Desperté cuando escuché el sonido ahogado de mi teléfono, abrí mis ojos de par en par y observé a todas partes, luego me levanté. Sonaba y sonaba sin parar, busqué por todas partes pero lo encontré en el sofá cerca del balcón, todavía adentro de la cartera.
La abrí y saqué mi celular, era Yered.
— Hola — Dije.
— ¿ Dónde estás? ¿ Por qué no viniste a clase?
Abrí mis ojos de par en par — Me quedé dormida... No puse la alarma y... Déjame alistarme...
— No, ya es tarde... Son las díez.
— ¡ Qué! — Grité asombrada — Ay no, ya es tarde.
— Anne, no comprendo tu actitud, te fuiste anoche sin decir nada y ahora se te olvidó venir a la secundaria, jamás te había ocurrido eso... — Me reclama.
— Lo siento pero no me sentía cómoda en ese bar.
Soltó una larga respiración.
— Pasaré por tu casa después de clases a llevarte los apuntes pero que sea la última vez — En su voz se notaba el enojo.
— Lo siento mi amor, agradecería mucho si me los traes — Dije mientras me rascaba la cabeza.
— Está bien, te amo...
— ¿ Cómo les fué anoche? — Pregunté.
— No nos quedamos mucho rato después de que te fuiste, tampoco jugamos... Harry fué al baño después de que te fuiste y luego de eso volvió diciendo que ya quería irse y mi hermana por supuesto no se negó cuando nos ofreció un aventón — Explicó y me acerqué al armario para colocarme una ropa, ya que estaba en ropa interior.
— Supongo que estuvieron un buen rato esperando a que se dignara a traerlos.
Imaginé que Harry había usado la excusa del baño como yo lo hice para salir sin ser visto.
— No... Solo se tardó cinco minutos.
— ¿ En serio ? — Me quedé con una camisa en la mano.
— Debes aclararle a Laure que no te fuiste molesta con ella... Está preocupada.
— Lo haré — Dije y me despedí, colgando.
Cinco minutos no le alcanzarían a Harry para llegar al restaurante, llevarme a la casa y volver al bar, era demasiado poco.
Todo era tan extraño e incluso el beso. ¡ El beso ! Me dejé besar por Harry y no lo aparté, correspondí. Me sentí tan mal, yo no era así y mucho menos sería capaz de serle infiel a Yered. Ay, no, me sentía mal por eso, jamás había besado a otro hombre que no fuera mi novio.
Me vestí con unos leggins negros y una camiseta blanca.
Me cepillé los dientes y me peiné el cabello.
Bajé a la cocina pero Marina no estaba, recordé que iría a hacer mercado y mi padre obviamente estaba trabajando.
Calenté café y me hice un sándwich, comí en soledad mientras intentaba darle sentido a Harry, al extraño hombre parecido a él y a la parálisis que sentí en el bar y en la cama. Todo me obligaba a señalar a Harry como el responsable.
Terminé de desayunar y me dirigí a la sala, atraída por el ruido del televisor.
Harry estaba sentado en el sofá viendo un programa de comedia. Llevaba su típico traje negro y comía una barra energética.
Ni siquiera me observó cuando me acerqué al sofá.
— Oye, necesito que me digas la verdad — Demandé mientras cruzaba mis brazos, siguió masticando y frunció el ceño, pero no a lo que dije sino a la barra, observó el empaque y lo aventó contra la pequeña mesa frente a él, como si su sabor fuera desagradable.
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Guardián de la Penumbra
Mystery / ThrillerUn hombre de ojos esmeraldas brillantes y sobrenaturales, de una belleza sin igual, misterioso, candente y arrogante, aparentemente es solo un hombre con bellos atributos ¿ Qué hay detrás de Harry? ¿Qué secretos oculta ? La verdad saldrá a la luz cu...