cap 8

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Ya había pasado un buen rato desde que vio entrar por la puerta principal al alfa, así que para pasar el tiempo mientras esperaba, instalo una de las consolas.

El Xbox 360 combinado con la pantalla plana de alta definición era algo a tomar en cuenta; para su total consternación, muchos de los juegos estaban en sus cajas originales, totalmente nuevas.

Con una sonrisa de autocomplacencia se sentó sobre la alfombra con el control en la mano, listo para una carrera a través de la ciudad; en la sala solo se escuchaba el ruido que emitían los parlantes según la competencia de automóviles de la pantalla, había ganado una vuelta levantando las manos celebro su triunfo, solo el silencio le respondió.

Eso sería los más difícil de vivir en esa casa, cuando se vive con ocho hermanos, nunca hay silencio, nunca se está solo.

Con un suspiro dejo el juego sobre la mesita de la sala, negarlo era tonto, extrañaba a sus hermanos y eso era algo que no podía evitar.

La espalda recostada en el sofá y el corazón triste, Soo comenzó a pensar que su vida iba a ser una gran cantidad de horas vacías.

— ¿Hay lugar para otro jugador? — Una voz profunda pregunto a sus espaldas, volviéndose Soo se encontró con el hombre que poco a poco se estaba instalando en sus muy pervertidos sueños.

— ¡Hola! — Sin poderlo evitar Soo se sonrojo—Esta es tu casa, después de todo.

El olor a jabón y a loción después de afeitar lleno el aire de la sala y del mundo, según la opinión felina.

El tipo vestía un pantalón de mezclilla azul desgastado y una camiseta que se le pegaba al dorso como una segunda piel, se notaba que había tomado un baño antes de entrar a la sala, por que el cabello caía mojado sobre los hombros anchos del alfa.

El lobo simplemente le sonrió, haciendo que el felino sintiera mariposas bobas en el estómago

—Supongo que la respuesta es que sí puedo jugar— Sin esperar más JongIn se sentó sobre la alfombra, hombro con hombro con el felino —Voy a barrer el piso contigo, gatito— anuncio mientras se
instalaba y tomaba el control que le correspondía —Puedo tener 200 años, pero hay cosas para las que simplemente soy
demasiado bueno.

Soo no pudo evitar rodar los ojos. Ese lobo era tan engreído que en una competencia de engreídos, perdería por engreído

— Pues no te ves tan mal para estar tan viejito— no pudo evitar picar—. El lobo le dio un ligero empujón con el hombro, al parecer estaba con ánimos de ser juguetón

—Pues tú tampoco estas tan mal si se toma en cuenta de que todavía mojas la cama.

— ¡No mojo la cama!— Mascullo Soo sintiendo como los colores se le subían al rostro.

De los nueve hijos del alfa, él fue el que llevo más tiempo para manejar el control del esfínteres; un ligero beso en los labios lo hizo abrir los ojos por la sorpresa.

El enorme y malvado lobo estaba jugando con él.

Era el primer beso que le daba fuera de los juegos del apareamiento.

— ¿Me besaste? — Pregunto sintiendo como sus mejillas se calentaban todavía más.

—Deja de perder el tiempo y elige con cual vehículo correrás, no importa el que elijas, vas a perder de todos modos— el alfa se veía más joven.

Sus ojos dorados brillaban con malicia.

Soo se encontró sonriéndole, ya que estaba en un terreno conocido.

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