CAPITULO 15

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CAPITULO 15

Cuando su amiga llego, vio a Sara echa un ovillo en la esquina del sofá, sin parar de llorar.

-Sara ¿que ha pasado? no llores, cuentame- pregunto Laura desconcertada por como había encontrado a su amiga.

Sara se limpio las lágrimas e intento hablar como pudo, pues tenia de ese llanto que se agarraba al pecho y apenas dejaba respirar.

- He hablado con Pablo y lo hemos dejado, bueno mas bien, lo he dejado yo. El no quería. Pero yo no podía seguir así. Estoy mal porque se que le he hecho mucho daño y era lo ultimo que desearía en este mundo. El ha sido y sera muy importante para mi,- volvieron a brotar le mas lágrimas, y siguió-  No podía seguir así, el necesita ser feliz a lado de una persona que lo ame mas profundamente que yo. Pues mis sentimientos por el han cambiado y  ahora el amor que le tengo es mas de amigo que de pareja. No podía engañarle. Espero que el tiempo calme el dolor y algún día vuelva a formar parte de mi vida, pues era la poca familia que tengo o tenia.

Su amiga la abrazo y le dijo que todo saldrá bien. En cierto modo esperando que su amiga recapacitara y volviera con Pablo. Pues ella sabia reconocer un amor cuando lo veía, aunque ahora Sara estuviese ciega, seguro que con el tiempo volvería a sentir por Pablo. Al menos eso esperaba Laura.

Laura recomendó a su amiga que se echara una siesta pues tenia los ojos hinchados de tanto llorar. 

Despertó cerca de las 18 horas de la tarde. Estiro su brazo hacia la mesa de noche, alcanzando su móvil. En ese momento vio varias llamadas perdidas y un mensaje. 

* Princesa, ¿donde te metes? esta mas perdida que el barco del arroz. Oye te apetece salir esta noche, yo trabajo, pero si vienes a mi pub podremos estar un ratito. Te echo de menos. Un beso* evidentemente era Alex.

Sara se levanto, y noto que a parte de sentirse triste, por otro lado se sentía liberada. Necesitaba quitarse el peso de la culpa encima, pues sentía culpa cada vez que quedaba con Alex. Aunque lo suyo no hubiese pasado unos fugaces besos y fue hace mucho. Por ahora se conocían como amigos, y ya soltera a lo mejor algo más. Estaba deseando ver que podría llegar a sentir por ese chico.

Fue al gimnasio quemo adrenalina acumulada, se ducho y espero que llegara su amiga para cenar.

Sobre las 22 horas llego Laura con Sergio, eran inseparables. Después de cenar Sara suplico que saliera con ella esta noche, no quería ir sola al pub de Alex. Pero Laura no tenia ganas, estaba cansada del trabajo y deseaba quedarse a solas con Sergio esta noche.

Al ver la negativa de su amiga, Sara decidió llamar a Ana y preguntarle.

- Anita, vente conmigo a tomarnos algo, pleasee

- Bueno vale, no seas pesada. En una hora estoy en tu casa. Por cierto, tenemos que hablar. Hace una rato me llamo Pablo, esta hundido. Me quieres explicar ¿que bicho te ha picado?- le regaño su amiga enfadada.

- Esta noche te lo cuento,ahora me voy poniendo guapa para esta noche, hasta luego- colgo Sara seguidamente.

Se aliso su pelo castaño, se puso un vestido gris ceñido y con solo tirante. Estaba espectacular, sabia muy bien como sacarse partido. 

Ana fue puntual,como siempre. Ana también estaba impresionante, llevaba un top rojo con una falda negra de lentejuelas, y su pelo negro lo llevaba ondulado, lo que le daba apariencia de fierecilla.

Ya en la puerta del pub, mando un mensaje a Alex indicando que estaban fuera. Cinco minutos después apareció el saliendo por la puerta VIP. Sara nada mas verlo se puso roja como un tomate, y su corazón palpitaba. También le poseía cierta sensación en sus partes mas intimas. Que intentaba disimular cuando Alex la alcanzo cogiéndola por la cintura y plantando el un escueto beso en la comisura de los labios. Seguidamente saludo a Ana con una expendída sonrisa.

Ana se acerco al oído de su amiga y le susurro:

- Ya lo entiendo todo-  susurro Ana, mientras le lanzaba una mirada asesina a Alex.

Sara se tambaleo, ahora pensaba que no había sido buena idea salir esta noche.

Ya entrando en el local, Alex las dirigió a una zona reservada y les ofreció algo de beber. Cuando se marcho Ana comenzó a hablar con Sara:

- Oye, has dejado a Pablo por este playboy? dime la verdad, porque estoy alucinando

- No lo he dejado por nadie, lo he hecho por mi. No estoy reemplazando a Pablo, Alex y yo solo somos amigos.

- Claro y yo me chupo el dedo. Sara no soy quien para juzgarte, pero me dolió mucho escuchar a Pablo, esta hundido. Pero también tengo que reconocer que si no eres feliz a su lado, es normal que no puedas seguir con el. Pero solo espero que no sea para irte con Alex, pues ya sabemos como se las gasta, es un pica flor y como te enamores lo vas a pasar realmente mal. ¿lo sabes?

Sara asiento con la cabeza y se negó a responder verbalmente. 

- Voy un momento al baño- dijo Sara necesitaba despejarse un momento el quinto grado que le estaba realizando su amiga.

Salio el reservado y se dirigía al baño, cuando noto unas manos grande y aroma familiar que se le acercaba por detrás, cuando le susurro en la nuca:

- Princesa, quiero enseñarte algo, ven a mi despacho.- era Alex, con cara pícaro algo estaba tramando.

Sara se dedico a seguirle a donde le decía, tras pasar por la puerta, vio como Alex echaba la llave a su espaldas.

- Solo es para que no nos molesten, no te asustes. No va pasar nada que tu no quieras que pase.- Alex se puso de lo mas seductor con esas palabras, y Sara se encontraba de los mas excitada.

Sara empezo a andar de espaldas, hasta que topo con la mesa, y se sentó con elegancia sobre el.

Al cruzar las piernas Alex pudo adivinar el color de la  ropa interior de Sara, a parte de ver perfectamente las piernas tan bonitas que tenia la chica de enfrente a el.

Sara echo la cabeza atrás y comenzó a hablar nerviosa.

-Vaya¡¡ tu despacho esta genial, me encanta esta mesa de cristal y esos cuadros modernos son impresionantes; paredes en gris y blanco lo hace elegante, tienes muy buen gusto, ¿lo sabes?

Alex se acerco y poso cada uno se sus brazos a ambos lados de Sara. Se notaba como ella se encendia por momentos.

- ¿buen gusto? no lo dudes ni un minuto, pues me gustas tu, y mucho princesa. ¿Sabes todo lo que te haria sobre esta mesa? ni te lo imaginas- respondió el pasándole la lengua por el cuello de ella, dirigiéndose poco a poco a sus labios.

Sara ardía, el calor le brotaba desde su cara hasta su sexo que no para de palpitar. Ella se dirigio a responderle con el beso, cuando Alex se aparto, agachándose para quitarle los zapatos y posteriormente pasar sus manos por los muslos de ella, levantándole levemente el vestido.

En ese momento salio, un gemido de la boca se Sara, justo cuando noto el imponente bulto que le presionaba desde abajo.

YA NADA SERA IGUALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora