CAPÍTULO 46

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Lo primero que me vino a la mente tras la noticia de La Limpia fue el rostro de Lena, pero después le siguió el de Tony, Rose y el de los miembros de la Rebelión. No me iba a interponer a La Limpia si bien debía de ser justo con ellos y avisarles de lo que iba a suceder, tenían derecho a defenderse. Así que no me hizo falta pensarlo mucho: debía de bajar al Sector 4 e informar a Lena.

Una vez tomé la decisión compré online un billete de autobús que me bajara al Sector 4. Luego me marché a casa de Bruno para preparar una escueta mochila, fue en ella donde me encontré con Mark. Al principio pensé que era por la noticia que me había dado Sussie, pero resultó que no era así, se había acercado porque había habido un incendio en los laboratorios donde habíamos estado encerrados. No le di mucha importancia, en esos momentos me preocupaban cosas más importantes, como que en dos meses la casa de Lena desparecería. Sin embargo, cuando Mark se dio cuenta de mi mente dispersa me obligó a sentarme para que escuchara todos los detalles y la verdad es que fueron perturbadores.

Durante la noche un incendio, de procedencia desconocida, había quemado por completo el edificio. Todo el material y el personal que trabajaba en él habían sido víctimas de las llamas.

—¿El doctor Myers también? —pregunté atónito.

—El doctor Myers también.

Me quedé en silencio pensando en la noticia que me acababa de dar Mark.

—¿Y los sujetos?

Mark alzó los hombros.

—En las noticias no han dicho nada sobre ellos.

¿Qué iban a decir si estaban completamente manipuladas? ¿Qué el Gobierno experimentaba con humanos para convertirlos en monstruos? No, eso no los dejaría en buen lugar. Se habrían desecho de los cuerpos sin decir nada, aunque... siempre se podían encontrar pruebas. Habrían necesitado personal que les ayudase a ocultar los cadáveres. A menos de que hubiesen sacado los sujetos antes de que se incendiase el edificio. Pero en este supuesto me venían otras preguntas como: ¿por qué el Gobierno había decidido quemar sus propias instalaciones? ¿Y por qué precisamente estas?

—Hay algo más. —Miré a Mark serio, su gesto era tan sombrío como el mío. Parecía que hoy abundaban las malas noticias—. No he conseguido contactar con Jason.

—¿Crees que estaba en las dependencia cuando ardieron?

Negó con la cabeza.

—No, era su día libre.

—Bueno, conociéndole quizá no se haya dignado a cogerte el teléfono —comenté, aunque tenía bastante claro a lo que se refería Mark. Aquello olía muy mal—. ¿Has hablado con Alex?

—Todavía no, quería hablar contigo antes.

Asentí agradecido.

—Yo me encargo de hablar con él, no te preocupes. —Alzó las cejas sorprendido y enseguida supe qué le pasaba por la cabeza: ¿yo hablando con Alex?—. Tengo un billete de autobús para bajar al Sector 4. Sale en veinte minutos.

Las cejas de Mark se elevaron más aún, tanto que me preocupó que salieran disparadas al techo, así que decidí contarle lo que me había dicho Sussie esa misma mañana. Cuando terminé me propuso acercarme él mismo a casa de Lena, rechacé el ofrecimiento con la excusa de que debía seguir intentando contactar con Jason, si bien la realidad era que prefería que no entrara en el Sector 4.


Observé a través de los cristales translucidos por el polvo acumulado los edificios cascarillados y llenos de grafitis. Por fin habíamos entrado en el Sector 4, nos habían tenido más de media hora retenidos en el muro. Al principio me puse nervioso creyendo que era un control de identidad, sin embargo pronto me di cuenta de que el motivo eran unas obras que se estaban haciendo en el muro. Por las ventanas sucias no pude apreciar bien qué trabajos estaban realizando pero parecían que lo estaban reforzando.

Sector 0: La Rebelión (libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora