Romper el circulo

29 6 0
                                    

La perdida conlleva a la añoranza, al deseo irracional de regresar el tiempo atrás para así continuar con naturalidad, en la cómoda monotonía.

Aquello que conocía, o más bien lo que creía conocer, eran solo mentiras.

¿Tan débil lo percibían?

Él no necesitaba una familia feliz.

—Techo, alimento y salud —levanto un dedo por cada mención—. Cuando vayas a rezar, recuerda respetar la Santísima Trinidad.

—¿Por qué?

—Es la base de todo, Cheol —sonrió con dulzura—. El padre, el hijo, y el espíritu santo. No lo olvides. Agradecemos y pedimos perdón a cada uno, sin importar que.

—Mamá, papá y yo —capto la idea a su manera.

—¡Así es, nosotros también somos la Santa Trinidad! Juntos podemos vencer a  cualquier demonio. Cuando tengas miedo, piensa en mamá y papá, ya verás que nada te hará daño.

—¿Lo prometes?

—Sin duda alguna.

Tardó en asimilarlo, todo sucedió demasiado rápido.

De un momento a otro, su mundo perdió el equilibrio.

Un sacerdote retirado, ¡Que barbaridad!

Ahora lo entendía, los espacios en blanco en el álbum, las inconsistencias en las historias, ellos literalmente inventaron un pasado.

Varias veces intentó detener aquel espectáculo, por las buenas y a la fuerza, solo quería mantenerse cerca, aunque sea dar apoyo con su presencia, pero nadie le permitió volver a tocarlo, era como si Jeonghan estuviera infectado y temieran un contagio.

Decepcionado y sin otra alternativa que rezar, juntó sus palmas con la esperanza de  presenciar un milagro. Poco le importaba, en ese momento, los reproches del demonio, el tal Minghao y hasta el juego inconcluso, solo quería despertar de aquella pesadilla.

Era su culpa, no debió irse antes de sonar la campana, pretender que no había sucedido nada cuando claramente horas atrás, ambos se entregaron el uno al otro sin temor.

Jeonghan le abrió su corazón y él solo se escondió...¿De qué con exactitud? ¿Para qué escapó y fingió que recién llegaba al internado?

No te preocupes, yo hubiera hecho lo mismo" al encontrarse en el recreo le diría algo como eso “Un secreto es mejor que un linchamiento, bien pensado Cheol" él prefería mantenerse alejado de la atención, a veces le gustaría conocer la razón, no era tímido ni un blanco fácil para victimizar ¿Por qué salía corriendo al verlo junto a sus amigos?

Jamás lo sabría.

Jamás...

Quería vomitar. Desaparecer. Cualquier cosa menos ser testigo de la muerte de Jeonghan.

Era espeluznante, un escenario hipotético sin él.

—¡Esperen!

El grito del conserje interrumpió sus pensamientos, a la distancia envuelto en desesperación hizo entrega de una caja, no le permitieron la entrada, pero Jeon Wonwoo reveló el interior al disticutir con su papá, en medio del forcejeo trozos de vidrio cayeron al suelo.

Se detuvo, por primera vez en el ritual precipitado, Jeonghan cedió al rescate, un instante, un corto y estúpido segundo observó la habitación con genuina confusión, pero nadie más que él se percató del cambio.

Debía ayudarlo.

Harto de ser tratado como un niño al que protegen del peligro, SeungCheol se aproximó con sigilo y se interpuso sin ánimos de negociar una retirada. Un largo suspiro vino acompañado de expectativa desmedida, su tío estaba ahí pero sin vergüenza escabulló su mano bajo la camisa de Jeonghan para alcanzar el colgante en cruz, una caricia fue el preámbulo de la tortura. Elevó una plegaria al rozar las marcas y finalmente atrapar en su puño el símbolo del sacrificio.

Informática 1983 [JeongCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora