Cuando bajé al cuarto Fyodor estaba sentado en el suelo apretando entre sus brazos un peluche de osito que habíamos conseguido un par de días antes en una feria.
Bueno, para ser más preciso, Dazai lo consiguió para él.
—¿Se fue? —Preguntó en un susurro. Yo apenas tuve fuerzas para asentir.
No hablamos el resto del día, pero hicimos un acuerdo tácito de que nos marcharíamos de Kamakura al día siguiente. No podríamos soportar estar allí más tiempo después de lo de Dazai. La tarde paso silenciosa y triste sin nuestro amigo para animarnos, y en la noche nos fuimos a la cama sin demasiadas ganas.
Yo no podía dormir. No paraba de pensar (y sobre pensar) sobre toda la mierda que pasó en el día. A esa hora lo más probable era que Dazai ya se hubiera lanzado de cabeza a un río, o se hubiera cortado las venas, o se hubiera ahorcado con una soga, y ni Fyodor ni yo habíamos podido hacer nada al respecto. ¡Me sentía tan impotente!
Entonces sentí que alguien abría la puerta. Era Fyodor.
—¿Puedo...? —Preguntó, con voz temblorosa— Es decir, si no te importa...
—Claro —contesté de inmediato—. Q-quiero decir, no me importa... Es decir, c-claro, ven.
Él se acercó y se acurrucó en mi cama a mi lado. Podía sentir su respiración irregular, y a pesar de la oscuridad me pareció divisar lágrimas en sus ojos. Había estado llorando.
—¿Estás bien? —Le pregunté, y el sacudió la cabeza— En serio lo amabas, ¿verdad?
Pronunciar esas palabras dolía casi tanto como saber que Dazai ya no estaba allí con nosotros.
—Llegué a amarlo —confesó, y se pegó más a mi—. En navidad, el año pasado... Él tenía la casa sola, ya sabes que él y sus padres... —negó con la cabeza— Me invitó a pasarla con él. Vimos las fotos que mandaste. Tú estabas con Sigma, y Dazai y yo... Estábamos solos.
Sentí una punzada en el corazón llamada culpa. Él pareció notarlo.
—No fue culpa tuya, estabas muy feliz —dijo, tratando de tranquilizarme—. Yo no podría enfadarme contigo, o con Sigma. Él es un ángel. Cada vez que lo mirabas, tus ojos parecían iluminarse y yo moría. —Apretó los labios— Dazai lo supo. A él también le dolía, porque en serio quería saber cómo se sentía ser amado. Así que me preguntó si podíamos hacer eso. Estar juntos. Amarnos, aunque fuese mentira. Fingir ser felices para que verte feliz a ti con él no doliera tanto.
—Perdóname.
—No hay nada que perdonar. Perdóname a mi.
—No hay nada que perdonar.
Él sonrió ligeramente. Al final, nos quedamos dormidos.
De regreso a Yokohama, Fyodor dejó de hablarme y empezó a huir de mi, lo cual era horrible. Yo creí que habíamos empezado a acercarnos más el uno al otro y que deberíamos estar más unidos ahora que Dazai no estaba. Pero no. Se escapó entre mis dedos como arena.
Por otro lado, pude salir con Sigma. El día de su cumpleaños fuimos a un parque de diversiones a pasar un buen rato. Aunque él parecía preocupado.
Le conté lo de Dazai.
—Lo siento mucho, Nikolai —se disculpó—. Me parece que este no es tu año.
Suspiré.
—No, eso mismo pensé yo —confesé—. Lo extraño, en serio. A pesar de las peleas, y todo, era mi mejor amigo.
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El Crush (Siglai/Fyogol) (Hiatus)
FanficDonde Gogol deja de juntarse con sus amigos por salir con Sigma. N°1 en #fyozai 04/11/23 N°1 en siglai 13/01/24