Cap. 19: Bienvenidos a Beacon

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El sol de la mañana brillaba sobre los terrenos de la academia Beacon. Los estudiantes estaban dispersos, algunos en medio de duros entrenamientos, mientras otros disfrutaban de un descanso bien merecido. En una de las plataformas de combate, Shirou Emiya se encontraba observando atentamente a Weiss Schnee, quien estaba en medio de una serie de movimientos elegantes con su espada, «Myrtenaster».

—Weiss, trata de mantener tu postura más firme cuando te mueves a la defensiva —dijo Shirou, sus ojos analizando cada movimiento de Weiss—. No solo se trata de la fuerza, sino de la precisión.

Weiss asintió, respirando profundamente mientras se preparaba para otro ataque. Lanzó una estocada rápida, seguida de un giro que hizo relucir el hielo formado por su «Glifos». Shirou bloqueó el ataque con su propia espada, sintiendo la fuerza detrás del golpe.

—Mejor, pero aún puedes ser más rápida —dijo Shirou, con una sonrisa de aprobación.

Weiss asintió, mientras se preparaba para el siguiente movimiento. De repente, un ruido atronador interrumpió su entrenamiento. Ambos levantaron la vista hacia el cielo, donde una flota de naves se acercaba rápidamente. Las naves eran inconfundibles, pintadas con los colores distintivos del reino de Atlas y equipadas con armamento pesado.

 Las naves eran inconfundibles, pintadas con los colores distintivos del reino de Atlas y equipadas con armamento pesado

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—¿Qué está pasando? —preguntó Weiss, frunciendo el ceño—. ¡Naves militares de Atlas! ¿Qué están haciendo aquí?

Shirou observó con atención, sus ojos entrecerrándose mientras trataba de discernir el propósito de aquellas naves.

—Son naves militares —dijo Weiss—. Este festival debería ser una celebración de la unidad entre los reinos, no una demostración de fuerza militar. Tal vez deberíamos investigar.

Shirou asintió, pero antes de que pudieran moverse, Weiss bajó su espada y suspiró.

—Creo que es un buen momento para terminar el entrenamiento. Podríamos tomarnos un descanso, ¿no crees?

—No me molesta —dijo Shirou, relajando su postura—. Siempre podemos continuar más tarde.

Mientras recogían sus cosas, Weiss se debatía internamente, queriendo aprovechar la interrupción para abordar un tema más personal. Miró a Shirou, su corazón latiendo un poco más rápido de lo habitual.

—Oye, Shirou, yo... quería preguntarte algo —Weiss comenzó, su voz titubeando un poco.

Pero antes de que pudiera completar su invitación, fueron interrumpidos por una figura que corría hacia ellos.

—¡Weiss! —grito Jaune acercándose—. ¡Weiss, quería saber si te gustaría ir conmigo a ver la ciudad! Podríamos aprovechar para hablar un poco.

Weiss suspiró y puso los ojos en blanco.

—Lo siento, Jaune, pero estoy ocupada en este momento —respondió Weiss rápidamente, su tono cortante.

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