Se le dio una oportunidad a un idiota suicida. La oportunidad de conocer su vida antes del maldito incendio. Pero esa vida es un lugar muy lejano. Lejos del mundo que conocía y lejos de la chica que ama.
Dos mundos, un ideal.
-¿Seguro dos mundos?
...
Viniendo de cualquier época o de cualquier lugar. Los héroes de todos los países son reunidos, matándose entre ellos por la victoria. Eso es «La Guerra del Santo Grial».
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Todo a su alrededor se asemejaba al vacío del universo. Al final falló, había fallado desde años antes, quería seguir un camino distinto para llegar a ser un héroe justiciero, pero solo consiguió que el «Santo Grial» lo absorbiera.
Aunque eso no fue para nada lo peor. Lo peor fue que «Alaya» se hizo presente. La fuente de problemas de «Archer» lo había salvado.
—¿Al final ser un «counter-guadian» es mi destino? —dijo Shirou para sí mismo.
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Almacén del complejo Emiya
Días antes
—«Servant» «Saber», respondí a tu llamado. Te preguntó, ¿tú eres mi «master»? —preguntó una mujer con un aura de realeza y elegancia.
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Ella era una mujer joven en su adolescencia, de contextura delgada y una piel suave y blanca. Ella tiene el cabello dorado. Lleva una armadura con un vestido de estilo antiguo, hecho de tela azul, por debajo.
Un evento que definiría el resto de su vida dio comienzo «La Guerra del Santo Grial».
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Horas antes
Ese día fue extraño. Había terminado de limpiar el salón de clases y se iba a retirar, pero escuchó el sonido del metal chocar con metal. Vio a dos personas peleando, uno portaba dos espadas gemelas, un traje negro y un manto rojo que colgaba de su cintura; y el otro llevaba una lanza roja y un traje azul. Cuando detectaron a Shirou, el hombre que portaba la lanza empezó a perseguirlo.
«¿Qué demonios era eso?», pensaba el pelirrojo.
Lo siguiente que supo fue que algo atravesaba su pecho. Cuando despertó solo vio un medallón con una gran joya. La tomó y regresó a su casa. Pero todo estaba lejos de acabar.
