilidad desaparecer al instante en que se detuvo a pensar que en realidad no podía.

Su condición no lo permitía, se dio un golpe en su cien recordando, a veces era un poco olvidadizo en ese caso, el guardia que cuidaba la puerta volvió a llamarlo una vez más amenazando con dejarlo afuera del instituto en su primer día de clases, no debían de ser las cosas así.

— Vamos joven, las clases han comenzado, debe apresurarse aquí los maestros son muy estrictos.— Hizo el comentario aquel señor observando con suma atención al menor indicándole al mismo tiempo donde se encontraba su salón de clases más cercano, nunca antes había visto a ese joven rondar los pasillos del instituto, era normal que era nuevo. 

Yeosang asintió con un movimiento de su cabeza siguiendo el camino que era trazado por aquel guardia, los salones eran un poco grandes en cuanto a su longitud y anchura, algunos desde afuera podían verse ostentosos, una mueca se formó sobre sus labios mientras caminaba observando cada rincón del instituto, no solía caminar solo cuando se trataba del estudio, siempre había estado su amigo acompañándolo ante todo, ahora se sentía muy solo.

Un largo camino dirigía hasta las escaleras del segundo piso donde debía ir para su primera clase, su cabeza estaba un poco agachada ante esa soledad.

Comenzó a subir escalón por escalón con calma sin mucha prisa al hacerlo, sin darse cuenta que un alumno del mismo instituto bajaba los escalones con unos papeles sujetados por una de sus manos, Yeosang caminaba lentamente perdido en sus pensamientos por unos momentos, por un momento su equilibrio se perdió por completo cuando sintió como su cuerpo chocaba con algo más, mejor dicho, con alguien específicamente.

Debido a la altura de los escalones se tambaleó un poco, cuando estaba a punto de caer hacia atrás sintió que todo fue en cámara lenta, su cuerpo siendo jalado por la soledad externa hacia atrás, a punto de causar un accidente, accidente se detuvo en cuanto el joven contrario alcanzó a sujetar la mano masculina jalándolo hacia su persona, aquel pequeño jalón provocó que la anatomía del menor quedase contra el pecho ajeno, como si hubiera brindado un abrazo a un desconocido por desconsuelo, se enganchó con ambos brazos al cuerpo del individuo sin darse cuenta de eso.

Una enorme tranquilidad comenzó a inundar su interior junto a una sensación cálida, sus ojos se habían cerrado un poco ante ello, por otro lado el joven que había salvado su vida un poco desconcertado por el reciente abrazo si era considerado de tal manera fue algo sorpresivo, ambos se quedaron estáticos, uno por ser envuelto entre brazos tan delgados por una persona que no conocía y el otro por esa tranquilidad tan amena que le brindaba. Era extraño.

Un joven que corrió por las escaleras sin bajarlas todas desde una sección más arriba de la escena gritó el nombre del joven que era abrazado por Yeosang.

— Jongho, apresúrate el maestro está un poco molesto y te quiere acá.— Gritó desde donde se encontraba el nombre del chico sin importarle lo que estaba haciendo. Salió de sus pensamientos con esas palabras y apartó un poco al menor haciéndolo abrir sus ojos.

Yeosang abrió sus ojos en cuanto fue apartado, al darse cuenta de lo que había hecho sus mejillas se tornaron intensamente rojas, si no fuese por sus cabellos azules resaltaría su rostro de una forma inexplicable, inmediatamente se apartó un poco avergonzado, fue la única manera en que Jongho logro ver con detenimiento el rosado de sus mejillas y rojo de su rostro.

— Lo lamento mucho, no sabía lo que hacía.. — Se disculpó con una reverencia inmediata, aquella reacción le generó un poco de gracia al masculino, era un poco adorable. No pudo aguantar y alborotó los cabellos ajenos con suavidad.

— Tranquilo, debes de ser nuevo, no hay problema. — Dio unos pasos lejos del menor bajando las escaleras como era predicho antes, debía apresurarse debido al examen que estaba por hacer. — Te veré pronto, pequeño azulado. — Dijo aquellas palabras desapareciendo entre la pared que estaba aún costado contra las escaleras.

Yeosang se sonrojo bastante en cuanto escuchó aquellas palabras, de cierta manera su reacción le manifestó unos cuantos latidos a su corazón algo acelerados, estaba un poco alterado por ello. Trago saliva y continuó su camino hacia arriba, era un poco extraño debido a que se veía un poco más grande pero también era apuesto, no pudo evitar que ese pensamiento llegará a su mente en un instante, se sintió de cierta manera del por el simple hecho de que sentía que estaba engañando a Mingi.

— Pero qué te pasa Yeosang ¿Por qué te pones así? — Despabiló moviendo su cabeza de costado a costado formando un pequeño puchero entre sus labios.

Era un poco extraño encontrarse con alguien así, su uniforme parecía el de un chico liberal, su camiseta estaba desabotonada de la parte superior del cuello, suelta cubriendo la hebilla de sus pantalones, y su cabello estaba un poco alocado, se veía genial.

Oh no, nuevamente su corazón comenzó a latir con firmeza por pensar en ese aspecto tan liberal y fascinante, trago saliva debido a su resequedad y suspiro, la preparatoria sería divertida.

Under Your Eyes. "SeongJoong" [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora