En cierto momento de la jornada, Nicholas comenzó a agradarme. Habíamos caminado hasta una especie de parque con un restaurante en frente que parecía más o menos accesible, teniendo en cuenta el poco dinero que teníamos. Pero la comida era casi asquerosa, y nos fuimos de allí de inmediato. Sentarnos en el pasto seco del parque parecía una mejor opción.
El viento le volaba el cabello y me recordaba a una película en blanco y negro que a Rose le encantaba, una de amor. Incluso así, con ropas sucias y viejas, era increíblemente apuesto; y descubrirlo, y admitirlo, significaba una complicación para mi plan de detestarlo.
Aunque hablamos durante horas, en un momento, ambos dejamos de hacerlo. Solo se oía el noble sonido del viento y de algunos pájaros a lo lejos. Observé cómo una niña jugueteaba con un pequeño gatito y extrañé la simpleza de mi infancia, lo que además de estar lejos gracias a mi edad, estaba lejos gracias a todo lo transcurrido.
-¿Alguna vez pensaste que estarías aquí y ahora? -me preguntó Nicholas, mirando hacia el frente.
-Sinceramente, no. Esperaba venir en dos años a Eyre.
Asintió con un movimiento de cabeza. -Yo también. Nunca antes había participado de la ceremonia el día de Los Cuatro Reinos, no sé por qué mi padre insistió tanto en que viniera esta vez.
En mi mente se proyectó una imagen de Ruffel obligando a Nicholas con el ceño fruncido y gritando. -Tu padre... ¿es muy duro contigo?
Me miró. Sus ojos se habían oscurecido un poco, quizás por el clima. -¿Por qué lo dices?
Me encogí de hombros. -Parece alguien serio.
Él no respondió de inmediato. -No creo que sea duro conmigo. El problema es que no tenemos una buena relación. Es decir, no tenemos una mala relación tampoco; no tenemos relación en absoluto.
-¿Cómo puedes no tener relación con alguien con el que has pasado toda tu vida?
-Ha sido algo así como un padre ausente. Mi madre es quien de verdad me conoce, a quien de verdad le debo todo lo que sé.
Comencé a arrancar pastitos. -¿Por qué tu madre sigue en Inner?
Nicholas se aclaró la garganta, como si en realidad no quisiera hablar de ello. -Mi tía está enferma. -Luego, cambió de tema. -Tú viviste con tu tía, ¿verdad? La hermanastra de tu madre.
-Sí. -El rostro de Rose frente a la ventana de Magalie me hizo estremecer. La última vez que la había visto. -¿Cómo lo sabes?
-Es lo que se dijo en cuanto te exiliaste. Pensé que quizás había sido una mentira.
-No lo fue. Y Rose hizo de mi vida la más interesante. Compartíamos tantas cosas...Era como una hermana mayor.
-¿La extrañas?
-Más de lo que quiero. Pero sé que la volveré a ver.
-¿Y tus amigos? ¿Sabían de Eyre?
-No-mentí. Se lo había contado a Magalie, pero sabía que ella no me había delatado.
-¿Y cómo se enteraron Los Mayores que estabas allí?
-¿Los qué? -pregunté. Nunca había oído esa expresión. Los Mayores.
Nicholas sonrió, y se cambió de posición. -Quizás hubiera sido mejor que tu tía te hubiese preparado. Ahora yo estoy haciendo su trabajo.
Arrugué la nariz, pero solo sirvió para que Nicholas sonriera aún más ampliamente.
-¿Recuerdas a las Siete Islas? -preguntó, y yo asentí, sintiendo que lo próximo sería una lección de historia. -Bueno, y sabes que además de Eyre, Inner, Perce y Swas, hay tres islas más.
