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Un recién descansado Meng Yao se dirige a la gran habitación para el cambio de turno. Desde que Mei cayo enferma todos se turnaban cada tantas horas para cuidarla en caso de tener otra recaída, aunque aun estando ''estable'' no había despertado de su inconciencia.

Dio un gran respiro antes de tocar la puerta y pasar con permiso.

-Joven Wei, es hora del cambio, el joven Lan lo esta esperando en el comedor para desayunar me pidió que le avisara- anuncio una vez hecha la reverencia.

-Puedes llamarme Wei Ying, somos compañeros de combate después de todo- respondió regalándole una cálida sonrisa, sabia que la necesitaba.

-Gracias por su confianza, también puede llamarme por mi nombre si lo desea- sugirió al contrario aceptando su amabilidad.

Al salir el azabache del lugar se encontró con un discípulo que repartía cartas recién llegadas a sus receptores ,habiendo entregado la correspondencia al joven Wei y al joven Meng se retiro para seguir con su labor.

Wei Wuxian se encamino hacia el comedor para desayunar con su ahora ''amigo'' Lan, mientras que por otro lado A-yao tomaba asiento cerca de la cama de la joven para leer la carta que había llegado y que a juzgar por el sello del líder Jin debía ser urgente.

-Veamos que tenemos aquí- soltó el joven en un agotado suspiro, los últimos días lo habían dejado cansado y abrumado, Su amiga y confidente no despertaba  y todos buscaban la forma de mantener la calma por que no podían hacer mas que esperar.

~Carta para Meng Yao:

                                                  Durante la campaña haz demostrado grandes virtudes y habilidades, Haz ganado tu propio titulo de guerra, estoy orgullo de poder decir que eres mi hijo, te escribo para encontrarme contigo pronto y poder darte tu nombre y reconocerte como lo que eres ''sangre de mi sangre'', desde ahora tu eres Jin Guang-Yao, descendiente del gran líder Jin Guangshan. Ven pronto a torre Koi para hacer esto oficial ante esta y todas las sectas.

                                                                                                                                                      -Lider de Secta Jin-


Al terminar de leer escapo desde su pecho una especie de risa ahogada, una burla ante la tontería que estaba leyendo. El hombre que lo engendro le obsequiaba su cobertura, cuando años atrás fue el quien le busco y le suplico por ella ¿y su supuesto padre que hizo? lanzarlo escaleras abajo, ese día, el día de su cumpleaños, uno que ya no disfruta, el que casualmente comparte con su medio hermano y le recuerda la amarga verdad de su origen. 

Ahora le ofrecía con brazos abiertos la oportunidad de ser reconocido, luego de romperle huesos en la caída que con todo gusto consintió sin lamentarse un poco siquiera. Le presentaría ante todas las sectas, cuando ya era reconocido por sus actos y triunfos en guerra ¿Qué podría darle ese hombre que el no tuviera?  el reconocimiento; lo tiene,  fama;  la tiene, riquezas; no las necesita pero las tiene, amor ; si no sabe lo que es no puede darlo, respeto ;si no lo tiene por su esposa y familia menos a El ¿Cuan hipócrita puede ser una persona?¿Hasta donde puede llegar por la codicia y la atención? Aquí esta la respuesta.

El joven absorto en sus pensamientos dejo la carta sobre la mesa, ni de venir a buscarlo en persona fue capaz de hacer ese hombre. Salió hacia el pequeño balcón en busca de aire, con un nudo en la garganta y una sensación horrible que oprime su pecho, nada mas tortuoso que la decepción de una persona a la que idealizaste con admiración.

Lan shui (transmigración- reencarnación).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora