Los omegas de Rhaenyra [Daemyra + Rhaenicent + Rhaegon]

Capitulo 3: El omega que quiero

La noticia del compromiso del rey Viserys con Alicent Hightower se extendió como un reguero de pólvora por todo el reino. Un aire de sorpresa y asombro se cernía sobre la gente, ya que después de tantos años, el rey Viserys finalmente había decidido tomar una esposa que pudiera darle el hijo alfa que tanto ansiaba. Rhaenyra, a pesar de ser una Targaryen, no cumplía con las expectativas de muchos, ya que no era ni alfa ni omega. Su estatura, menor a la de una alfa Targaryen típica, la hacía ser vista como defectuosa por muchos.

Viserys,logró preparar todo para la boda en tan solo treinta días. Ansiaba queAlicent, su futura esposa omega, quedara embarazada lo antes posible y no deseaba dañar su reputación con rumores de un embarazo prematrimonial.

Por su parte, Alicent, aunque todavía no era reina, ya era tratada como tal. La gente la respetaba y la llamaba "Mi Lady", inclinándose ante ella con deferencia. Su padre, rebosante de felicidad, contemplaba con orgullo cómo su hija era adornada con los vestidos y las joyas más hermosas, todos en tonos rojos para representar la Casa de su futuro esposo.

Un día, mientras las costureras se afanaban en terminar su vestido de novia, Alicent se quejó al sentir el pinchazo de una aguja en su piel. "¡Ah! No más", exclamó, bajándose del taburete. Las costureras se apresuraron a quitarle el vestuario, pero una de ellas insistieron: "Debemos terminar ahora". Alicent le lanzó una mirada de disgusto.

Su mal humor no se debía a las agujas o al vestido, sino a la ausencia de Rhaenyra. Durante todos esos días, Rhaenyra había estado volando en su dragona y pasando tiempo con su nuevo guardia, Harwin Strong. Para colmo, Alicent descubrió que Harwin era un omega y que Rhaenyra había insistido en que él se convirtiera en su guardia. Esto despertó celos en Alicent.

"¿Dónde está la princesa Rhaenyra?" preguntó. Una dama cercana negó con la cabeza, su rostro lleno de incertidumbre. Todos en la corte sabían que la amistad entre Alicent y Rhaenyra había terminado,todo sabía que era porque Alicent había seducido al rey Viserys. Lo que no sabían era que Alicent estaba destinada a ser la futura omega, un secreto que Aemma, la madre de Rhaenyra, había guardado celosamente.

Una costurera se acercó a ella, su rostro brillante de emoción. "¡Oh! La he visto en los jardines reales con sir Harwin", dijo la costurera, su voz llena de entusiasmo. Pero en lugar de compartir su entusiasmo, Alicent le lanzó una mirada tan fría que la costurera se quedó sin palabras.

El cuarto de costura cayó en un silencio incómodo. Las costureras intercambiaron miradas nerviosas, pero nadie se atrevió a romper el silencio. Alicent, con su rostro aún frío,se sentó en una silla y frotó su rostro.

Alicent decidió que necesitaba un respiro. Se levantó de su silla, interrumpiendo el silencio del cuarto de costura. Las costureras la observaron mientras se dirigía hacia la salida, su figura regia y su rostro serio contrastaban con el bullicio animado del cuarto.

Una vez fuera, Alicent caminó por los pasillos del castillo, sus pasos resonando en el silencio. A medida que se acercaba a los jardines reales, podía oír risas distantes. Se detuvo en seco cuando reconoció las voces. Eran Rhaenyra y Harwin.

Alicent se escondió detrás de un gran rosal y observó desde lejos. Rhaenyra y Harwin estaban sentados en un banco, sus caras iluminadas por la risa. Aunque Alicent no podía oír lo que decían, la familiaridad y la calidez entre ellos era evidente. Alicent sintió una punzada de celos al verlos tan felices juntos.

"¿Qué haces Rhaenyra?" Todo se volvió tenso cuando Alicent miró a Harwin de arriba a abajo, su desdén evidente. Aunque Harwin no le mostró respeto, su incomodidad era palpable. Rhaenyra, por otro lado, parecía disfrutar de la situación, observando con disgusto a Alicent mientras tomaba un trago de su vino.