CAPITULO 17

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CAPITULO 17

El resto del fin de semana se dedico a descansar, necesitaba un fin de semana sola, aprovechó para depirlase , echarse el tinte y baño con espuma. En  definitiva  una puesta a punto en toda regla.

No había recibido respuesta a su mensaje ni el sábado ni en lo que llevaba de domingo. También intento localizar a su amiga Ana, pero fue imposible, o el teléfono estaba apagado o no lo cogía. El asunto ya le estaba preocupando. Así que cogió se puso unos vaqueros, zapatillas y sudadera; y fue directa a casa de su amiga.

Llegó a su puerta y toco varias veces el timbre hasta que por fin abrió la puerta.

- Anita ¿esta bien?- pregunto Sara preocupada.

- Si, ¿por que lo preguntas?

- Te he llamado mil veces, y mis mensajes ¿los has leído? estoy preocupada- le decía mientras entraba en el salon y se sentaban juntas en el sofá.

- Perdona, no he querido mirar el teléfono. Ya  he decidido que quiero el divorcio, y quería desconectar del mundo el resto del fin de semana. Por cierto Sara quería preguntarte algo.

Sara asintió y esperaba la pregunta de su amiga.

- Se sincera. ¿crees que debería de enfadarme si Raul rehiciera su vida tan pronto? Si el conociera a otra persona. ¿ me tendría que sentir mal?

- Depende de lo que sientas por el. ¿le quieres?

- Por ejemplo, ¿tu que sientes por Pablo? ¿le sigues queriendo? ¿te enfadarías si rehiciera su vida?- respondio Ana evitando responder la pregunta de Sara.

Sara pensó que su amiga estaba dando muchos rodeos, ya no sabia si hablaba de Pablo o de Raul. 

- ¿Quieres que comente como seria en mi caso?- pregunto Sara y Ana asintió.

- Vale, pues yo quiero que Pablo sea feliz. Ojala encuentre una persona con la que haga más feliz de lo que yo pude hacerlo. - Afirmo Sara, pero tenia sus reservas con respecto a ese tema.

- Bien, eso mismo pienso yo. Gracias Sara eres la mejor. - dijo Ana abrazando a su amiga.

A continuación, cambiaron de tema y hablaron de como Ana lo arreglaría todo para el divorcio.

Se despidieron y cuando Sara salia por la puerta recibió una llamada. Era Alex:

- Hola princesa, ¿que tal?- pregunto cariñoso.

- Hola, pues estoy saliendo de casa de Ana, necesitábamos hablar unas cosas.

- Quiero verte, voy a por ti - dijo directo.

- Vale, pues me vine echando un paseo. Te espero en el portal de Ana

Cinco minutos después apareció el coche de Alex, Sara se subió y le planto un discreto beso en la mejilla. En ese momento Alex le cogió la cara y la beso apasionadamente. Cuando se retiraron ambos suspiraron, sabían que tenían algo pendiente.

Entraron en el conjunto de pisos donde vivía Alex, que casualmente era el mismo donde vive Pablo. Pues desde el primer día sabemos que eran vecinos , fue en el parking comunitario donde se conocieron Sara y Alex. 

Ella paso por delante del portal donde hasta hace algo más una semana había sido su casa. Le preocupaba que Pablo la pudiese ver por ahí con Alex, no quería hacerle daño. Andaba lo más rápido que pudo hasta que llegaron al piso de Alex.

Sara paso primero y tras cerrar el la puerta,Alex la cogió por el brazo, la giro hacia el, haciendo que chocaran boca con boca. Comenzaron a besarse, no podían esperar más.

Alex la cogió en sus brazos y de una patada abrió la puerta de su habitación. Suavemente la tumbo en la cama y busco la manera de desnudarla dulcemente entre besos y caricias.

Sara a su vez, correspondía con besos y mordisquitos, el hacia que su lado salvaje aflorara.

El alzándola de la cadera coloco su cabeza entre las piernas de ella, y empezó a lamerle su clítoris. Sara empezó a hiper-ventilar, y a retorcerse. Alex parecía todo un maestro en esto del sexo oral.

Sara con una mano agarrando la sabana y la otra agarraba el pelo de el. Su lengua era feroz, no le daba un respiro al clítoris de Sara, hasta que esta exploto en un orgasmo monumental.

Su vagina se contrajo y su cuerpo vibro. Cuando termino la lluvia de sensaciones, ella prosiguió al ataque, también tenia ganas de saborear algo de su acompañante. Alex se tumbo y ella se arrodillo a su lado. Comenzó a trazar con sus dedos los dibujados y perfectos pectorales, continuo besando y acariciando sus abdominales, y cuando bajo más hasta que se encontró con su ponente erección. 

Sutilmente rozo con su finos dedos su pene, posteriormente comenzó a lamerlo dulcemente, de vez en cuando le lazaba algún pequeño mordico. Con lo que Alex enloquecía, ella se sentía satisfecha cada vez que escuchaba un suspiro o gemido de el.

Justo en un momento, mientras ella seguía jugando. Alex la cogió de la cintura, no poda aguantar más, la sentó sobre el, aun si penetrarla. Saco un condón que se coloco rápidamente. Ella se alzo y bajo hasta que quedo penetrada por el; comenzó a moverse rítmicamente, este ritmo iba en aumento, y el la cogía de la cintura ayudandola subir y bajar de forma potente.

Finalmente lo dos vibraron bañados en un orgasmos al unisono. Ella quedo tumbada sobre el, aun temblando por los restos de sensaciones que quedaba en su cuerpo. Y el la calmo dando el dulce beso en los labios.

Había sido increíble, pensaron los dos al mismo tiempo.

YA NADA SERA IGUALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora