Sospechosamente misterioso

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Otro día en la escuela pero no tan animada como antes, antes de que apareciera el guardaespaldas y antes de que esa cosa en el jardín me dejara más paranoica de lo que soy. Apoyando la cabeza de mi mano, escribí en mi cuaderno lo que el profesor estaba anotando pero aún así mi mente se hallaba ausente. El chico adelante de mí se había quedado dormido sobre el cuaderno y la baba se escurría en la página.

La silla junto a mí estaba vacía, tuve que sentarme en una fila lejana a la habitual porque Yered estaba sentado al lado de Frida, me dolió mucho verlo allí ignorando mi presencia y hablando de lo más contento. Estaba siendo injusto y cruel.

Para terminar la mayoría de los compañeros estaban preguntando por el guardaespaldas,pero les dejé en claro que me molestaba y se alejaron sin decir más.

Laure siempre en la fila de atrás, noté que estaba dibujando corazones en su cuaderno, tal vez fantaseando con Harry.

La clase por fin terminó, salí rápidamente del salón cuando Yered y Laure se alejaron al comedor.

Se sentaron juntos, me acerqué y Yered sacó un libro y lo abrió cuando me acerqué, ignorando mi presencia al propósito. Me senté frente a ellos.

— Hola Anne — Dijo Laure — ¿ cómo has estado? — Preguntó insinuante.

— Bien, pensé que estabas molesta conmigo — Dije, también con indirecta, coloqué mi morral sobre la mesa.

Ella puso los ojos en blanco — No soy una idiota, jamás me molestaría contigo y menos porque tu padre te haya puesto un guardaespaldas sin consultar tu opinión — estiró sus brazos y me tomó las manos, el filo dirigido a Yered, él nos ignoró completamente.

— Gracias amiga.

— En cuánto a ese caliente guardaespaldas — Suspiró y me reí — Deberías conseguir su número telefónico — Ondeó su mano como abanico en su rostro — De solo pensar en él, la temperatura sube.

— Estás loca, si quieres su número deberías pedírselo tu misma — Gruñí y me dió una expresión de súplica.

Observé como Yered hacía un gesto de celos pero siguió con la mirada en su libro.

— Por favor, si actúas de cupido cuando me case serás la madrina de bodas — Junta sus manos.

Puse los ojos en blanco — Solo tú te ilusionas tanto con un desconocido, viste como fue capaz de hacerme pasar vergüenza frente a todos, no tiene respeto por las mujeres... No le tengo confianza para actuar de cupido.

— Dijiste que era amigo de tu padre.

— De mi padre, no mío.

— Debe tener redes sociales ¿ cómo se llama? — Preguntó Laure mientras sacaba su teléfono — Buscaré en Instagram.

— Se llama Harry — Dije y frunció el ceño.

— ¿ Apellido?

— No lo sé.

— Aquí hay muchos Harry pero menos el que me interesa, debo saber su apellido, así no podré encontrarlo... — Resopló frustrada — Si es tan sexy debería tener muchos seguidores — Dejó su teléfono a un lado — Cuéntame más de él ¿ tiene novia ? ¿ dónde vivía antes?

— No lo sé, no lo sé, no lo sé — Repetí con rostro apático.

— Por favor, ayúdame con eso... No quiero que venga otra y se adelante.

Frida se detuvo en nuestra mesa.

— Si no te interesara tu guardaespaldas le ayudarías a tu amiga — Dijo, entrometiéndose y luego tocó el hombro de Yered — Date cuenta, tu novia es una zorra que no quiere dejar para nadie, de seguro ya se acostó con ese hombre.

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