cap 19

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Cuando fue consciente de sí mismo otra vez estaba seguro de que habían pasado horas, preocupado por su nuevo amigo trato de darse la vuelta, la posición de sus manos y pies atados hacia atrás en nudo a su espalda evito que pudiera hacer el movimiento.

— ¿Estás allí? — Pregunto Soo sintiendo la gargantaseca, tanto por el miedo como por la zozobra.

La respuesta fue un rotundo silencio. Agudizando su sentido del oído trato de escuchar algo, el latido de un corazón, un suspiro, el resultado final fue que estaba sólo en medio de la oscuridad.

— ¿Cómo te llamas? — La voz se escuchaba tan apagada que era como los susurros que arrastraba el viento.

Soo sonrió, mientras hubiera vida abría esperanza.

—mi nombre es Kyungsoo, ¿y el tuyo?—  Por un momento el felino pensó que su pregunta quedaría sin respuesta, al cabo de unos minutos la voz se dejo escuchar de nuevo.

— no lo recuerdo—.

El felino abrió la boca para decir algo, cualquier cosa, la realidad del vampiro era demasiado mala para ser real, antes de que pudiera pronunciar palabra con algo de coherente, escucho los aullidos de la manada que se acercaban cada vez más.

— Vienen a sacarnos, es mi pareja—, no sabía si estaba más sorprendido que aliviado.

Jongin venía por él, su pantera se agitaba al escuchar los aullidos feroces del lobo, una sonrisa satisfecha se dibujo en el rostro maltratado de Soo —el nos sacara de aquí y va a enseñarles lo que pasa cuando alguien se mete con un gran y malvado lobo feroz—.

Un gemido lastimero salió del vampiro, pudo oler en el aire el distintivo olor del terror.

— Él no va a lastimarte—, aseguro Soo poniendo toda su fe en ello— eres mi compañero de desgracia, yo no saldré de aquí sin ti—.

—Tú no entiendes—, gimoteo el vampiro— me hez imposible vivir sin un amo. Solo cambiare un mal por otro—.

—Te dejare libre, lo juro. 

—Es imposible, sin un amo moriré de sed—, la voz seescuchaba tan suave, toda muestra de emoción se había borrado tan rápido como apareció — dile a tu pareja que me mate, te lo suplico—.

La puerta del sótano se abrió de golpe, la luz de un bombillo se encendió sobre la cabeza de Soo maltratando sus ojos ya acostumbrados a la penumbra.

— ¡Qué demonios! — chillo el felino por la incomodidad.

— Justo como deberías estar—, la inconfundible voz femenina le dejo claro al felino que estaba hasta el cuello de mierda, la perra había venido por su venganza.

— ¿No deberías estar revolcándote para que un hombre te tome en cuenta? — Tentó a su suerte Soo.

La herida en la mejilla de la loba ahora eran solo dos profundos surcos rosa carne, en unos cuantas horas más estarían sanos por completo.

La mujer se veía furiosa, no pudo pasar por alto el felino, vestida con un pantalón de vaquero descolorido, una camiseta negra de cuello de tortuga y una chaqueta de cuero, más parecía el
chico malo de una película barata que a la bonita muñeca Barbie. 

Krystal se alejo del marco de la puerta, caminando despacio le dedico una mirada gélida al felino atado sobre el suelo— voy a disfrutar sacándote las entrañas con mis propias garras—, el iris de los ojos se veían dilatados, vidriosos, desenfocados—. No, Permití que papá matara a mi pareja destinada, no renuncie a él solo para permitir que un mocoso estúpido como tú venga a arrebatarme lo que es mío—.

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