Khrista's POV
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Me desperté por el dolor de cuello y el ruido que provenía de la televisión. Me había quedado dormida en el sillón, aún tenía el abrigo de Tom como cobija.
Poco a poco me reincorporé y lo vi durmiendo en la otra esquina del mueble, se veía como un querubin.
Me levanté del sofá, calzandome mis pantuflas de cobarde el perro cobarde y me acerqué a el chico para taparlo con su abrigo y robar el control de sus manos para posarlo nuevamente en el sofá. A todo esto, Bill me estaba mirando.— Buenos días, Bill.
— Días, Khris —refunfuñó. — Buenos serían si tuvieramos comida.
— ¿¡No hay comida!?
Parecía que el mundo se había derrumbado, ambos lloriqueamos. Le dije que se quede tranquilo y entré a el baño para acicalarme, luego vestirme rápido e ir con él a la tienda.
Tomé algo de dinero y los dos salimos de la van con algunas bolsas de tela para la mercadería. Caminamos un par de cuadras hasta llegar a la avenida, donde estaría el mercado. Me dispuse a cruzar pero una mano me detuvo, Bill había tomado mi mano para traerme hacia él antes de que un auto me pisara. Le agradecí y riendo llegamos a la tienda.
Pasé entre las gondolas buscando la carne mientras mi acompañante buscaba la fruta y verdura. Obviamente ambos nos encontramos en el pasillo de golosinas.— Llevemos de todo un poco, por favor. —miró a los skittles. — Oh sí, estos. También raffaellos.
— Agarra lo que sea necesario. —sonreí y tomé varios paquetes de maní. — Mis favoritos.
— Uff, estos son deliciosos. Orgásmicos.
Reí reiteradas veces a medida que Bill "gemía" al agarrar todo lo que le gustaba. Llenamos todo un carrito de compras de dulces y cosas saladas y el otro tenía las frutas, verduras y la carne; comida básicamente.
Él y yo nos dirigimos a pagar con total felicidad, pasamos todo por la máquina y él sacó su tarjeta.— Yo invito preciosa, ¿Algo más?
— JAJAJA. — agarré de una canasta, y sin querer, una caja de condones. Bill la pasó. — ¡No, bobo, eso no!
Me reí nuevamente, él me miró confundido.
— Nunca sabes cuando lo puedas necesitar. Tal vez con tu novio o algo...
— No tengo novio.
— Da igual, por las dudas te los regalo, picarona.
Pagó y salimos del lugar en dirección a la van, los chicos nos estaban esperando totalmente hambrientos. Saqué algo de carne picada mientras el pelinegro iba guardando las demás cosas en la alacena y armé medallones de carne.
Por lo menos había pan, hice algunas hamburguesas para que ninguno muriera de hambre.
Georg me bendijo las manos de lo ricas que estaban y el resto comían callados.Tan pronto como terminamos de comer, Bill sacó de la bolsa la última compra.
— Khris, ten tus globitos. —me extendió la caja de condones, todos me miraron.
— En mi defensa era todo broma, él insistió...
— Oh Khris, justo los necesitabamos, espero no hacerte gritar mucho esta noche. —me guiñó el ojo y se fue riendo hacia la habitación antes de que Gustav lo mate.
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La tarde fue la tarde más aburrida del planeta. Lo más productivo que hacía era arreglarle las rastas a Bill. A veces me olvidaba que estaba trabajando y cuando me preguntaban por algo les decía "Averígualo tú mismo".
El pelinegro se miró en el espejo para ver como le quedaban las rastas decoradas y quedó profundamente enamorado del look, le había puesto un par de accesorios con formas de calaveras en algunas de ellas y me alegró que fueran de su agrado.Tom se la pasó sentado en el sofá mirando TV, a veces lo miraba de reojo y ya me estaba mirando. Decidí empeorarle la existencia y sentarme a su lado, recostandome sobre sus piernas.
— ¿Me la vas a chupar? —dijo con su sonrisa de lado.
— No, qué asco. No me gusta el maní.
— Si supieras. —rió y se acomodó, ahora acariciaba mi cabello.
A los minutos sentimos que la van frenó, Georg y Gustav vinieron desde la habitación y oímos que el chofer se bajó a ver qué sucedía, luego le comunicó a Bill.
— Vamos a tener que seguir en camioneta, faltan un par de horas y estamos en el medio de la nada, no vamos a llegar de otra manera.
Se agarró la cabeza, todos bajamos y a la hora llegó la dichosa camioneta. Era sumamente pequeña, maldije por lo bajo pero todos subieron. No quedaba más espacio, también llevaban los instrumentos. Gustav iba al frente de copiloto, no podía sentarme en su regazo, maldije nuevamente.
Tom se ofreció, todos asintieron y yo me senté en su regazo.— Oh dios nena, no te muevas mucho, vas a hacer que se me pare. —bromeó y luego reía fuertemente. Le pegué un cortito en la nuca. — Lo siento, lo siento.
Las horas pasaban muy lento, y los baches en la ruta hacían todo muy incómodo entre Tom y yo. Poco a poco sentí algo duro chocar contra mi intimidad, me sonrojé de tal manera que mi cara ardía fuertemente.
— Tom... Saca tu billetera de ahí, me molesta.
— Esa no es mi billetera. —susurró, estaba agitado y le costaba hablar. — Por favor... Sígueme la corriente.
El chico comenzó a simular embestidas, estaba sumamente incómoda pero a decir verdad sentía la necesidad. Me estaba ¿Excitando? Por el roce entre telas. Para nuestra suerte estabamos al fondo de todo junto a los instrumentos.
El chico quiso meter una de sus manos bajo mi falda, no me negué. Todo era extraño, a Tom lo conocía desde que teníamos trece y quince años, pero tuve que irme del país luego de dos años de amistad con él, por los estudios, ahora era una orgullosa nada, porque jamás terminé de estudiar. Lo bueno es que ahora tenía un trabajo fijo y además con mi hermano. Dejé mis pensamientos cuando el chico hizo a un lado mis bragas, metiéndose entre ellas, acariciando mi feminidad con suavidad. Quise gemir pero él tapó mi boca mientras seguía simulando embestidas. Bajé la bragueta de su pantalón y liberé su enorme miembro, aquel que ví cuando tenía dieciseis, mi orgullosa primera vez. No iba a dejar que me penetrara, si no el roce.Mi relación con él era algo extraña, ambos empezamos a "salir" por un año, no éramos pareja, pero nos gustabamos demasiado. Todo eran piquitos hasta que él se puso serio y me propuso sexo, no se lo negué, y no me arrepiento.
Tom acabó en mi mano y yo lamí esta, ingiriendo su semen mientras lo miraba a los ojos puesto a que estabamos cara a cara. En ese momento supe que estaba teniendo los flashbacks de la primera vez que cogimos. Me sonrió y dejó un beso en la comisura de mis labios.
Pronto me quedé dormida en su pecho, faltaban unas cuatro horas para llegar y él me facilitaba el sueño con sus caricias en mi cabeza.
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s t a r b o y s ; bill & tom kaulitz
Fanfiction❝I just wanna see you shine 'cuz I know you are a stargirl❞ [prohibido copias o adaptaciones] @.kaulitzslvt on tiktok #1 - Fancic (27/05/2023) #1 - 2000 (22/06/2023)