CAPITULO 10

789 11 0
                                    

CAPITULO10

-Por fin en casa- pensaba Sara, menudo fin de semana. Nunca se hubiese esperado todos los acontecimiento que allí ocurrieron.

Mientras se proponía a desempaquetaba su ropa, pensaba que Alex le debía una explicación  de porque no asistió a su encuentro. Pues a pesar de estar enfadada con el, vio arrepentimiento en sus ojos. Le que quería dar la oportunidad de explicarse, pues ya una vez lo juzgo sin darle posibilidad de replica. Esta ocasión iba a ser distinto, ella seria la que se pondría en contacto con el.

Sin darle mas vueltas le mando un wassap.

* ¿Por qué no apareciste? me debes una explicación* En ese momento era mejor ser directa y sin rodeos, pues no tenia mucho tiempo para estar atendiendo al teléfono, pues Pablo podría sospechar algo.

Instantes después vibro el teléfono.

* Sara, lo siento de verdad. Tuve una discusión con Jessica, y la situación se fue de las manos. Necesito verte*

En Sara el nerviosismo era evidente, pues no sabia que contestarle. Ya que el tenia una respuesta bastante razonable, más sabiendo lo loca que estaba la rubia con la que andaba.

*ok, mañna a la salida de mi trabajo? en el London?* tecleo ella sin apenas controlar sus dedos.

Dos segundos después ya había respuesta:

* Allí estaré, estoy deseando volver a sentir tus labios, princesa*

A Sara se le ilumino la cara y una sonrisa broto de sus labios, se sentía una niña pequeña esperando que llegue la noche de reyes magos.

Esa noche también estaba muy cansada para tener un momento de placer con su novio. Últimamente lo rechazaba más que de costumbre, pues ellos dos siempre han disfrutado del sexo, y eran contados los días existían en su pasado juntos que no haya tenido una noche romántica. Es más llevaban 5 años viviendo juntos y en estos años nunca había bajado la asiduidad a practicar sexo, hasta ahora, que Sara se sentía que engañaba a alguien.  Pero ella sabia que Pablo era el hombre más compresivo y menos egoísta del mundo; y si Sara decía que no era que no. No había discusión posible, la respetaba 100%.

A la mañana siguiente Sara se despertó fresca como una rosa y alegre;  tanto que Pablo estaba sorprendido, pues sus despertares rara vez eran así.

El día de trabajo fue rápido y entretenido. Sara no paraba de mirar el reloj, deseando que llegasen las tres del medio día. Y cada vez que veía que el momento se acercaba una sensación intensa le brotaba desde el centro del pecho hasta terminado en su labios, que ella se toco en alguna ocasión recordando aquel fugaz beso en la feria.

Se despidió de sus compañeras más alegre de lo habitual; y fue para el bar tan rápido como pudo y casi dando saltitos. -¿ que me pasa? parezco una quinceañera.¿no me estaré equivocando? bueno sea lo que sea, algo me esta pasando y creo que la única manera de aclarar lo que me esta pasando es enfrentándome a ello- pensó de camino al bar.

Se sentó en una esquina más discreta que el sitio habitual donde solía sentarse.

Miraba el móvil, cuando una mano masculina le rozo suavemente la mejilla.

- Hola Sara- dijo Alex con la mirada iluminada.

Sara alzo la vista y lo vio ahí de pie, tan guapo con esa mirada increíble y esa sonrisa irresistible.

- Hola, ¿pedimos algo de comer?- dijo ella encendida en calor, pues se ponía roja; cuando ciertos pensamientos picantes le paseaban por la mente. Últimamente eran más habituales durante los encuentros con este chico.

En se sentó a su lado, y le susurro al oído:

- Antes tengo que hacer algo que llevo mucho tiempo queriendo hacer, y no me lo puedes negar

El barbilla de Sara, la acerco a su cara y la beso. Un beso que empezó tímido pero que por momentos alcanzo más intensidad. La sensación que este beso les provoco a ambos era inexplicable, pues no veían el momento de terminarlo.

Tras una pausa, ambos suspiraron y se quedaron mirando a los ojos, como si el resto del mundo no existiese.

- Bueno...- intento hablar Sara- esto no me lo esperaba, pero además no debía haber pasado. Sabes que estoy con Pablo y tu con Jessica. ¿a que estamos jugando Alex?

- Sara, para empezar yo no estoy con Jessica. Solo fue una amiga que me lleve a la casa rural, porque no quería estar de farolillo de todas las demás parejitas. Y si, se que estas con Pablo, y es un tío genial; pero no por ello puedo evitar sentirme atraído por ti. Eres tu quien tiene que decidir si lo que yo te puedo ofrecer es mejor o peor que lo el te ofrece.- contesto el cogiéndole la mano.

Sara se bloqueo, no podía tomar esa decisión así como así. No conoce apenas a Alex y además lleva media vida con Pablo. Tambien es tan diferente lo que siente por ambos, que no sabe para donde dirigirse.

- Alex, da me tiempo. Pero lo mejor es que hasta que yo decida que hacer, dejemos de vernos. Solo te pido eso, esto es nuevo para mi. Nunca sentí nada igual por nadie.

Sara cogió su bolso, poso un beso en la mejilla de Alex, y se marcho.

El se quedo paralizado durante varios minutos, sin saber que hacer y después también se marcho.

Llegando a casa, Sara recibió un mensaje de Alex:

* Yo esperare, porque se que merece la pena, pero no tardes mucho, nada en esta vida es eterno. Y no hay cosa que desee más que no tener que alejarme de tu lado. Un beso princesa*

La mente de Sara era pura controversia, demasiados sentimientos encontrados. Tenia que escuchar a su corazón, pero también a su mente. No podía romper de la noche a la mañana con algo que también le hacia inmensamente feliz. No quería hacer daño por nada del mundo, pero sabia que decidiese lo que decidiese alguien sufriría.

Ese día paso sin mas contratiempos, cuando llego Pablo fingió todo lo que pudo. Y la noche fue tranquila, cenaron, vieron televisión juntos y se fueron a dormir.

Al día siguiente, se despertó temprano pues su móvil no paraba de sonar su teléfono.

- ¿Ana? ¿que pasa?- pregunto Sara sobresaltada.

- Se acabo, le he pedido tiempo a Raul. Ayer todo el día y la noche discutiendo. Termino por admitir que había tonteado con esa tía, pero jura que no fueron a más; pero no confió en el. No puedo vivir con quien no confió, así que le he pedido esta mañana que se marchase de casa.- respondió Ana entre lágrimas.

- Bien, has hecho bien, ¿si eso es lo que necesitas? el lo tiene que respetar. ¿ quieres que nos vemos esta tarde? yo también tengo algo que contar.

- Vale, si lo necesito. ¿y a ti que te ocurre? ¿Alex? avisare a Laura para que venga también a mi casa, somos un equipo. Seguro que tres mentes son mejores que una, y mas que cuando sufrimos no pensamos con claridad.- dijo suspirando Ana.

Sara, se despidió de su amiga, se ducho y se dirigió al trabajo.

Mientras sacaba el coche del aparcamiento le pareció ver a Alex pasa de largo. Y supo que el estaba respetando la decisión que ella había tomado la tarde anterior.

YA NADA SERA IGUALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora