Rumbo al bar

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Bajé las escaleras cuando la tarde llegó.

Vestida y preparada para mi primera vez en el bar de Loto después de que mi padre me dejara muchas advertencia sobre tener cuidado con las bebidas y con los borrachos.

Harry aún no había salido de la casa, apoyé mi cuerpo del costado del auto mientras esperaba, me sentaría en las escaleras pero no quería ensuciar mi vestido. No era un vestido de fiesta, ni de gala, era casual. De color negro y cernido al cuerpo, sin escote y con cuello de tortuga, acompañado por un bolso pequeño de mano solo para llevar mi teléfono y mi identificación.

Como calzado elegí unas botas de cuero trenzadas del mismo tono que el vestido y en cuánto a mi peinado lo llevaba suelto y rebelde.

Rímel en las pestañas, sin sombra de ojos, solo un delineado sutil y brillo en los labios.

Me gustaba mi estilo roquero.

Mi teléfono sonó y hurgué en el interior del bolso. Era Yered. Me lo llevé al oído.

- Hola ¿ Ya estás listo ? - Pregunté.

- Si, vamos saliendo ¿ Ese tal Harry nos dará un aventón?

- Si, esperen allí, te aviso cuando vayamos - Dije y apoyé mi codo el techo del auto.

Escuché a Laure riendo y aplaudiendo de la emoción, me di cuenta de que Yered me tenía en alta voz.

- Claro, Laure está frenética - Dijo y escuché la voz de mi amiga mandando a callar.

Me reí - Pareciera que ella fuera la que estuviera recién cumpliendo la mayoría de edad - Volví a la seriedad - ¿ Cómo te sientes ?

- Bien, aunque tengo un extraño dolor en los hombros.

Tragué con fuerza.

Me quedé en silencio cuando recordé ese momento.

La puerta de la casa se abrió y observé por encima del hombro.

Harry apareció, bajó las escaleras con bastante agilidad y gracia varonil.

Lo seguí con la mirada, era la primera vez que lo veía sin ese traje y no podía negar que se veía muy bien.

Llevaba unos jeans negros lo bastante ajustados para comprobar que sus piernas también eran musculosas. Una camisa de mangas largas recogidas hasta los codos y botones color azul, combinado a la perfección con unas botas Timberland de cuero color beige.

Llevaba el cabello despeinado, con sus mechones color cobrizo rozando su frente.

Me dió una corta mirada sin expresión mientras rodeaba el auto, aparté mi mirada cuando me percaté de que también tenía un buen trasero.

- Hola... Anne ¿ Sigues allí ? - Yered estaba hablando, no me había percatado de que llevaba segundos diciendo cosas.

- Ah... sí, lo siento... - Me aparté del auto.

- Anne... Suenas nerviosa...

- Lo estoy, sabes que será la primera vez que entraré en un bar...

- Lo sé pero no es la cárcel es solo un bar...

- Ya vamos para allá - Lo interrumpí y colgué.

Harry quitó los seguros de las puertas con su control.

Abrió la puerta sin decir más y entró.

Me tomé eso como una indirecta de que debía entrar, así que subí al asiento trasero.

El encendió su auto mientras silbaba.

- No llevas tu arma - Dije cuando me percaté de que su cinturón estaba vacío.

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