Mujeres Marvel ven sus One-Shots con Spidey!

06 - ANYA (Parte 7)

Tuvo que alzar levemente su mentón para divisar el nombre de su padre grabado en la losa de mármol, delineando cada letra con los dedos de la mano derecha mientras soportaba las inconmensurables ganas de llorar que la aquejaban.

En el reflejo del pulido mineral, Anya notaba la presencia de Rikki "Nomad" Barnes a su derecha y de Rocky Flint a su izquierda, así como la de un hombre de cabello castaño y ojos chocolates parado bajo el umbral de una puerta que conectaba al exterior del establecimiento que se especializaba en servicios fúnebres.

-Aquí. Es aquí...- musitó la arácnida sin quitar su extremidad del grabado, entristeciéndose antes de adentrarse a la sala donde se hallaba el féretro.

La fémina de tez azulada abrió la boca por un mero segundos, mas los labios despegados entre sí se negaron a moverse para permitir el flujo de sonido alguno, hallando nulo anhelo de mofarse por el dolor de la joven que incluso cerca de ella podía percibir cómo se lamentaba por la pérdida. Un sentimiento que incontables veces experimentó, siendo ella quien lo generaba o padecía, y nunca podría olvidar aunque lo deseara ya que en sus capacidades estaba el poder adoptar dichos aspectos físicos para mezclarse con la población ignorante.

-Esa muchacha tiene rostro conocido...- frunciendo el entrecejo, la prima de Bruce Banner comentó luego de ver a una de las amigas de la protagonista estelar de turno.

-Mi hijo la trajo a este universo durante la pelea con Onslaught- la matriarca del matrimonio fantástico respondió a la duda de su amiga.

-La pariente de Bucky, no es así? – la blonda agente de SHIELD le preguntó a su colega, quien a pesar de no recordar el nombre muy bien podía notar algunos rasgos físicos similares.

-Correcto- asintiendo, Romanoff contestó de manera concisa, para después ver con agrado cómo Benjy estiraba sus manos hacia el televisor en un ademán de querer abrazar a la melancólica latina.

Sillas plegables se disponían por toda la habitación, dejando tan solo un estrecho pasillo que guiaba hasta un altar decorado con coronas florales a su alrededor, siendo la única muestra de perturbación en la tiesa paz lúgubre que rodeaba el ambiente. Plegarias bilingües alcanzaban los oídos de Spidergirl, reconociéndolos luego de unos segundos como originarios de los compañeros que su padre tenía en el trabajo, por lo que agradeció tácitamente con una mirada cuando los extraños erigieron sus cabezas al verla pasar.

-..a...nya...Anya, me escuchas? – sacando a la nombrada de su ensimismamiento, la muchacha traída por Franklin Richards le sacudió con cuidado el brazo diestro.

La Corazon nunca notó el flujo del tiempo desde que entró a la sala funeraria. Nunca supo cuando fue que estuvo junto al cuerpo de su padre, llorando. Nunca supo cuando el hombre, que le prometió estar a su lado, la obligó a tomar asiento. Y tampoco supo por cuantos minutos sus amigas estuvieron tratando de llamar su atención.

-Dios...necesité que Peter que ayudara incluso en el sepelio- esbozando una cansina mueca, Anya opinó con respecto a lo que su contraparte realizaba en pantalla.

-No hay nada de malo en ello, Anya. Situaciones como esa demuestran que es necesario tener a alguien cerca, aún si lo niegas con tus palabras en repetidas ocasiones- Madame Web habló desde varios asientos de distancia, dejándose recostar en el sofá mientras descansaba la extremidad superior siniestra en el reposabrazos.

-Además, con tu percance, era entendible que actuases de tal forma. Demuestras que eres humana por dentro aún- quien se explayó en esta ocasión fue Jessica Drew, no muy a gusto de verla en dicho estado.