cap 7

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La mujer le sonrió condescendiente mientras colocaba un plato con huevos revueltos y otro con bacón sobre la mesa
—Lo que sé— se explico con esa paciencia que solo se le tiene a los niños menos aventajados— es que tienes una pareja con la que ya tuviste sexo, lo que sé es que saliste a encontrarte con un lobo alfa cuando estaba patrullando y no follaste con él hasta que se te salieran los ojos, lo que sé es que el Alfa amaneció con un humor de perro rabioso. Con todo eso saco en conclusión que lo que sea que paso anoche solo empeoro la situación entre ustedes dos.

Soo le dedico una mirada larga, abrió y cerró la boca varias veces tratando de decir algo en su defensa, no es que no pensara que la culpa de todo también la tenía JongIn, pero algo en él le impidió ir contra su pareja.

El felino podía pensar que el tipo era un hijo de puta, pero jamás lo diría, a no ser en la
cara del chucho.

—Ya veo— la mirada de Seoju no expresaba triunfo por su acertado comentario, más bien parecía francamente preocupada— me alegra que le seas leal, pero me gustaría más
escucharlos a ustedes dos haciendo crujir el piso de su dormitorio o sacudiendo los árboles del bosque— Colocando el café en la mesa y dos tazas le hizo un gesto a Soo para que se acercara— Acompáñame a desayunar y hablemos.

Soo se encontró indeciso, lástima que en ocasiones pensaba con su estómago que en lugar de con la cabeza.

Los olores del desayuno que Seoju había puesto en la mesa eran demasiada tentación; y la verdad, la mujer lo estaba intrigando.

No era el primer gato al que la curiosidad acababa matando.

— ¡Bien!— acepto a regañadientes. Sentado frente a la mujer, en la pequeña mesa que estaba en la cocina, se dispuso a comer-.

— ¿Qué quieres preguntarme?— Ofreció la mujer pasándole el plato con las tostadas a Soo— Aprovecha hoy que me siento con paciencia para tener que vérmelas con un
cachorro.

La taza de café que Soo estaba llevando a su boca se quedó a medio camino.

Esa mujer era casi tan impertinente como el alfa.

— ¿Qué relación hay entre el alfa y tú?—

Tenía que preguntar.

Necesitaba saber a qué atenerse.

Seoju se tomo su tiempo para contestar, bebió de su tasa de café, cuando sintió que era el momento la puso sobre la mesa y le dedico una mirada a Soo que él no supo
interpretar.

— ¿Celoso?— La pregunta dejo al felino de una pieza, esa sí que era la pregunta del millón.

—Solo responde— Soo se sintió orgulloso de su tono firme.

— Soy su madre de cría— respondió la mujer justo antes de darle una mordida a la tostada que sostenía en su mano— Los padres de JongIn murieron cuando el apenas era un cachorro. Yo para ese entonces acababa de perder a mi pequeño hijo, así que el alfa me lo entrego para que le diera leche materna. Creo que el alfa sabía que yo terminaría encariñándome con ese pequeño sinvergüenza, así que al final me lo quede.

Soo trato de disimular todo lo posible, aunque al final el rubor en las mejillas acabo por delatarlo.

— ¡Así que pensabas que yo era tu competencia!— La risa descarada de la loba solo hizo que el chico se sintiera a un más
estúpido.

—Yo pensé— balbuceo Soo— tú me hiciste creer…

La incomodidad del felino solo hizo que la risa de la mujer pasara a las carcajadas.

— Eres realmente divertido, cachorro—
logró hablar cuando recupero el aire de sus pulmones— Ahora dime qué más quieres saber…

— ¿Dime por qué él me odia tanto?— Si había decidido portarse como un hombre, era el momento de tatar de entender lo que estaba pasando— Entre nosotros dos el que
tiene más derecho de estar enfadado soy yo— se explico Soo, apartando el plato con los huevos, de pronto se le había escabullido el apetito— El me tomo por la fuerza cuando
yo estaba perdido en el bosque, yo no quería esto de ser la pareja de nadie, soy demasiado joven para un compromiso
así…

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