Probando el dulzón del amor

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- Porque me recordó a mi-. Sonrió levemente. Siempre de niña había deseado ser salvada por alguien, ser protegida por alguien...sentirse amada por alguien.

- Mataste a tres personas-. Dijo Yuma alterado

- ¡Ellos se lo merecían!-. Contradijó Mei...¿Cómo podían reprocharle el ayudar a una indefensa niña?  ¿Por qué la hacían sentirse como la mala?  ¡Ellos eran los malos!...no ella, ella solo había seguido sus impulsos ¿Qué tenía de malo? Que se jodan, no pensaba sentirse culpable por la muerte de esos hijos de Satán.

- Mei pusiste tu vida en riesgo-. Mencionó Ruki

- Es mi vida, no la tuya-. Susurró cabizbaja Mei.

- Solo estamos protegiendote-. Trató de hacerla razonar.

- ¿Protegerla de qué?  Conmigo basta ella no los necesita-. Amenazó Subaru. Todos lo miraron sorprendidos él había defendido a Mei.

No estaba del todo en contra con la acción que hizo la azabache, notó que ella no era tan fría como lo demostraba. Pero también estaba el hecho de que pudo haber salido herida, de todos modos ellos no tenían derecho a obligarla ni a reprocharle nada. Hace unos meses ellos siquiera se preocupaban por ella y ahora vienen y le dicen eso. Lo que terminó por cabrearlo.

- Subaru...-. Susurró la azabache llamando su atención. Él la miró atento - Vamos a dormir, no vale la pena hablar con personas sin corazón-. Jaló un brazo de Subaru y subieron a la habitación de Yui.

Ella los había llamado personas sin corazón, cuando miró sus ambarinos ojos pudo ver la desilusión y la tristeza revueltos en ellos. Se les rompió el corazón al ver como la que una vez fue su amiga irse con uno de lo Sakamakis. Ruki hizó una señal para que sus hermanos lo siguieran y así abandonar la mansión.

No valía la pena seguir discutiendo.

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- Tengo sueño-. Bostezó mientras se dejaba caer sobre su doncella de hierro.

- Ayato-kun, ¿Cómo son la bodas de vampiros? -. Preguntó mientras se acostaba con él. Ayato rió sonoramente ganándose un golpe de Yui.

- ¿Cansada de buscar en libros absurdos? -.Preguntó burlón

- Cállate-. Susurró sonrojada. No sabía que Ayato la había visto buscando ese tipo de información.

- Respondiendo tu pregunta, las bodas de vampiros no son muy comunes...solo tenemos romances de una sola noche-. Yui se sonrojó aún más. Se refería a noches de pasión, dónde no importa con quién te acostabas solo querían satisfacer sus apetitos carnales.

- ¿T-tu has t-tenido romances de una sola noche?-. Preguntó sonrojada. Ayato sonrió con ternura. Su joven prometida aveces podía llegar a ser muy adorable.

- Si-. Dijo serio - Pero no le hacía lo que te voy hacer a ti-. Se pusó encima de ella empezó hacer cosquillas mientras besaba con adoración sus labios, lamió su labio inferior, Yui abrió la boca permitiendo que su lengua acariciase la suya.

Siguió su ardientes besos hasta su cuello, dio pequeños mordiscos dejando marcas. Yui no paraba de gemir, solo Ayato sabía sus puntos débiles. Quitó la blusa de Yui y acarió sus sensuales lomas por encima del sujetador. Yui gimió más fuerte.

Cuando ambos estuvieron desnudos, colocó las piernas de Yui alrededor de su cadera y se amaron de la única manera que sus cuerpos sabían hacerlo.

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- ¿Qué piensas hacer con la niña?-. Preguntó.

- La cuidaré, no me interesa lo digan ellos-. Aseguró.

♥Atrapado por tu amor♥ [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora