017

839 54 48
                                    

— Nosotros... —Bill suspiró sin saber qué decirme.

— No sé si decirte. —abrí mis ojos tanto como pude cuando Tom habló, sin creer que realmente se trataba de una gran farsa hacia mi persona — Ambos tenemos una conexión tan grande, mismos pensamientos... Es realmente la parte romántica de una relación, lo tenemos todo. Somos pareja, somos nosotros. Espero tengas la mente suficientemente abierta para aceptarlo.

Mis manos dejaron la hamburguesa y llevé hacia atrás mi cabello.

— Está bien, saben que voy a apoyarlos en todo, estoy enamorada de ustedes. Tal y como son.

Ellos me sonrieron y volvimos a comer, pero el ambiente tenso y el aire cargado de incomodidad era notorio. A pesar de mis sospechas no podía creer lo que había oído salir de su propia boca.

Los tres nos levantamos al terminar de comer y fuimos hacia el hotel nuevamente.

Los chicos entraron detrás de mí a mi habitación, nos cambiamos para luego meternos en la comodidad de la cama.
Bill besó mis labios y luego Tom, para poder caer en un sueño profundo.

(...)

Un nuevo día empezaba y desperté con los gemelos hundidos en mi pecho durmiendo, ambos tan profundamente inducidos en el sueño.
Poco a poco los fui despertando, ellos me miraron casi con odio.

— Queremos seguir durmiendo. —refunfuñó Tom.

— Son las siete de la mañana, hay que preparar las cosas para el concierto. —dije mientras acariciaba el cabello de ambos para despertarlos. — Vamos, arriba.

El gemelo de trenzas negras abrió sus ojos y entre quejas empezó a besar mi cuello mientras una de sus manos bajaba  hacia mi vientre, quise remover su mano pero la fuerza ejercida por él hacia que fuera imposible. Dos de sus dedos se introdujeron en mí, sin saber qué hacer tapé mi boca para no producir sonido y despertar al otro gemelo.

— Deja que te escuche, cielo. No creo que a Bill le importe escucharte gemir cómo loca. —aumentó la velocidad de sus movimientos mientras sonreía.— A ver, déjame oírte.

— Tom...

Mis mano descubrió mi boca y dejé salir todo lo que tenía guardado, tomé su brazo en un intento de no arquear mi espalda y molestar a Bill, aunque finalmente terminó por despertarse. El chico sin entender nada se quedó unos segundos analizando la situación hasta que por impulso metí mi mano por debajo de las sábanas y sus pantalones para masajear su miembro a través de su bóxer.

Bill me miró pidiendo más de mi toque mientras yo trataba de no apretar su miembro y evitarle el dolor, sinceramente algo muy difícil ya que los espasmos que sentía eran demasiado reprimidos en mi interior.

Tom removió sus dedos de mí y ambos chicos empezaron a desvestirse mientras yo copiaba su acción.

(...)

Narrador Omnisciente.

— Wagton, ¿Sabes dónde están todos? —dijo la rubia mientras se acomodaba la bata y salía de la habitación.

— Sí, Khris. Tu hermano y Georg están acomodando las cosas para el concierto de hoy, tus novios están en la piscina.

— ¿Cómo...?

— Yo sé todo Khris, te conozco.

El hombre le guiñó el ojo, ella le sonrió y fue hacia la piscina privada del hotel solamente para escuchar algunos gritos que provenían de allí. Ella se asomó a ver y efectivamente eran ambos chicos los que estaban discutiendo. Al sentirse mal pensó en no interferir, pero el de trenzas negras se veía triste. No quería verlo herido nuevamente, pero aún así se sintió ajena a la discusión y no se metió.

— ¡No debías decirle! —Bill se tomó la cabeza. — No sé qué es lo que piensa ella sobre eso.

— Tienes razón, pero no podíamos ocultarselo, es algo realmente importante. En algún momento se iba a enterar. —dijo el pelinegro de bandana tratando de alivianar la situación. — Esta mañana demostró que no le importa, nos ama.

— Lo sé, lo sé más que nadie que nos ama, pero la cita fue incómoda. No se supone que debamos vivir así, incómodos entre los tres, Tom.

— Ya de por sí es raro, Bill. —agachó la cabeza el gemelo. — Los hermanos no se ponen de novios.

— Hay casos de gemelos. El nuestro, por ejemplo. —el más alto tomó las manos de su hermano. — La gente puede hablar, siempre va a hablar. Pero que los estereotipos de relaciones aceptables no te afecten, seamos nosotros ¿Qué saben ellos de nosotros?

— Es verdad, nada. Tienes razón. Te amo.

— Y yo a ti.

Los hombres se abrazaron mientras aún la preocupación se notaba en sus rostros, su condena era vivir un dolor constante por no poder mostrar su amor libremente, sin embargo su amor era el más puro y genuino, al conocerse tan bien el uno al otro y de por vida, su enamoramiento sería eterno.
Bill dudó un poco por unos segundos pero bajó un poco su cuerpo para besar los labios del contrario.

Khrista quiso alejarse de aquella hermosa situación, que le pareció lo más tierno del mundo, sin hacer ruido pero su torpes pies la llevarían a tropezar con un balde y caer de cabeza al piso.

— La puta madre. —exclamó.

Ambos chicos se sobresaltaron al oír el ruido fueron al lugar de donde venía y encontraron a la chica desplomada riendo.
Al principio la risa les ganó.

— Dios, ¿Estás bien? —dijo Tom mientras le extendía la mano para levantarla pero su expresión cambió totalmente cuando el agua que llevaba el balde comenzó a mostrar tonos rojizos en ella. — ¡Mierda, estás sangrando!

— ¿Q-qué? —la chica asustada abrió sus ojos. — ¿Es una broma?

— No lo es, Bill llama a Wagton, hay que llevarla al hospital. —el de trenzas tomó a la chica en brazos mientras comenzaba a caminar apresurado a la par que su gemelo corría hacia el chofer. — No te preocupes, seguro te darán un par de puntos, pero saldrás del hospital en nada, cielo.

— Gracias, amor. —la chica quiso tocarse la cabeza por el dolor pero el contrario se lo negó. — Me duele demasiado, podría vomitar del dolor...

— Tranquila, ya llegamos al coche. —el hombre metió a ambos en el vehículo y el chofer comenzó a manejar lo más rápido que pudo hacia el hospital.

Al llegar a sala de emergencias la chica fue llevada a un cubículo donde la sangre de su herida fue limpiada por una médica, curada y cosida por fin. Fue así que su cabeza que daba mil vueltas y su vista nublada desaparecieron en cuestión de minutos, minutos en los que le dieron el alta y pudo irse de aquel lugar.

— Habías perdido mucha sangre... —dijo Bill con impresión.

— Y toda esta locura por un balde. —añadió Tom.

— Cállate, bobo.

— Chicos, tengo que decirles algo que les puede gustar. —Wagton mencionó antes de frenar el auto en el hotel. — Sé que últimamente tuvieron peleas, así que voy a regalarles un viaje, a los cuatro. Gustav y Georg cancelaron el concierto de ya que los parlantes no funcionaban así que se van probablemente mañana mismo.

(N/A)

pobre khris, le pasa por chusma
qUE OPINAN DEL TOLL? yo simplemente no estoy en contra pero no lo avalo. cualquier cosa el fanfic está abierto a nuevas propuestas.

s t a r b o y s ;  bill & tom kaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora