Cap. 11: Un sueño y nuevos amigos

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Días después

El problema de Illya se había quedado en el pasado. Ahora tenía algo en que concentrarse y eso era, en palabras de Illya, «recuperar el tiempo perdido con Shirou».

Estamos en la entrada de la Academia Homurahara. Una lluvia inmensa estaba cayendo, la mayoría de los estudiantes ya se habían ido. Pero aún se podía ver a dos alumnos en la entrada.

«No puede ser...», pensó Rin viendo la lluvia. «Quería llegar rápido a mi casa.»

—¿Eh? —dijo Shirou viéndola—. ¿Tohsaka? ¿Qué haces aquí parada?

Rin le dio una mirada fija al pelirrojo. Se dio cuenta que Shirou estaba por irse.

—Oye, Emiya —Rin se acercó al pelirrojo—. Necesito tu ayuda e algo, ¿está bien?

En medio de la lluvia ambos caminaban hacia su destino compartiendo un paraguas, pero el pelirrojo se veía un poco incómodo.

—Oye, Shirou.

—¿Qué pasa Tohsaka? —preguntó Shirou nervioso.

—¿Por qué estás alejado de mí?

El pelirrojo se mantenía alejado de ella, lo que producía que la lluvia cayera sobre él.

—No me digas... —dijo Rin con una pequeña sonrisa—. ¿Es tu primera vez compartiendo paraguas con una chica?

—Así es —respondió sonrojado—. ¿Qué tiene de malo?

El pelirrojo dejó el nerviosismo y se percató de un detalle.

—Tohsaka —llamó—. Hoy no usas tu bufanda.

—Bueno, verás —dijo nerviosa—. Se me hizo tarde y la olvidé.

—Tohsaka —dijo Shirou llevando su mano a la mejilla de Rin—. ¿No tienes frío? Tu nariz está un poco roja.

Rin sonrojada soltó un pequeño grito de sorpresa. Ese grito hizo que el pelirrojo se diera cuenta que no había pensado en sus acciones.

—¡Lo siento! —dijo Shirou sonrojado y alterado.

Ambos dirigieron sus miradas al lado opuesto del otro. Rin y Shirou estaban sonrojados y nerviosos. En cuanto a Rin, ella estaba acariciando el lugar donde Shirou tenía la mano.

—T-Tohsaka —llamó Shirou en un intento de romper el silencio.

—Emiya, eres un tonto —dijo Rin.

—A-A mí —dijo Rin nerviosa—. Me emociona estar junto a ti. Por eso estoy bien con este cálido momento.

La chica con dos colas se acercó al pelirrojo y le dedicó una sonrisa genuina.

—Aunque... —dijo Rin—. Si hubiera otra cosa que esté fría...

Rin se volvió a acercar, pero esta vez fue para darle un beso a Shirou. El pelirrojo se sorprendió por la acción, pero finalmente correspondió. Luego del acto, el sonrojo de Shirou aumentó y dio un paso atrás.

—No te quieras apartar ahora, Shirou.

—¿A-Acaso es tan divertido molestarme de esa manera? —dijo nervioso.

—Por supuesto —dijo Rin mirándolo a los ojos— Pase lo que pase, conviértete en un espléndido hombre.

El pelirrojo soltó una carcajada, estaba feliz de tenerla a su lado. Ambos se acercaron para poder compartir un abrazo.

—Como siempre no pude ganarte —dijo Shirou—. Espero seguir contando contigo.

 Espero seguir contando contigo

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