♥Atrapado por tu amor♥ [PAUSADA]

Un día juntos

Yui había salido de la habitación después de que Subaru se lo había pedido, ahora solo Mei y Subaru se encontraban en la sala de música, nadie se había atrevido a hablar, Mei tenía la cabeza baja para que el vampiro no pudiera ver sus sonrojadas mejillas y su sonrisa de satisfacción al ver que él había vuelto por ella mientras que Subaru se encontraba mirando fijamente a Mei, viendo cada leve movimiento que ella hacía.

- Mei -. Se atrevió a decir. La azabache guardó su sonrisa, levantó su cabeza y sus ojos se encontraron con los de él.

- ¿Si? -. Trató de sonar indiferente pero no pudo, el gozo y la alegría se encontraban bailando en su cabeza y corazón.

- Yo...quería disculparme por lo de hace rato - tragó duro - Nunca tuvo que haber pasado -. La azabache sintió como algo se destruía por dentro, talvez su corazón al escuchar esa cruel oración"Nunca tuvo que haber pasado" ¡Maldito Subaru!

Otra vez los sentimientos de humillación y tristeza se apoderaron de ella, sintió las lágrimas acumularse en sus ojos "Nunca tuvo que haber pasado" "Nunca tuvo que haber pasado" "Nunca tuvo que haber pasado".

Subaru observó como la azabache nuevamente bajaba la cabeza, esperó unos segundos y entonces vió pequeñas gotas cayendo al suelo, eso era justo lo que quería evitar.

- Pero... - vió como Mei subía la cabeza y en su mirada se podía ver la esperanza reflejada - No significa que me arrepienta -. Sonrió levemente.

¡Sonrió!  ¡Sonrió!  Nunca en su corta estadía allí había visto sonreír a Subaru. Le devolvió la sonrisa, era una sonrisa tierna y pura, Subaru sintió que se estremecía por el gesto de la azabache ¡¿Que demonios le había echo esa estúpida mortal?!.

- Ahora pierdete -. Salió de la habitación. Mei sonrió aún más, sabía que Subaru era así, hacía un gesto lindo y después se iba...ya empezaba a convivir con eso.

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Se encontraba en el jardín pensando en que estarían haciendo Mei y Subaru en este momento,cuando había salido de la sala, se había quedado para escuchar algo pero solo se escuchaba un silencio abrumador, así que decidió irse hasta perderse en algún lugar por eso se encontraba ahí en el jardín de rosas azuladas y rojas.

- Chichinashi, ¿Dónde habías estado? -. Escuchó la voz que hacía que su corazón latiera con fuerza.

- Ayato-kun...- volteó para encararlo - Estaba con Mei en la sala de música -. Sonrió

Ayato avanzó hasta ella y se sentó a su lado, arrancó un rosa y la colocó en el cabello de Yui.

Yui ya estaba acostumbrada a que la tratará de esa manera tan tierna cuando estaban solos, sabía que cuando estaba con alguno de sus hermanos la trataba como una pertenencia más de Ore-sama pero cuando solo ellos dos estaban..sabía que solo era Yui, su Yui porque ella era solo de él como él era solo suyo.

- Gracias -. Agradeció la rosa roja que colgaba en su pelo.

- ¿Por qué tanto interés en sabe porque Subaru se levanta de la mesa si aún no ha terminado su cena? -. Celoso, estaba celoso, en su tono se podía descifrar fácilmente los celos que sentía hacía Subaru en esos momentos. Yui le sonrió para tranquilizarlo y para que confiará en su amor.

- Porque desde que llegó Mei, siempre le ofrece su asiento para que ella coma -. Dijo serena

- Es problema de él, a lo mejor el siente algo por esa humana igual que y...-. Calló en súbito al reconocer lo que iba a decir. Yui lo miró esperando a que siguiera.
- ¿Al igual que quién? -. Preguntó animada mientras se ponía de rodillas frente a Ayato y lo jalaba de las mangas de su camisa.