Capítulo 12

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El sonido de pasos junto a nosotros hizo que Nicholas se separara de mí. Solamente era un grupo de niños, pero que se apartara en ese entonces fue útil para cuando William apareció. Por un lado quería abrazar a Nicholas, pero por el otro, no quería que William me viera haciéndolo.

Parecía agitado, como si hubiera corrido kilómetros solo para llegar hasta nosotros. En cuanto nos vio, una sombra de alivio se le dibujó en la mirada. Saludó con un gesto de la cabeza a Nicholas e inmediatamente se dirigió a mí.

-Necesito tu ayuda-dijo, y en seguida agregó-.Greta la necesita.

Ni siquiera sé por qué me importaba Greta. Ella era la responsable de que la personalidad de William no fuera tan encantadora como al principio, aunque todavía no comprendía muy bien qué era lo que estaba pasando entre ellos dos. Pero Greta era vulnerable en el pueblo, y el resto de los habitantes utilizaba esa debilidad y les gustaba aprovecharse. Así que acompañé a William, con Nicholas detrás de mí.

El pelirrojo Gregory volvía a atacar a Greta, esta vez solo con palabras y a una distancia considerable de ella. Pero el resto de la escena que había visto hacía unos días era igual: la muchacha en el medio de ellos, que parecían leones muertos de hambre escupiendo palabras punzantes. Podía notar el destello de lágrimas en los ojos de Greta, y si alguna vez sentí un poco de envidia u odio hacia ella, me arrepentí. Nadie merecía ser tratado así, menos aún cuando se era inocente.

Al vernos, una sonrisa se le dibujó en el rostro. El resto de las personas se giró hacia nosotros. Desde lejos no me había dado cuenta, pero éste era un repertorio de gente distinta. Eran todos adolescentes, más o menos de mi edad, o la de William, quizás algunos un poco mayores. Todos parecían conocerse entre sí y a Greta también. Pero no estaban precisamente teniendo una conversación amistosa.

-¿Los defensores de los pobres al rescate de nuevo? -Era la misma chica rubia de la vez anterior. Ahora, vista de cerca, sus gestos de la cara me recordaban un poco a Rita.

Yo estaba a punto de decir algo, pero Greta fue más rápido. - ¿En serio quieres repetir el momento?

La chica retrocedió, como si temiera de Greta, aunque probablemente lo hiciera. Se aferró del brazo de un chico alto y robusto que tenía cara de castor, y era igual de rubio que ella. Quizás fueran hermanos.

-¿Otra vez aquí, Gregory? -En el tono de voz de William había un notorio tono de amenaza. Era una respuesta retórica, pero Gregory no pareció captarla.

-Vine para hacer justicia. -En sus ojos se reflejaba algo de valentía, como si hubiera juntado coraje para enfrentarse a un tipo como William. -Mi madre fue asesinada por el lobo. No eres el único victimario aquí, aunque odies saberlo. No todo se trata de ti y de tus amistades y conveniencias.

Me pregunté cuántas personas habían sido cazadas por el lobo, y comencé a pensar lo atrasada que la sociedad de Eyre estaba en comparación con el resto del mundo. En realidad los hombres lobos no existían en los cinco continentes restantes (y yo todavía cuestionaba su existencia en Eyre), pero los lobos sí existían, y eran cazados por el hombre, no al revés. Por un segundo me imaginé a cualquiera de los plebeyos de alguna de las Siete Islas en Estados Unidos y casi sonreí al pensar la reacción de horror que probablemente tendría.

Regresé a la situación. Will apretaba los puños, intentando contenerse de golpear a Gregory. -Greta no asesinó a tu madre, ni a Lizzie, ni a nadie de las víctimas del hombre lobo. Greta no es una mujer lobo.

El chico junto a la muchacha rubia alzó la voz. -¿Y se supone que tenemos que creer en tu palabra? Creo que todos sabemos lo mentiroso que eres.

The Golden Age (La Era Dorada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora