CAPITULO 4

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CAPITULO 4

Sonó el despertador, como cada lunes a las 7 de la mañana. Y como cada lunes no había ganas de trabajar y mucho menos después de un fin de semana tan movidito.

Además estos días de mediados de agosto no había modo de aguantar el calor. Ahh, si la había para los afortunados que estaban de vacaciones, pero aun faltaban unos pocos días para que empezase la feria de Málaga, que eran vacaciones obligadas para casi todas las tiendas que estaban en plena calle Larios. Es en esa calle donde se celebre la feria de día, era el punto de partida para toda la fiesta, música en todas las calles y bares, cervecitas , cartojal y rebujito por doquier.

Así que Sara estaba deseando que sus vacaciones comenzaran y disfrutar de su feria tan ansiada durante todo el año.

Llego a la tienda con una enorme sonrisa en la cara, pues la calle ya olia a feria, por todas partes se veían operarios preparando decoración, los bares montando barras en el exterior, y la plaza la constitución llena de farolillos de colores.

La mañana muy entretenía, pues sus compañeras estaban igual de ilusionadas y llevaban toda la mañana planeando toda la juerga que le esperaba dentro de unos días.

A medio día cuando llego a casa le extraño ver a Pablo tan pronto, pues el siempre llegaba después que ella.

- Cari, que haces ya aquí, no me dio tiempo a preparar nada para almorzar.- dijo ella dándole un escueto beso en los labios.

- Nena, tengo algo que contarte- dijo con gesto serio y se sentó en la mesa cabizbajo.

Ella se sentó a su lado y le pregunto:-¿pero que ha pasado?

- Que el delegado regional nos ha dicho hoy, que como nuestra sucursal cierra durante la feria, va a aprovechar para mandarnos de curso de formación a Madrid durante toda la semana de feria.- dijo el con un gesto de disgusto.

- Vayaaaa, no me digas. Cary si íbamos a tener las vacaciones juntos, no puede ser, que mala suerte.- dijo ella abrazándolo.

Continuaron los dos almorzando en silencio, pues tenían un enfado generalizado.

El resto de la semana ya no fue tan alegre, pues no estaban acostumbrados a estar tanto tiempo separados. Si en 12 años lo máximo que han estado uno lejos del otro ha sido un fin de semana. Ambos sabían que no era culpa de ninguno, los motivos de trabajo son sagrados y mas sabiendo lo mala que esta la situación y lo afortunados que eran por estar trabajando los dos. Pues tenían muchos amigos que se habían quedado parados de la noche a la mañana y a los que estaba costando mucho encontrar trabajo.

Cuando llego el viernes por la tarde, la tristeza se apodero de los dos, pues Pablo tenia que coger el AVE, el tren de alta velocidad que le llevaría a Madrid.Y allí estaban en la estación.

- Nena, no preocupes si solo es una semana, tu lo que tienes que hacer es disfrutar de tus vacaciones. Pásatelo genial, vete a la playita y hártate de feria. No seas tonta.- dijo el cogiéndola de la cara.

Ella asintió con tristeza e hizo pucheros.

- Pablo es yo quería que fuésemos esta noche a ver los cohetes como todos los años.- dijo ella, mientras le abrazaba.

Entonces Pablo, se desprendió del abrazo de Sara y se fue alejando. Entro y se sentó. Por la ventana dirigió su mirada a Sara y se despidió con la mano. Mientras le mandaba un ''te quiero '' con los labios.

Sara, en casa tumbada en su sofá con un paquete de patatas en la mano, miro el reloj. Y vio que los cohetes comenzarían en cualquier momento. Se levanto y miro por la venta. Los cohetes comenzaron a iluminar todo el paseo marítimo de esa hermosa ciudad. Sara no pudo remediar que varias lagrimas brotaran de sus ojos, en los que se reflejaban esos cohetes que subían al cielo y desprendían colores.

YA NADA SERA IGUALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora