Escuchando tu versión de la historia

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Después de la maravillosa noticia de Yui, habían decidido terminar de cenar, esta vez Mei pudo comer al mismo tiempo que los demás aunque debería estar feliz por ello, eso no ecplisaba la presencia de los Mukamis.

Yui podía sentir la tensión en la mesa, observó como Ruki mirada de reojo a la azabache, esta solo parecía incómoda por la atenta mirada de el vampiro.

Subaru por su parte tranquilizaba a Mei con la mirada, cuando sus miradas solían encontrarse él sonreía ocasionando el mismo gesto en Mei. Lo que hacía que estuviera más tranquilo.

Terminado de comer, Yui se ofrecía para lavar los utensilios, Mei se ofreció para hacerle compañía a la rubia. Sonrió al ver que Yui asentía gustosa.

Antes de abandonar la habitación, una mano agarró su muñeca, miró hacía atrás pensando que talvez era Subaru pero al ver la cara seria de Ruki, sintió miedo.

- Tienes que escuchar nuestra versión de la historia-. Afirmó

Mei intento zafarse de su agarre pero solo ocasionó que Ruki hiciera más fuerte su agarre.

Necesitaba que escuchara su versión, había estado muchos años en pena y todas las noches se lamentaba el haberla dejado. Cuando la vió en la mansión había pensado que otro simple ganado pero al escucharla decir su apodo de la infancia, lo hizo reaccionar entonces la vió con otros ojos. Estaba echa toda una mujer, aquella niña con sus sonrojadas mejillas y su inocente sonrisa se había ido dejando una joven con carácter fuerte y firme. Sabía que sus hermanos también deseaban aclarar las cosas con la azabache, en espacial Azusa. Para Azusa, Mei hacía el rol de madre, para él el haber dejado a Mei lo había destrozado, tanto que había empezado hacer cicatrices y cortadas en sus brazos.

- No tengo por que hacerlo-. Cada palabra era dicha con tanto odio, que hizo que Ruki se impresionará.

Nunca en su vida, Mei le había hablado así, definitivamente había cambiado estos últimos años.

- Deja de ser tan malditamentente orgullosa-. Su agarre se hizo más fuerte, su poco paciencia se estaba acabando.

Mei lo miró fijamente, ya no intentaba zafarse. Ruki pensó que lo había logrado, soltó su agarre y sonrió.

La azabache sonrió al cumplir su objetivo. Librarse de Ruki. Se agachó y limpió la punta de su bota mientras taradeaba una melodía, se levantó y vió a Ruki con una sonrisa, levantó su pie y le pego una patada en la entrepierna a su amigo.

Ruki miraba curioso cada acción de ella, hasta...hasta que sintió un fuerte dolor en su entrepierna. Bajo la mirada y vió la bota de Mei clavada en su entrepierna. Cayó de rodillas por el fuerte dolor. Vió a Mei alejarse por lo que agarró su pie haciendo que ella cayera se golpeara contra el suelo.

- ¡Bastardo! -. Gritó, golpeó la mano de Ruki para que la soltará pero este solo se reía a carcajadas mientras señalaba su cara. Sintió el sabor metálico de su sangre, llevo la mano a su labio inferior y sintió la sangre allí.

Todos los ojos estaban puestos en el labio inferior de ella, le brillaban los ojos puesto de que había sangre allí. Lamió su labio, eliminando todo rastro de sangre.

- Vas a oír-. Dijo Ruki mientras se levantaba.

Kou agarró a Mei, como si un saco de patatas fuera. Mei empezó a golpear la espalda de Kou, mordió su hombro y Kou rió.

- Deja eso para la noche, traviesa-. Se burló. Mei se sonrojó.

- C-callate-. Bramó la azabache sonrojada.

Los Mukamis se llevaron a Mei a la limusina de ellos, necesitaban un lugar privado para poder contar su relato y con los Sakamakis en la mansión no iban a poder.

Ruki abrió la puerta de la larga y negra limusina, Yuma fue el primero en entrar, después Azusa, después entró Kou con Mei aún en su hombro y por último Ruki, quién cerró la puerta, no sin antes avisarles a los demás.

El ambiente era tenso y abrumador, nadie se atrevía hablar. Mei miraba por la ventana el jardín de la mansión Sakamaki, fingiendo que no le importaba pero la verdad era que la angustia se la comía por dentro.

- Mei-. Susurró Kou rompiendo el incómodo momento.

- ¿Qué quieres?-. Preguntó indiferente

- Oh vamos, tu bien lo sabes-.Se burló. Mei masculló algo intendible para los vampiros.

- Contigo...-.Empezó Ruki -Pasamos momentos increíbles, reíamos mucho ¿Lo recuerdas no?-. Asintió.

- ¿Por qué se fueron?-. Preguntó manteniendo una postura firme y fuerte, no iba a llorar tampoco gritaria, iban hablar como personas maduras.

- Karlheinz llegó un día al orfanato y nos....-. Mei lo interrumpió.

- ¿Quién es Karlheinz y porque los eligió a ustedes?-. Preguntó alzando un poco más la voz.

Tomo una botana de aire y trato de tranquilizarse, las manos le empezaron a temblar al igual que sus piernas pero trataba de mantenerlas quietas, no quería lucir incómoda ante ellos.

- Karlheinz es un vampiro poderoso y creemos que tiene algo que ver con la madre de Ayato, Raito y Kanato y no sabemos aún porque nos eligió a nosotros-. Dijo Yuma

- Talvez porque vio lo atractivo y masculinos que somos-. Comentó Kou haciendo poses y besando su bíceps. Mei sonrió, cuanto había extrañado su sentido del humor.

- Continuando con la historia-. Afirmó Ruki malhumorado - Él nos ofreció convertirnos en vampiros para poder cumplir nuestro deseo de matar a los del orfanato-. La azabache lo miró sorprendida.

- ¿Vampiros?-. Todos asintieron.

- Lo dijimos en nuestro reencuentro-. Comentó Yuma con un tic en el ojo.

- Sobre eso-. Sonrió apenada - Estaba furiosa y no escuche nada de lo que dijeron-. Se rasco el cuello.

Todos miraron la acción de Mei, ella solía hacer eso cuando eran niños. Cuando la conocieron ella solia rascarse cuando estaba nerviosa porque se originaban unas ronchas en la nuca.

- ¿Ronchas? -.Dijo Azusa.

- Si, no se han ido-. Dijo malhumorada mientras golpeaba el suelo de la limusina con su pie en signo de frustración. Todos rieron ante la acción.

- Prosigamos-.

- Bien, cuando él nos propuso eso lo pensamos mucho-. La miró a los ambarinos ojos - Encerio mucho-. Afirmó Ruki.

- Aquel día que fuimos al lugar secreto, nosotros sabiamos que ibas a irnos y que Karlheinz iba a ir al orfanato para que escogieramos nuestra decisión-. Dijo Yuma, al ver la mirada furiosa de Mei, prosiguió - Queríamos que pasaras el mejor día-.

- Pues no lo hice-. Rectificó Mei , se cruzó de brazos y asintió con su cabeza para que continuara.

- Si lo sabemos, Mei-. Susurró Azusa

- Pasaron muchos años desde que nos fuimos, nos volvimos más sexys y todo eso-. Bromeó Kou - Pero nada era lo mismo sin ti, Mei-.La miró fijamente.

- Fuimos crueles al abandonarte por eso queremos tu perdón, Mei-. Mencionó Ruki.

Mei pareció pensarlo, asustando a los demás.

- Perdona a este Idol-. Se burló Kou

La azabache sonrió y asintió con la cabeza, no podía seguir guardando rencor con ellos, simplemente no podía, los extrañaba tanto y ahora tenerlos ahí al frente, rogando por su perdón la llena de felicidad. Por fin todo volvería hacer como al inicio. Bueno ahora debía ayudar a Yui con los preparativos de la boda ¡Vaya semana la que le esperaba!

Continuará....

♥Atrapado por tu amor♥ [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora