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Las noches se hacían cada vez más largas, los días oscuros, desde pequeño había sufrido un accidente agravado a causa de un descuido

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Las noches se hacían cada vez más largas, los días oscuros, desde pequeño había sufrido un accidente agravado a causa de un descuido. Ante el descuido de su madre Seonghwa quedó ciego, los químicos derramados generaron problemas mayores para su pequeña presencia, mientras jugaba en casa su madre lo dejó encargado con su hermano mayor Mingi quien en ese momento descuidó sus responsabilidades dejando a su hermano solo en una habitación para estar mucho más seguro, en aquella habitación había ciertas sustancias en frascos sellados con tela, sin embargo, no sirvió esa pequeña precaución, ante el jugueteo, movimiento por parte del carrito portabebé golpeó la repisa donde se encontraban los productos peligrosos causando su derrame al caer directamente al suelo.

El sonido del frasco quebrarse causando un estruendo llamativo que se escuchó en las habitaciones posteriores y alrededor de la sala. Aquel accidente le costó la vida al pequeño bebé de tres años, desde entonces su vida cambió por completo antes de haber comenzado, sus primeros años de estudiante fueron difíciles para él, sus compañeros solían molestarlo a menudo por su discapacidad, no tenía ningún amigo hasta que apareció Yeosang un compañero completamente nuevo en su instituto venido desde el extranjero, llamaba mucho la atención por sus cabellos azules como un caramelo de mora azul.

Desde entonces se habían vuelto mejores amigos, lo acompañaba a todos lados, incluso solía ayudarlo al momento de caminar sujetando con firmeza su brazo, se habían vuelto bastante unidos esos pocos meses de haberse conocido, dejaba orgullosa a su madre por llevar a un amigo a su hogar después de tanto tiempo, estaba un poco cansada de ver tantas chicas entrar a su hogar por parte de su hijo mayor. 

— Hijo, les hice algo de comer, Yeosang vengan, sientense— Lo invitó la madre de su amigo, como era mayormente la costumbre desde que la conocía, era tan amable, un poco joven pero comprendía la situación al ser madre soltera. 

— Por supuesto que sí, encantado, muchas gracias.— sujeta del brazo a su mejor amigo con algo de firmeza ayudándolo a llegar hasta la mesa de la sala, no tenía problema con ayudar a su casi hermano, desde que conoció a Seonghwa pudo darse cuenta del verdadero ángel que era, sentía lastima por todas aquellas personas que no habían decidido conocerlo, se estaban perdiendo de una grandiosa persona. 

— Te agradezco por todo Yeosang— Seonghwa podía tener su mirada completamente perdida como si estuviera distraído mirando a la nada, sin embargo, eso no descarta que sus ojos eran preciosos a simple vista, con ayuda de su mano haciendo uso del bastón que solía tener en casa se aproximó poco a poco a la mesa, agradece tener personas que lo amaran y quisieran para ayudarlo en su condición. 

Esa tarde Mingi había estado encerrado en su habitación casi todo el dia despues de haber llegado de la universidad donde pronto estarían ambos cursando dentro de algunos meses más del instituto, antes de sentarse a cenar por la hora que era, regularmente solían cenar a una hora determinada como lo eran las seis de la tarde, ambos bajaron, una chica bastante hermosa de cabellos rubios, un poco más baja que la de Mingi, vestía una falda corta por sobre sus rodillas y una blusa tipo top mostrando su cintura delgada.

Yeosang se dio cuenta primero sobre la presencia de aquella joven antes que los demás, ver como Mingi bajaba detrás de la chica colocandose su camiseta mientras bajaba provocó que su corazón se estrujara de un momento hacia el otro, en cuanto el mayor se dio cuenta de la presencia del peliazul, pudo ver como alcanzó a desviar su mirada hacia abajo un poco triste por lo que acababa de ver en ese momento. 

— Nos vemos luego, Oppa, estamos en contacto.— Aquella chica guiñó uno de sus ojos hacia el mayor antes de darle un fugaz beso, como era de esperarse eso también fue visto por el menor. 

Después del beso aquella chica se fue dejándolo completamente solo. Conocía perfectamente el comportamiento del mayor desde que lo conoció hace algunos meses por parte de su mejor amigo, los pasos del masculino iban acortando la distancia entre la sala donde todos estaban comiendo tranquilamente hasta ver el pánico que Yeosang estaba manifestando.

— Oh, discúlpenme un momento, mi madre me está llamando.— Por supuesto que era mentira aquello, Yeosang sujeto su teléfono e actuó como si estuviera hablando con su madre mientras se alejaba del lugar correspondiente alejándose al mismo tiempo también del mayor para evitar cualquier contacto.

Tardó unos minutos en el baño hasta que salió colgando el teléfono y regresó a la mesa donde Mingi ya se encontraba sentado comiendo lo que había preparado su madre. Desde el acontecimiento anterior había perdido su apetito, se sentía lleno pero también con ciertas náuseas.

— ¿Sucedió algo Yeosang?— La madre de Seonghwa se preocupo un poco al igual que su mejor amigo, en su rostro se notaba la preocupación aunque no pudiera verlo directamente como se encontraba.

— Todo está bien, me llamó por qué mi padre regresará dentro de unas horas y quiere prepararle una cena deliciosa, tengo que irme pero gracias por la cena, lo lamento si no pude terminarla. — Se disculpó con una reverencia, en ningún momento miró en dirección a Mingi y eso pudo notarlo a la perfección lo que solía desanimar un poco al mayor.

— Puedo llevarte en mi motocicleta, así no llegarás tarde. — Hizo el comentario Mingi sin tomar turno alguno, sin embargo Yeosang desvío su opinión.

— Nos vemos después, Seonghwa vendré por ti mañana ¿De acuerdo? Mi madre nos llevará — Seonghwa asintió feliz, hace tiempo no escuchaba la voz de su madre.

Yeosang se despidió de la madre del menor omitiendo despedirse del mayor, una reverencia fue suficiente para despedirse y salir de casa, aquel momento había sido un poco incómodo pero también había provocado un fuerte dolor en su corazón como una punzada que perforaba cada centímetro por décima vez. Sus lágrimas no pudieron ocultarse y salieron deslizándose por sus mejillas mientras caminaba a casa, no quedaba lejos de donde vivía su mejor amigo pero si tomaba tiempo llegar hasta ese lugar.

La noche había llegado, Seonghwa observaba por la ventana un oscuro abismo, solía imaginarse un mundo completamente diferente detrás del cristal aunque no pudiera verlo con lujo de detalle, sabía que ahí estaba y había lluvia de por medio, lograba sentir fresco el ambiente que entraba en mínimas cantidades por las rendijas de la ventana.

Había sido un día con muchas emociones, específicamente para su mejor amigo, conocía su dolor y también comprendía que no era sencillo.

Under Your Eyes. "SeongJoong" [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora