Recostado en el suelo, Jeonghan, por milésima vez, se hizo bolita en un intento de consolarse a si mismo, observar el techo ya no era terapéutico, y en ese momento, en que el internado permanecía en silencio, la soledad era abrumadora, demasiado de hecho, y temía que la situación, le permitiera a aquel demonio, traspasar de nuevo la barrera.
No estaba listo para enfrentar los sentimientos que traía acumulados hace ya un tiempo.
Cuanto más descubría menos le gustaba, pues había sido atrapado en un red de mentiras, que al entreverarse unas con otras, construían sub misterios, carentes de importancia y con aparente nula conexión, que hacían del evento inicial, un ordinario acontecimiento indigno de atención.
Al principio solo lo hizo por curiosidad, todo fantasma tiene una historia detrás, y averiguar quién era el cura aterrador de los pasillos, no era más que un juego de niños.
Pero ahora, nuevas variantes surgían, y ya no solo se trataba de investigar un nombre, sino ir jalando los hilos hasta conseguir un buen argumento y así poder resolver el problema.
Porque si, al parecer debía asumir las consecuencias de los actos de otros o de lo contrario moriría, por culpa de aquella oscuridad que hoy por hoy se alimenta de lo peor de si.
Inseguridades.
Miedos irracionales.
Secretos.
“Eso es algo que, por desgracia, no puedo decirte, pues ni yo mismo sé, que sucedió con Gyu", exponer con poca claridad su pensar por lo visto era un hábito para el exorcista Jeon.
Estuvieron horas platicando en el área de descanso, mientras Minghao pretendía limpiar las mesas.
Se fue con rodeos, pero al menos admitió lo innegable, él si estuvo con Kim Mingyu al iniciar al fuego. Dijo que el plan era expiar juntos sus pecados, si es que habían cometido alguno al desarrollar sentimientos por el otro, pero que antes de que el calor resultara sofocante, fue empujado fuera de la habitación.
“Sobrevivió, de milagro lo hizo, pero de las llamas surgió un hombre completamente distinto, impregnado de una oscuridad espantosa", confesó con exactitud las cosas de las que ya tenía certeza.
El accidente que en realidad fue un sacrificio fallido; el como paso de ser un maestro ejemplar a un monstruo; y la intención inicial de manipular, pues invirtió tiempo en crear una conexión, mencionó que hacía preguntas tontas para llamar la atención, y se quedaba al acabar las lecciones con la excusa de no entender, y Kim Mingyu quien poca malicia tenía, accedía a hacerle compañia hasta altas horas de la noche.
Omitió adrede hablar a fondo de la relación, es mas lanzó comentarios aludiendo a una estrecha amistad pero insinuando a su vez que había otro tipo de intimidad. Fue confuso, sin embargo, quedó en evidencia que no todo fue falso.
Jeon Wonwoo si quería al difunto cura.
Además, aprovechó de darle mayor contexto, y compartió algunos recuerdos que le fueron confiados en conversaciones pasadas.
Kim Mingyu fue abandonado en la iglesia cuando era solo un niño, y creció por y para la religión, luego de que el padre Choi —el abuelo de Cheol—, lo sacara de la miseria.
Mantuvo una venda en sus ojos demasiados años, hasta el punto que le era inconcebible imaginar que había más allá, del límite impuesto en la doctrina.
Y es que nunca tuvo oportunidad de elegir que era lo mejor. Solo se dejó guiar por compromiso. Lealtad.
Aun así, no existió rastro de arrepentimiento. Todo lo que hizo, a donde llegó, la gente que ayudó, fue genuino.
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Informática 1983 [JeongCheol]
Fanfiction1983, un año prometedor para el internado. Excelente formación. Sin margen de error. Bueno, Jeonghan tal vez sea la excepción. Mejor hablemos de SeungCheol, estudiante estrella, modelo a seguir de muchos, admirado por su devoción, con planes de entr...