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7:00 AM. Hamburgo, Alemania.
Narra Khrista.

Desperté después de escuchar un fuerte ruido, como pude me bajé de la cama y caminé con sigilo hacia el lugar de donde provenía. Al acercarme a la cocina pude ver como Bill y Tom hablaban entre ellos pero no los pude escuchar, en sus manos tenían bebidas alcoholicas y en el suelo habían más botellas, una de ellas rota, supuse que de ahí venía el sonido. En el sofá Avril dormía plácidamente mientras Jordan en el suelo tenía la cara llena de dibujos.
Vi como Tom despertó a el pelirrojo y a la rubia luego de unos minutos y la van frenó, supuse que era su parada, confirmé mi suposición cuando ambos bajaron y nuevamente el vehículo arrancó.

— Sabemos que estás ahí. -hablaron sin mirarme los gemelos. — Ven aquí. —dijo Bill.

— Me llamaron de un programa de televisión. Quieren hacerle una entrevista a la banda. —hablé sin pensar mientras me acercaba a ambos.

— No nos interesa ahora. Wagton va a hacer una parada en la casa de Tom, vas a bajar con nosotros. —Bill me miró desde abajo con un semblante serio, causandome miedo.

— ¿A qué se debe todo esto?

Ninguno de los dos me respondió, fui a sentarme en el sofá mientras que la vista de ambos seguía en mí, los dos cruzados de brazos. Los hermanos se sentaron a mi lado mientras esperabamos llegar de una vez por todas a Hamburgo.

Sudé frío cuando el transporte estacionó en la casa del pelinegro de trenzas, los tres bajamos y tragué en seco cuando la van se alejó de nosotros.

Tom abrió la puerta y nos dejó pasar. Ni siquiera pregunté por qué Tom tenía una casa y encima en medio de la nada, al ver la cama en la habitación de enfrente corrí a ella para recostarme y tratar de seguir durmiendo pero las voces de ambos resonaron en todo mi ser.

— ¿Quién carajo es Jordan para ti? —preguntó Tom desde la puerta mientras se acercaba a mí. — Responde.

— Es mi mejor amigo.

— Con derechos. —oí a Bill detrás del de trenzas y me estremecí. — ¿O acaso los amigos se besan, Tom?

— No, claro que no Bill.

Miré a ambos con mi respiración entrecortada, mis latidos a mil y mi mente en el momento del beso. Si bien no pude negarle el beso, realmente quise hacerlo.
Tom se posó sobre mí y apresó mi cuello mientras su hermano se colocaba a mi lado llevando su mano por debajo del pantalón de mi pijama.

— Sabes que eres nuestra —Tom pasó su lengua por mi mejilla y la mordió con suavidad. — No de ese imbécil, ¿Verdad?

— Dilo, amor.

Mientras el mayor de los gemelos se adueñaba de mi cuello besándolo y dejando chupones, el menor hacía círculos sobre mi intimidad por arriba de mis bragas y besaba mi vientre. Asentí varias veces mientras me reincorporaba solo para ver como ambos empezaban a desvestirse frente a mí. Sus cuerpos desnudos ahora desnudaban el mío, las cuatro manos suaves se sentían como el mismísimo cielo.

Observé cómo Tom se reincorporaba para comenzar a masturbarse y Bill jugaba con mis pechos como si de timbres se tratásen.

El menor de los Kaulitz manoseaba mis senos con lujuria, jadeé a más no poder al estar bajo su lascivo toque que traía consigo cierto enojo.
Tan pronto como empecé a sentirme completamente húmeda escuché la voz de Bill.

— En cuatro, ahora.

Hice lo pedido como si hubiera nacido para recibir sus órdenes y él se puso frente a mí. Sentí las manos del otro gemelo en mi culo, quien lo acariciaba y pasaba su pene por mi entrada haciéndome sufrir.

— ¿Lo quieres bebé? —dijo el mayor de los hermanos en medio de una nalgada. — Ruega.

— ¡Ahg! No.

— Hazlo, muñeca.

Tan pronto sentí nuevamente su miembro rozarme no pude resistir arquear mi espalda. — Por favor...

El vacío de mi vagina fue llenado por su miembro antes de poder terminar mi oración, solté un gemido que fue ahogado por el pene de Bill. Mis lágrimas no tardaron en hacerse presentes debido al dolor que sentía por la brusquedad de Tom y el hermano menor tomaba mi cabello con fuerza mientras embestía mi boca.

El de trenzas no paraba de nalguearme, mis gemidos ahogados eran deleitosos para ellos. La mano de Tom probablemente me quedaría marcada por un par de horas.

— Eres nuestra... —habló el de cabello inflado. — No de nadie más ¿Oíste, Khrista? Respondeme cuando te hablo, ah cierto te estás comiendo mi pene en vez del de Jordan. —removió su miembro de mi boca. — Quiero oírte decirlo, ¿De quién eres?

— Suya.

— Más fuerte. —habló Tom tomandome de la barbilla llevándome a apoyar mi cabeza en su hombro mientras seguía penetrándome.

— ¡Suya! Oh, dios...

...

Llevé mi cuerpo adolorido hacia el baño mientras ambos gemelos dormían. Habría sido la primera vez que tenía sexo con penetración doble y realmente no estaba preparada ni física ni mentalmente... Pero lo disfruté demasiado.
Mis manos aún temblorosas abrieron el grifo y esperé que la tina se llenara de agua caliente antes de meterme.

Mis músculos se relajaron y el dolor cesó un poco. Estallé en llanto. Oí pasos apresurados en la habitación, ambos chicos entraron por la puerta y su mueca de preocupación se marcó aún más al verme llorando.

— ¿Estás bien, preciosa? —el de rastas blancas acarició mi rostro. — ¿Fuimos muy duros contigo?

— No... No te preocupes, Billy.

Hablé cómo pude, Tom se sentó en el borde de la bañera y empezó a enjabonar mi espalda mientras Bill me pasaba la esponja por los brazos, los miré con la sonrisa más genuina que jamás había regalado a otra persona.

— Van a llegar tarde a la entrevista, amores.

— Que se jodan los de ese programa de mierda, queremos pasar tiempo con nuestra chica. —el de trenzas negras hizo circulos en mi espalda. — Después vamos a ir al centro comercial, no acepto un no como respuesta eh.

— De acuerdo Tomy, yo no me quejo, realmente tengo hambre.

...

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qué capitulo más porno, pero juro que tiene una razón de ser así. La mayoría de veces que escribo smut es para darle una vuelta a la trama.

s t a r b o y s ;  bill & tom kaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora