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Ese día, Ryujin y Chaeryeong habían terminado sus clases temprano así que acordaron verse en una pizzería que a amabas les gustaba mucho

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Ese día, Ryujin y Chaeryeong habían terminado sus clases temprano así que acordaron verse en una pizzería que a amabas les gustaba mucho.

Chaeryeong entró al establecimiento y con su mirada buscó a Ryujin, quien al verla entrar le hizo señas de inmediato.

Ambas sonrieron en cuanto sus miradas se encontraron.

Seguían teniendo ese mismo sentimiento de cuando iniciaron su relación.

Era el inicio del primer semestre en la universidad por lo que ambas habían rentado una casa que quedará cerca de la universidad. Fue un gusto saber que vivirían con alguien más y que, por ende, la renta se dividiría y pagarían menos. Cuando se conocieron, ambas pensaron en la otra como una simple roomate, sin embargo esa visión cambio el primer día de clases.

Chaeryeong estaba perdida. La universidad era enorme y no entendía la simbología de los mapas que había así que de alguna u otra manera terminó en la facultad de ingeniería, más exactamente en el salón en el que Ryujin tuvo su primera clase.

ㅡ¿Por qué llega tan tarde? ㅡpreguntó el profesor.

Chaeryeong iba a responder que lo sentía hasta que notó a su compañera de casa en uno de los asientos.

Ahí no era la facultad de medicina.

ㅡLo lamento, me confundí. ㅡdijo haciendo una reverencia y dispuesta a correr en busca de su verdadera facultad.

ㅡYa decía yo que una delicia como tú no podría estudiar aquí. ㅡexclamó uno de los estudiantes.

Chaeryeong se quedó helada.

Nunca había escuchado que alguien se refiriera a ella de esa forma tan obscena. Aquel comentario se le hizo tan incómodo e innecesario, pero debido a las risas de los demás alumnos hombres no fue capaz de defenderse.

Tal vez se reían porque era un cumplido y no era la gran cosa, pero el tono con el que aquel joven había mencionado eso fue tan sucio que la hacía querer llorar.

ㅡ¿Qué mierda dijiste, imbécil? ㅡaquella voz sacó a Chaeryeong de su trance, volteando hacia la dueña de esta.

ㅡ¿Celosa de que no te lo haya dicho a ti, marimacha?

Más risas se escucharon en el aula. Cómo siempre, de varones.

ㅡNadie quiere tus asquerosos piropos.

ㅡNo haga tanto escándalo, señorita, solo fue un cumplido. Ni si quiera la muchachita aludida está haciendo drama. ㅡdijo el profesor.

ㅡ¿Qué fue lo que dijo? ㅡRyujin miró mal al profesor. Claro, hasta la máxima autoridad ahí era un tipo así.

ㅡNo importa, Ryujin-ssi. Yo ya me voy. ㅡapenas si Chaeryeong pudo decir aquello, la mirada depredadora de aquel chico de hace un momento la incomodaba demasiado.

Los 20 › ItzyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora