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A la mañana siguiente, Yeji se despertó y vio la cama de Jisu sin hacer, además de la ropa y zapatos que llevaba el día anterior en el piso

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A la mañana siguiente, Yeji se despertó y vio la cama de Jisu sin hacer, además de la ropa y zapatos que llevaba el día anterior en el piso. Se levantó de prisa y corrió a la cocina, dónde se encontraban sus cuatro compañeras desayunando y riendo.

ㅡBuenos días. ㅡla saludaron todas. Jisu sonreía, se veía bien.

ㅡSupongo que eres buena en la cocina sin mí ayuda. ㅡmenciona Choi. Estaba desayunando lo que Yeji había preparado para la cena de ayer.

ㅡ¿Dormiste aquí? ㅡpregunta Hwang, acercándose a ella para examinarla.

ㅡ¡Claro que sí! Llegué una hora después de haberte enviado ese mensaje. ㅡresponde Jisu, apartándose del toque de Yeji. ㅡDeja de hacer eso, ¿quién eres, mí mamá, mí novio?

ㅡSi fuese tu madre te pediría que me dijeras con quién estabas, y si fuese tu novio, probablemente hubieses estado conmigo. ㅡdice mirándola fijamente. ㅡAsí que, ¿cómo es él?

Jisu abre los ojos a tope mientras que las demás la miran con interés.

ㅡNo tengo ningún novio. ㅡse queja, volviendo su atención a su comida.

ㅡSí, claro. ㅡexclama Ryujin.

Jisu medita unos segundos más antes de explicarles a las chicas la situación. Tal vez sería bueno compartir aquello con ellas, su padre se molestaría, su hermano es muy joven para entenderlo y sus amigas de la universidad ya lo sabían todo por su cuenta.

ㅡNo tengo novio, pero... ㅡese "pero" atrajo la atención de todas. ㅡcomence a hablar con un chico y ayer salimos a cenar por primera vez. Lamento haberme ido con él sin decirte nada, Yeji, ya habíamos acordado que cocinaríamos juntas, pero eso fue algo imprevisto y...

ㅡEstá bien, está bien. Pero que no se vuelva a repetir. ㅡYeji le lanza una mirada amenazante, pero después sonríe.

Yuna, quien quería saber más, pregunta: ㅡPero dinos, ¿cómo se conocieron? ¿es guapo?

Jisu les cuenta los detalles de lo que sucedió.

Ella y aquel muchacho se habían conocido un día después de que las clases iniciarán. Trabajaba en un bar cerca de la universidad y al mismo tiempo estudiaba en la misma. Se encontraba en la facultad de Administración y Economía, estudiando administración y gestión empresarial pues le había contado que heredaría la empresa de sus padres. Su nombre era Choi Soobin y tenia 24 años. Era bien parecido y respetuoso, parecía ser un buen partido a los ojos de las chicas, por lo que alentaron a Jisu a seguir saliendo con él.

ㅡ¿Le dirás a tu padre? ㅡpregunta Chaeryeong.

ㅡDe momento no, él no quiere que esté en una relación en este momento, y como todavía no estoy segura de para donde va todo esto prefiero no arriesgarme.

ㅡBueno, nosotras te estaremos apoyando. ㅡle asegura Chaeryeong.

ㅡ¡Ah... yo también quiero un romance! ㅡexclama Yuna.

ㅡTsk, primero aprende a lavar tu ropa. ㅡsuelta Ryujin, sacando risas de las demás.

Honestamente, Jisu se siente aliviada de haber encontrado a esas chicas para compartir vivienda, se veían confiables. A pesar de llevar poco tiempo viviendo con ellas se sentía a salvo a su alrededor.

ㅡComo ayer las dejé, hoy las invito a ver una película. ㅡmenciona Jisu.

ㅡ¿No te vas a acabar lo que te envía tu padre? ㅡpregunta Chaeryeong.

Jisu niega. ㅡTengo mis ahorros, y los uso en momentos importantes como este.

Ryujin y Yeji niegan, pero finalmente son arrastradas por Chaeryeong y Jisu a sus habitaciones para que se cambiarán de ropa.

Es así como finalmente salen todas juntas. Toman un autobús al cine más cercano el cual, de hecho,no era tan cercano, pero valía la pena pasar más tiempo juntas fuera de la casa. Tal vez debian conseguir un auto.

Al llegar al cine, compraron los boletos y palomitas para la función. Ya en la sala, la película inicio y todas guardaron silencio, disfrutando el momento. Cuando la película terminó salieron felices y hablando sobre la trama del rodaje.

ㅡSobraron palomitas, ¿qué hacemos? ㅡdice Ryujin, mostrando el bote con menos de la mitad de su contenido.

ㅡEn casa seguro nos la terminamos. ㅡasegura Jisu.

ㅡ¿Cómo puede suceder eso? Todo mundo se acabó sus palomitas menos nosotras. ㅡdice Shin.

ㅡBueno, yo quise que todas comieran así que me límite. ㅡhabla Yeji.

Todas se miran entre si confirmando que hicieron exactamente lo mismo. Finalmente se ríen.

ㅡLa próxima vez hay que comer palomitas con más confianza. ㅡdice Yeji.

Todas asienten de acuerdo y salen del cine, notando que había comenzado a llover.

ㅡNinguna revisamos el pronóstico del clima. ㅡChaeryeong extiende su mano para dejar que algunas gotas caigan sobre ella.

Ryujin mira a su alrededor esperando encontrar un taxi. ㅡNo veo ningún taxi cerca.

ㅡDudo que nos quiera recoger uno si aparece, somos más de las personas que pueden llevar. ㅡobserva Jisu. ㅡTendremos que correr hasta la parada de autobuses.

Todas asienten y Ryujin se quita su sudadera para ponérsela a Chaeryeong, sorprendiendo a las otras tres.

ㅡ¿Qué? Es mí mejor amiga. Además, si trajera más suéteres se los daría también para protegerse. ㅡaclara rascando su nuca.

Las demás parpadean y dirigen su vista a la calle lluviosa. Ryujin es una especie de caballero en el cuerpo de una doncella. Chaeryeong, por su parte, se unde en el aroma de la sudadera ajena con una sonrisa.

ㅡNo debiste haber traído tacones, princesa. ㅡle dice Ryujin a Yuna.

ㅡSé correr con ellos. ㅡasegura la menor.

ㅡMuy bien, a la cuenta de tres correremos hasta el siguiente techo y así hasta llegar a la parada de autobuses, ¿entendido? ㅡpregunta Yeji, recibiendo asentimientos. ㅡUno, dos... ¡tres!

El grupo de amigas corrió y corrió tal y como la mayor les había dicho hasta que, finalmente, se pudieron cubrir en el techo de la parada de autobuses. Se habían mojado igual, pero no demasiado (según ellas).

El autobús que las llevaría a casa no tardó en llegar por lo que de inmediato subieron y tomaron asiento una vez pagaron. Yuna se sentó junto a una anciana que la halago por su belleza, Ryujin y Chaeryeong iban juntas como de costumbre y Yeji y Jisu también se sentaron a lado de la otra.

La lluvia terminó y las cinco chicas observaron por las ventanas los rayos de sol que comenzaban a salir y que, junto a las gotas de lluvia, generaban un arcoiris.

Recuerdos como esos, en los que te divertes con tus amigas no podían escapar de tu mente tan fácilmente.

A pesar del poco tiempo que se conocían, deseaban que ese día se detuviera ahí y pudieran ser jóvenes las cinco juntas por siempre.

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Los 20 › ItzyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora