Martha Stewart caminaba de un lugar a otro sin poder creer lo que sus ojos habían visto. Estaba tan confundida que necesitó la ayuda de alguien más para que le leyera aquel escueto mensaje.
—¡Por favor Lily! Lee nuevamente lo que dice ese aparatejo.
—Está bien, pero leerlo repetidas veces no hará que la señorita Candice regrese, [suspiro] veamos.
«Querida señora Martha. Agradezco infinitamente su buena voluntad al hospedarme en su casa, pero no deseo seguir causándole más problemas. He decidido regresar al lugar al cual pertenezco. Con cariño, Candice»
—Eso es todo lo que dice. Sabe señora Martha, no comprendo la decisión de la señorita Candice, pero según este mensaje que ha enviado a su celular, ella decidió regresar con el padre de su bebé. Yo hubiese preferido que ella y el doctor Brown iniciaran algo, pero al parecer ella sigue enamorada de ese otro hombre.
—No, no, no ¡y no! Fíjate bien en ese mensaje Lily.
—Lo hemos leído varias veces. Tal vez, se encontraron, conversaron y limaron asperezas. ¿no lo cree? pero...lo que sí me parece extraño es que se haya marchado de esa manera. Ella sabe que debe tener mucho cuidado, su embarazo es muy delicado.
—¡Exacto! Ese es el punto que no cuadra en ese mensaje. Candy no pondría en peligro la vida de su bebé por nadie; además, mi niña hace meses que no me llama señora Martha, sino ABUELA Martha. Si ella hubiera decidido regresar con el joven Graham, me lo hubiera contado, no hay motivos para ocultármelo. Esto no está bien, para nada bien.
—Entonces, ¿Qué piensa usted que ha pasado? ¿Tal vez la señorita Candice puede estar metida en algún problema?
[suspiro] —Por el momento solo tengo vagas sospechas, pero Dios quiera que esté equivocada. Vamos Lily, busquemos al doctor Brown para que nos ayude con este problema.
Annie Brighton entraba en ese momento a la casa y se asustó mucho al ver a las dos mujeres en tal estado de angustia.
—Señora Martha, ya estoy aquí ¿qué sucede? Me ha dejado muy preocupada con su llamada.
Cuando la anciana vio llegar a Annie corrió a su encuentro para pedirle la ayuda que estaba buscando.
—¡Qué bueno que has venido, Annie! Necesito que nos lleves al hospital. En el trayecto te cuento lo que ha ocurrido.
Las mujeres salieron presurosas de la casa con rumbo al hospital Saint Thomas para hablar con el doctor Brown, pues un extraño presentimiento acechaba el corazón de la anciana.
Cuando llegaron al hospital, el doctor no dudó en atenderlas, pero le pareció por demás extraño que Lily y Annie estuvieran ahí con la señora Martha y no cuidando de Candice.
—Buen día señora Martha, Annie, buen día Lily. Es bastante extraño verlas aquí a todas juntas. Dime Lily ¿por qué no estás cuidando de Candy?
Martha se apresuró a hablar. —Doctor Brown, creo que tenemos un serio problema...Candice se ha ido de casa.
Anthony se paró de un solo golpe de su silla, jamás pensó escuchar aquella noticia.
—Pe...pero...¡eso es imposible! Hasta ayer que la visité estaba encantada arreglando la cuna para el bebé. Estaba feliz y haciendo planes para un futuro, es imposible que ella haya decidido marcharse de un momento a otro.
Lily le enseñó al doctor el celular de la señora Martha donde se podía leer claramente aquel escueto mensaje. Los ojos de Anthony no podían creer lo que estaba leyendo.
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AMOR PROHIBIDO
RomanceElla era una hermosa mujer cuyo destino era solo ser un adorno de escaparate. Él, un hombre con las ganas de salir adelante por sus propios medios. Sus vidas se cruzarán de una manera especial y muy particular donde el amor jugará un papel import...