Los omegas de Rhaenyra [Daemyra + Rhaenicent + Rhaegon]

capítulo 12: Querida Alicent

Nota; Lo del principio son sucesos del capítulo 10. Donde Alicent seduce a Rhaenyra.

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Rhaenyra besó el cuello de Alicent y acarició su seno con una de sus manos. Alicent jadeaba suavemente en su oído, intentando no ser tan ruidosa, y jaló el cabello de Rhaenyra para mirarla a los ojos. Las pupilas de Rhaenyra estaban dilatadas y, jadeando, se miraron fijamente. Alicent abrió un poco su boca y Rhaenyra volvió a besarla.

Lentamente, Rhaenyra se separó y fue bajando hasta besar el abdomen de Alicent, que tenía ligeras marcas después de su primer embarazo; aún así, Rhaenyra las besó con cariño.

"Rhaenyra..." Alicent llevó sus dedos a su boca y los mordió.

Rhaenyra continuó bajando y besando cada parte de Alicent, hasta sus piernas, y apoyó su rostro en una de las piernas de la omega. Sus ojos volvieron a encontrarse, lila y azul; en las miradas de ambas se podía ver el deseo que tenían. Rhaenyra susurró algo inaudible y se acercó nuevamente a Alicent, besando sus labios y mirándola. Y sin esperarlo, Rhaenyra volteó bruscamente a Alicent.

"Rhaenyra, intenta ir un poco más lento", jadeaba Alicent, con el rostro apoyado en la almohada y su cabello pegado a ella.

Rhaenyra acarició su pálida espalda, enviando unos pequeños escalofríos a Alicent.

En el momento menos esperado, Rhaenyra comenzó a mordisquear los hombros de Alicent.

"No, espera", Alicent comprendió lo que estaba por pasar. "Rhaenyra, basta, tendremos problemas." Ser marcada por Rhaenyra era lo que más quería, pero sería un revuelo y pondría en peligro a Aegon, su hijo.

Pero Rhaenyra no tenía razón y volvió a empujar el rostro de Alicent sobre las almohadas con fuerza, rozando su erección sobre ella.

"Rhaenyra, detente", Alicent comenzó a lloriquear y suplicar. "No volveré a hacerlo, detente por Aegon, hazlo por él, por Viserys, por Daemon o..."

Rhaenyra se inclinó y susurraba. "Harwin, quédate quieto."

En ese momento, la rabia de Alicent y las lágrimas inundaron su rostro. "¡Rhaenyra!" Y con un movimiento, hizo que Rhaenyra saliera de encima de ella y cayera de un lado de la cama.

Rhaenyra y Alicent se miraron, pero esta vez de manera diferente. Rhaenyra parecía no tener raciocinio y ni siquiera saber dónde estaba parada. Alicent tenía miedo y se levantó, cubriendo su cuerpo.

Rhaenyra extendió su brazo hacia Alicent, esperando que la ayudara, pero Alicent no quería y no se acercaría por nada. Rhaenyra, desesperada, con la boca entreabierta, acercó su brazo a su boca y lo mordió con fuerza, tanto que comenzó a sangrar.

"Rhaenyra, detente, por favor, me estás asustando", Alicent había pasado el celo de Viserys, pero no era tan severo; además, Viserys ya era un alfa viejo y Rhaenyra era una alfa joven, una Targaryen.

Alicent había leído que las alfas Targaryen tenían celos más fuertes, ya que descendían de Visenya Targaryen, una de las alfas más poderosas con unas feromonas tan fuertes que, incluso por ese motivo, se había casado con sus hermanos, unos omegas, ya que un solo omega no era suficiente para una alfa Targaryen.

Alicent, con las manos en la boca para evitar gritar, susurró: "Rhaenyra, ¿qué hago?". La respiración acelerada de Rhaenyra no parecía tener una razón clara. Desesperada, Alicent abrió las ventanas para ventilar la habitación y salió de sus aposentos. Afuera, encontró a una sirvienta. Alicent pensó que con una buena paga, la sirvienta no diría nada.

"Acércate", le dijo Alicent a la joven, quien se aproximó con sorpresa al ver a Rhaenyra. "Lleva a la princesa Rhaenyra a sus aposentos", ordenó Alicent, pero la joven la miraba sin entender o buscando una explicación.