Rompe Huesos

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Me vestí con unos jeans desteñidos, una camisa negra y unas sandalias. Bajé las escaleras sin molestarme en agarrar mi cabello.

Escucho las risas de Laure mezcladas con las de Harry y frunzo el ceño.

Llegué a la sala y los encontré a ambos sentados en el sofá viendo una serie de comedia. Harry tiene el brazo extendido sobre el espaldar del sillón justo detrás de Laure, insinuando posesión, solo le faltaba recostar su brazo en los hombros de ella. Esa clase de sujetos me molestaban, creen que por estar buenos tienen las chicas a sus pies.

Me atravesé entre el televisor y ellos, coloqué mis manos en mis caderas.

Laure soltó un gruñido de protesta — Oye, Anne podrías apartarte, la serie está divertida, no como la cosa horrible que estabas viendo, por Dios no sé cómo puedes ver eso sin vomitar.

Se inclinó sobre el mueble para poder observar a través de mí. Harry se mantuvo indiferente, usando los brazos como almohada para su cabeza, noté que apartó su brazo mal intencionado cuando me notó.

— Me gusta el terror por eso no vomito — Dije y me crucé de brazos.

— A mí me gusta el romance.

— ¿ Eso es verdad? — Ronroneo Harry mientras observaba a Laure, ignorando mi presencia.

— Sí... Me fascina lo cursi — Dijo y eso si iba lograr que vomitara — Pero también soy bastante traviesa.

Harry sonrió, esos hoyuelos aparecieron y a mi amiga casi se le escurre la baba por la boca.

— Eso siempre me llama la atención, es un complemento perfecto — Harry se inclinó a un lado, saboreando las palabras.

— ¿ Cómo eres tú? — Laure se peinó el cabello con los dedos.

— Puedo ser como más te guste, un romántico empedernido o un amante al que le encanta complacer en la cama — Dijo con un tono seductor, sentí un extraño escalofríos recorrer por mis piernas y calentar entre ellas.

Mi amiga se sonrojó, mordió su labio, me sonrojé igualmente¿ cómo? Si no me estaba seduciendo a mí. Era un maldito engreído.

— Se supone que mi amiga vino a pasar tiempo conmigo, así que por favor retirate, necesitamos privacidad — Dije con autoridad, no permitiré que se agarre el brazo de la mano que le tendió mi padre.

— Puede unirse si gusta — Se quejó Laure y yo negué con la cabeza.

— No, no gusta.

— Un gusto conocerte Laure, eres encantadora — Harry se levantó.

Ella asintió embobada mientras él se alejaba sin observarme, yo parecía estar pintada en la pared.

Mi amiga tomó un cojín se lo puso en el rostro y gritó frenética , ahogando el sonido. Luego lo apartó completamente sonrojada. Me senté a su lado mientras ponía los ojos en blanco.

— De sólo escuchar sus palabras me sentí húmeda, ya me imagino lo que ese hombre puede hacer en la cama — Dijo y le dí un codazo en las costillas, chilló, riéndose a carcajadas — ¿ Qué? ¿ Tú no lo sentiste? que seas novia de mi hermano no quiere decir que solo te caliente él.

Fruncí el ceño, dándole una mirada de asco — Yo no sentí nada, lo que sí me percaté es que le encanta alardear para endulzar tu oído y lo ha logrado.

Evité pensar en lo que dijo y en lo que sentí hace rato.

Sacó el teléfono y me mostró un número telefónico, arriba decía eso.

— Es su número, no me costó para que me lo diera, en cambio a tú ni lo conseguiste, además encontré su Instagram — Buscó y me enseñó de nuevo, tenía puras selfies en soledad y con ese traje negro.

Guardián de la Penumbra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora