-•°'Pudiste haberlo dicho antes'°•-

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La última semana de escuela fue menos estudiar y más perder clase, pues la mayoría de maestros se fueron antes, otros habían terminado contrato, y como estaba terminando la estación de lluvias muchos más se enfermaron, así que la mayoría de grupos no tuvo clases la mayoría de días de la semana.

Nosotros no tuvimos clase ni el martes, el jueves, y el viernes sólo tuvimos cuatro horas, así que salíamos temprano, y como mis padres no me alcanzaban a recoger, fui a la biblioteca a pasar el rato con Sigma, a quien tampoco podían recoger a esa hora.

—Sabes, estuve pensando en lo que me dijiste —Comentó.

—Okey —Dije yo, tratando de acordarme de qué exactamente me estaba diciendo, pues en el día hablábamos como de veinte mil cosas distintas.

—Ya sabes, lo del cumpleaños de Dazai —Aclaró él—. Podría preguntarle al viejo si me deja ir. No estoy seguro, pero tal vez sí lo logre.

—Bueno, eso estaría genial —Saqué una gomita de mi bolsillo—. ¿Quieres?

—¡No se come en la biblioteca, bobo! Pero, ¿no tienes galletas?

Sonreí y saqué un paquetito de galletas. Siempre estaba preparado para cuando Sigma tuviera hambre, porque él vivía a base de una dieta de galletas.

Nos quedamos un largo rato allá, hablando de tonterías y mirando libros. Sigma no era un gran aficionado a la lectura, pero desde que salíamos juntos, se estaba interesando por ello un poco más. Ya llevaba el libro de Cujo más o menos por la mitad, y para no tener que esperar a que terminaran las vacaciones para seguirlo leyendo, decidimos buscarlo para prestarlo.

No estaba.

—Bueno, siempre puedes buscarlo por internet —Sugerí.

—Sí, supongo que no estaría mal.

Salimos de la biblioteca y caminamos un rato por las calles, pero cerca, para no perdernos mucho. Yo soy muy nervioso, me da cosa que alguien llegue en moto y me secuestre. Pero Sigma es más atrevido, y me hace salir de mi zona de confort. Y me aseguró que nadie en moto iba a secuestrarnos.

—¿Sabes? Mi hermano mayor va a regresar a Japón —Mencionó—. Y quiere que Atsushi y yo nos mudemos con él. Osea, hablo de Bram, no de Tatsuhiko. No tengo idea de dónde esté él.

—¿Y Fukuchi está de acuerdo con eso?

—¿Bromas? Él tomara cualquier oportunidad de deshacerse de nosotros. Y yo tomaré la primera oportunidad de librarme de él. Además, Bram es de lo mejor.

—Me encantaría conocerlo.

—Oh, lo conocerás. Si es que vas a ir a mi cumpleaños, claro.

Me sonrió levemente y yo sentí las mariposas revolotear en mi estómago. Oficialmente, estaba invitado al cumpleaños de Sigma.

Regresamos a la biblioteca y Sigma llamó a su padre, pues ya venía en camino a recogerlo. A mi todavía me faltaba mucho tiempo para ir a casa, así que me puse un poco triste.

Antes de salir a esperar a su padre en el paradero, Sigma me dio un beso en la mejilla.

—Cuando me mude con mi hermano, cambiaré mi apellido —Dijo sonriendo—. Sigma Stoker. Suena bien, ¿no?

—Suena muchísimo mejor que Sigma Fujiwara. Y definitivamente suena mejor que Sigma Gogol.

Él se rió, y me dio otro beso en la mejilla.

—Escríbeme cuando llegues a casa, ¿sí? —Pedí. Él rodó los ojos.

—Sí, ajá, como sea. Y te aviso si el viejo me deja ir a lo de Dazai. ¿Cuando dices que es?

El Crush (Siglai/Fyogol) (Hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora