CAPÍTULO 8

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Eren estaba subiendo por las escaleras lentamente cuando Armin comenzó a bajarlas, llevando en brazos a un dormido Ethan, junto con un bolso donde echó ropa junto con algunos juguetes que lo mantuvieran entretenido esos días en los que se quedaría con él.

-¿Fuiste a ver a Levi? -le preguntó Eren con la voz ansiosa.

Armin suspiró, negando con la cabeza.

-Prefiero no acercarme, sus feromonas son algo fuertes -dijo el beta intranquilo, antes de seguir bajando-. Eren, no te preocupes por Ethan, yo me encargaré de todo. Tú sólo... disfruten estos días, ¿está bien?

El alfa asintió con expresión ausente, sin voltearse para ver a Armin salir de la casa con paso presuroso. Si hubiera tenido un oído normal, sólo habría escuchado el silencio, pero al ser alfa, pudo percibir los jadeos bajos viniendo de su habitación.

Terminó de subir la escalera, caminando lentamente hacia el cuarto, y antes de entrar, inhaló profundamente.

Un dulce, atrapante y agradable olor lo envolvió por completo.

Un perfume que conocía muy bien, porque era el olor que solía emanar Levi cuando se acurrucaba a su lado para ser mimado, sólo que ahora era mucho más fuerte, más atrayente e intenso.

Abrió la puerta de golpe, encontrándose con una agradable vista que lo excitó enseguida. Levi acurrucado, abrazando su almohada, murmurando el nombre de Eren en voz baja, vistiendo... ¿acaso esa era su camisa?

Debía serla, porque le quedaba un poco grande y suelta, pero se le veía hermosa a más no poder.

Al escuchar la puerta abrirse, Levi se volteó, su rostro ruborizado por completo.

-A... Alfa... -susurró el omega, con la voz llena de esperanza.

Eren dio unos pasos, y el omega, de forma automática, soltó la almohada. Se puso en cuatro de forma torpe, dejando a la vista su pequeño y apretado ano lubricado.

La polla del alfa dio un respingo ante la visión tan excitante que tenía.

Sin embargo, como en un sueño, recordó las palabras de Dorian.

Haz que su parte racional conecte con su parte omega, así de simple.

Eren no quería sólo llegar y follarlo. No quería que todo se redujera a un plan netamente sexual, donde Levi sólo estuviera disfrutándolo porque estaba en su celo, mientras su parte racional estaba desconectado de ello. Eren quería que Levi también lo disfrutara, lo guiara, le dijera si le gustaba o no.

Con lentitud, llevó un dedo a la espalda de Levi, delineando su espina dorsal hacia abajo, sintiéndolo temblar bajo su toque.

-Alfa... Alfa, por favor... -sollozó Levi, moviendo sus caderas.

Eren se inclinó, subiéndose a la cama, llevando sus labios hacia el cuello del omega, comenzando a dar pequeños y cortos besos sobre su piel. Levi gimoteó, confundido, levantando la vista, y Eren lo aprovechó para darle un beso en los labios, profundo, sincero, lleno de cariño y ternura.

Levi se volteó, recostándose de espaldas sobre la cama, por lo que Eren se subió sobre su cuerpo, llevando una mano hacia la cintura de Levi y la otra a su rostro.

Se alejó unos centímetros, humedeciendo sus labios.

-Voy a hacerte el amor, Levi Ackerman -le murmuró Eren, acariciándole la mejilla-. ¿Entendido?

Levi asintió, sus mejillas ruborizadas, sus ojos llorosos, y gimió en voz baja cuando los labios del alfa volvieron a besarlo, deslizándose unos segundos después sobre su mandíbula, dejando un rastro de besos mientras bajaba.

Kilig - EreriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora