-•°'No me hablen si no quieren, no me importa. /llora en sí le importa'°•-

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Desde entonces, me empecé a juntar con Sigma más frecuentemente. Empezamos a hablar más seguido, nos juntábamos para los trabajos en pareja. Debo admitir que quizás haya dejado un poco de lado a mis amigos, pero yo pensé que entenderían. Después de todo, pensé que nuestra amistad era lo suficientemente fuerte como para seguir unidos a pesar de que yo socializara con otras personas.

Pues, al parecer, me equivoqué.

Antes de hablar con Sigma, en todas las clases me sentaba junto a Dazai y Fyodor,  pero para poder hablar más con él, me cambié de lugar en algunas clases. No en todas, sólo en física, literatura, teoría de la religión, biología y ciencias sociales. Tan solo cinco clases de catorce clases. No era tan grave.

También me hice con él en los recesos. Íbamos a la biblioteca a estudiar.

-¿Te gusta leer? -Le pregunté un día mientras miraba la estantería.

-No mucho -Contestó. Tomó un libro-. "Cujo". ¿Lo conoces?

-He escuchado hablar de él. Tiene peli. Y es de Stephen King. 

Él hizo un gesto y se llevó el libro a la mesa en que estábamos.

-¿Lo vas a leer? -Pregunté.

-Sí -Contestó-. Tengo el plan de leerme un libro durante el descanso todos los días. Por lo general no leo, pero supongo que no estaría mal.

Mi ego me hizo creer que él leía porque sabía que a mi me gustaba leer y quería compartir ese gusto. Así que se hizo costumbre que, cuando no teníamos que estudiar para una actividad o un examen, nos sentábamos a leer lado a lado. Era divertido.

Pero Dazai y Fyodor parecían no opinar lo mismo.

Al parecer, sino bastaba que me alejara de ellos por un momento para que empezaran a hacerme a un lado. Incluso me ignoraban.

Ya había pasado mes y medio desde que le escribí la carta a Sigma. En biología, Fyodor pidió a Dazai que lo acompañara al baño y yo dije que lo iba a acompañar también. Hicieron un gesto, pero decidí ignorarlo. Seguro no fue a propósito, pensé.

Ellos caminaban muy juntos, lado a lado, y a paso apretado. Tenía que apresurarme para alcanzarlos.

-¡Hey! -Protesté- ¡No me dejen atrás!

No me esperaba que Fyodor se diese vuelta tan bruscamente y me diera un empujón.

-¡Tú siempre nos dejas atrás! -Me recriminó. Luego se dio media vuelta y siguió adelante.

Dazai no dijo nada. Yo me quedé estupefacto. ¿Que siempre los dejaba atrás? ¡Qué tontería! 

Me ofendí, y me ofendí un montón. Yo también me di media vuelta y regresé al salón enfadado. Podía entender que ellos sólo estaban celosos y ardidos porque hablaba con Sigma, y las cosas parecían funcionar.

Pues, ¿saben algo?

¡No me importa si no entienden lo que yo siento! ¡No me importa que ustedes, que tienen un corazón de piedra, no comprendan lo importante que significa Sigma para mi! ¡Que ustedes no sean capaces de sentir el amor no significa que mis sentimientos sean inválidos! Me da absolutamente igual si están de mi lado o no.

Yo no los perdí, ellos me perdieron a mi.

Mi madre se dio cuenta de que me había peleado con ellos. ¿Cómo lo supo? No lo sé. Parece que las madres lo saben todo. El caso es que me dijo que lo mejor sería disculparme con ellos, y decirles que yo podía tener otros amigos, y no significaba que los dejaba de querer a ellos.

Porque mi mamá sabía de la existencia de Sigma, pero no tenía ni idea de la importancia que tenía su existencia para mí.

Me disculpé con ellos por mensaje. Al día siguiente nos juntamos como si nada, y me senté a su lado mientras almorzaban al frente del aula donde recibíamos química.

El Crush (Siglai/Fyogol) (Hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora